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Segura apuesta en el Casino de Madrid durante la entrevista.
Santiago Segura: «Con dos millones de seguidores en Twitter es normal que me odien 100.000 hijos de puta»

Santiago Segura: «Con dos millones de seguidores en Twitter es normal que me odien 100.000 hijos de puta»

La quinta entrega del policía más casposo transcurre en 2018, con Cataluña separada de una España que ha vuelto a la peseta

oscar l. belategui

Miércoles, 1 de octubre 2014, 01:18

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Qué difícil es rascar en el verdadero Santiago Segura, siempre alerta de todo lo que no sea promocionar a su Torrente. Y eso que la quinta entrega de su taquillero patán es la más política de todas, con una España que en 2018 ha sido expulsada de Europa, perdido a Cataluña y vuelto a la peseta. La excusa para este retrato de un país peligrosamente parecido al nuestro es un atraco al casino de Eurovegas con Alec Baldwin como invitado estelar. El viernes que tiemble la taquilla de '8 apellidos vascos'.

- ¿De verdad cree que todo el mundo ve el personaje de Torrente como una parodia? Habrá quien lo tome como un héroe.

- Mucha gente no tiene dos dedos de frente. Acabo de leer una crítica que dice: "La franquicia de Torrente no puede ir peor, una burda copia de "Ocean"s Eleven". ¿Qué tipo de droga ha tomado este señor antes de entrar en la sala? Alguien puede pensar que "Torrente" es un documental, que cuando dice "arriba España" y que hay que sacar los tanques en Cataluña es un consejo que doy yo. No soy pedagogo, no puedo dar un libro de instrucciones con la entrada de cine. Si alguien entiende que es una parodia con crítica social, un reflejo deformado del país, perfecto. Si no, yo no puedo hacer nada.

- Al final José Luis Torrente, nostálgico franquista, nos ha resultado un personaje muy vigente.

- Vigentísimo. Hay muchos Torrentes jóvenes, con otros pelajes. Yo tengo muchos "haters" (gente que odia en internet), chavales de quince años que son torrentianos. Gente embrutecida que no ha leído un libro en su puta vida ni tiene intención de hacerlo. Chungos megaviolentos que se creen más listos que nadie. Torrente va a ser superado muy pronto por las nuevas generaciones que se vienen encima.

- Quizás en la primera entrega, en 1998, pensaba que era un personaje en vías de extinción.

- Sí, pero veo que no. Es como las cucarachas, resistentes a la radiación. Yo a este quinto Torrente lo veo que hace menos "torrenterías". Antes era una caricatura, ahora sale ganando viendo lo que tiene a su alrededor en la España de 2018.

- Le ha salido un Torrente menos escatológico.

- Mantiene su patetismo y su guarrería, pero el conjunto es más llevadero. Hay más glamour: Eurovegas, Alec Baldwin... Estos dos últimos años he notado que las señoras que antes me llamaban guarro ahora me paran por la calle.

"Torrente va a ser superado muy pronto por las nuevas generaciones que se vienen encima"

- Eso es porque sale en esos programas televisivos de baile.

- Efectivamente. Desde que me han visto vestido de Concha Velasco y Rafaella Carrá, como que me sienten más cercano. De Eros Ramazzotti alguna decía que hasta tenía un revolconcillo.

- Antes solo se exponía públicamente cuando estrenaba un "Torrente". Ahora está todo el día en televisión.

- Es una presencia casual. Me llamaron de "Tu cara me suena", y todo el mundo me decía que no se me ocurriera ir, que era como "Mira quién baila", algo para actores acabados. Me ofrecían cantar y disfrazarme, dos de las cosas que más me pueden gustar.

- Con más de 2 millones de seguidores en Twitter tiene un buen barómetro para testar el país.

- Sí. Tras el anonimato hay gente muy chunga. Detecto mucha crispación, nos hemos vuelto un país muy radical. Ya lo éramos, porque la Guerra Civil ya te define como país, pero ahora es "estás conmigo o contra mí". Abres la boca y te la parten. Deberíamos ser más tolerantes y no darle tanta importancia a cosas intrascendentes. No me gusta un sitio así, quiero que la gente discuta amablemente. Mira, rompí una lanza en contra del Toro de la Vega, porque no me gusta la crueldad. Me llamaron cínico: "Si has contratado a un asesino de toros" (por Jesulín de Ubrique), "espero que no pases nunca por Tordesillas"...

Solo 15 kilos más

- ¿Y por qué no se borra de Twitter?

- Me dan ganas. Pero cuando pones un mensaje simpático alguna noche recibes cariño e ingenio. Entiendo que con 2 millones de seguidores el precio a pagar sea que me odien 100.000 hijos de la gran puta.

- Esta vez no ha engordado los 30 kilos habituales, lo que le da un aspecto más terrible al personaje, acorde con la crisis.

- Esa era la idea, pero después pensé que tan escuchimizado iba a dar pena. Como soy un vicioso empecé a comer y durante el rodaje gané 15 kilos. Al final Torrente acaba muy lustroso, el problema es que yo no los he perdido.

- ¿Qué dolerá más: que muestre Cataluña como un estado independiente o que tenga selección de fútbol propia?

- Las dos cosas. Duelen cosas muy raras en este país... Hay quien se abre las venas por un fichaje o porque pierde su equipo. Qué suerte que a mí me haya gustado siempre el cine, no he visto nunca a un fan de Truffaut apuñalando a uno de Godard. En serio, espero que esta película no duela a nadie, son bromas. Aunque ver una camiseta del Madrid de Messi puede ser un sacrilegio para algunos...

- O a Pablo Iglesias pactar con Rajoy la bajada del salario mínimo.

- Así somos. Felipe González también promulgaba "OTAN no" cuando llegó al poder. Cuando Bárcenas empezó a repartir sobres, Froilán se pegó un tiro en el pie y lo de su abuelo con los elefantes pensé que tenía que irme al futuro, porque no podía superar eso.

Unas pajillas que empiezan a no sorprender

  • José Luis Torrente sale de la cárcel en la primera escena de su quinta aventura y se topa con un país que no reconoce. En la España de 2018, expulsada de la Unión Europea, los políticos corruptos han saqueado el país, la peseta vuelve a ser la moneda y Cataluña es un estado independiente que juega la final del Mundial con Argentina. Ante tal panorama, Torrente se erige casi como alguien normal entre pícaros, ladrones y descerebrados. El cabecilla de un atraco a un casino de Eurovegas -sí, lo construyó la Comunidad de Madrid- al frente de un grupo de "freaks" que simbolizan a los ciudadanos hambrientos y desencantados.

  • "Torrente 5 Operación Eurovegas" contiene agudos apuntes acerca de la realidad actual -de Podemos a Jordi Pujol- y una estructura más elaborada que sus entregas precedentes. La cinta no acumula gags sin más, sino que avanza fluida siguiendo la tradición de los filmes de atracos perfectos

  • Cuenta Santiago Segura que su quinto largometraje como director ha costado 6 millones de euros (más 2 en copias y promoción). «Torrente es casposo, pero sus películas no lo son», defiende el tradicional salvador de la taquilla española, que en el año de "8 apellidos vascos" estará feliz de ser el autor «del tercer, cuarto o quinto título que más recaude». La presencia de Alec Baldwin hablando castellano como cerebro de la operación y las aparentes escenas de acción demuestran el poderío de la empresa. Hasta hay una preciosa escena de animación que homenajea al llorado Tony Leblanc.

  • El problema con este Torrente es el mismo que el los dos anteriores. Segura quiere complacer a un espectro de público tan amplio que el reparto parece confeccionado para no dejar a ningún espectador fuera. Desde el espectador de telebasura y revistas del corazón que simpatiza con Jesulín de Ubrique (impecable en el filme), al chaval colgado de internet (aparece el youtuber más popular, elrubius) y el nostálgico de las películas de Esteso y Pajares. Hasta las coletillas míticas de la saga, el «¿nos hacemos unas pajillas?», parecen incluidas de modo mecánico.

  • Es como si, temeroso de introducir novedades, Santiago Segura no quisiera sorprender a los fieles espectadores del expolicía atlético y se limitara a darles lo que esperan. Se echan de menos mayores dosis de locura y se rebaja la agresividad escatológica de entregas anteriores, a pesar de la reaparición de Neus Asensi para despertar los instintos libidinosos del héroe cañí. «Cinco películas en 16 años no es para estar cansado del personaje», argumenta el de Carabanchel. «"Torrente" es un vehículo para tratar todo tipo de géneros, desde el cine de prisiones hasta el de atracos, como ahora. Lo dejaré cuando se canse el público».

  • José Luis Torrente sigue siendo el espejo de nuestras peores esencias, solo que ya le conocemos tanto que resulta entrañable. Queda disfrutar de su atraco imperfecto atendiendo a detalles en los márgenes, como esas calles de Madrid llenas de mierda o un Carlos Areces al que solo le basta aparecer para despertar carcajadas.

- Muestra un país saqueado por los políticos.

- Muestro nuestro país. Quiero ver la película como una parodia de lo que pueda pasar. O como un aviso, jamás como una predicción. No me gusta lo que estamos viviendo y creo que en algún momento tiene que parar, sobre todo por la gente que está sufriendo. Si los que están gobernando ves que están llevándose dinero a espuertas te entra un agobio tremendo. Siempre intento no poner referencias a la realidad, porque me gusta el cine intemporal. Los nombres actuales hacen mucha gracia, pero envejecen enseguida. Por primera vez lo he hecho y me siento bien. Por ejemplo, ya teníamos los billetes de 10.000 pesetas con el rostro de Letizia y Felipe cuando abdicó Juan Carlos.

«No hablo de Podemos»

- Viendo la película no confía mucho en Podemos...

- No voy a hablar de ellos. Después de que dijeran que Joaquín (Sabina) se dedique a cantar... Es una respuesta que me parece más del Partido Popular. Sabina dice lo que piensa, no es sospechoso de nada. Pero no hablo, que luego vienen los titulares. Ahora voy a Cataluña y estoy pensando qué coño voy a decir.

- Pruebe.

- Pienso que los catalanes quieren lo mismo que todos, pagar menos hipoteca, que a sus hijos los curen en la sanidad pública, una buena educación, cobrar el desempleo... Cosas muy normales. El referéndum es lo mismo, a mí también me gustaría que me convocaran a uno: "¿Quiere usted ser gobernado por gente corrupta e inepta?".

- Se expone mucho públicamente, pero se sabe muy poco de usted. Por ejemplo, que es padre de dos niñas.

- Es algo premeditado. Intento preservar mi intimidad. Tengo fama de borde, pero de cada cien fotos que me piden solo digo a una que no. Si me preguntas por mi familia ya es entrar en el terreno del morbo. ¿Por qué quieres saber si tengo una hemorroide sangrante o si he superado un linfoma?

- ¿Y con toda esa presión sigue viviendo en la Gran Vía madrileña?

- Sí, a mí eso de irme a una jaula de oro no me va. Yo me pongo mi gorrita, cruzo la calle y me meto al teatro a ver a mi amigo Wyoming. O bajo al chino a comprar un yogur. Aunque cada vez me gusta un poco menos el centro, porque se están cargando todos los cines.

- ¿Dónde se veía con 50 años cuando era un chaval de Carabanchel?

- Mi sueño era trabajar en lo que me gustara, y por suerte me gustaban muchas cosas. Si fuera actor de doblaje o de teatro, monologuista o guionista de televisión también sería feliz. No me gusta la rutina, creo que la vida dura más si haces muchas cosas. Mi ilusión no era ser banquero o pasar consulta en la Seguridad Social. Pensaba hasta en ser guía turístico, porque con saber inglés y tener carné de conducir bastaba. Me divierte saber que tengo opciones, no sufro como mis amigos actores, siempre esperando una llamada.

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