Borrar
Francesco Gabbani
Por qué Portugal debe ganar Eurovisión

Por qué Portugal debe ganar Eurovisión

Txema Martín

Sábado, 13 de mayo 2017, 02:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Esta noche Kiev acogerá la gran final del 62º Festival de Eurovisión, que podremos ver a partir de las 21:00 horas en Televisión Española. Cada país trae más o menos una representación de los suyo y por eso nosotros llevamos a Manel Navarro con una emoción surfera que parece sacada directamente de un anuncio de cervezas y cuyo proceso de selección estuvo a punto de resolverse en el Congreso de los Diputados. Marca España al cien por cien. Vista la desazón que produce la canción Do it for your lover, sus pocas oportunidades que tiene en el certamen y también, qué carajo, que no podemos votarnos a nosotros mismos, nuestros votos no deberían recaer muy lejos y depositarse en Portugal, que lleva a Eurovisión la canción más bonita y auténtica que tenemos en esta edición.

Portugal es el patito feo de Eurovisión: ha ido 48 veces y jamás ha ganado. Algunos años ni siquiera ha participado en el certamen. Las apuestas se decantan por otro vecino nuestro que además no se ha dejado llevar por el inglés y canta en su lengua propia. El representante italiano, Francesco Gabbani, ganó hace poco el Festival de San Remo (sí, se sigue celebrando), está de bastante buen ver y además trae consigo una canción bastante resultona y quizás más eurovisiva, con todo lo que ello implica. El tema, llamado Occidentalis Karma, tiene un estribillo pegajoso y unas letras tontorronas que hablan de la supuesta moda por lo oriental que acecha su país. Su actuación incluye a un bailarín disfrazado de orangután que puede tener su gracia pero que a nosotros nos recuerda inevitablemente al baile del gorila de Melody. Sea como sea, tampoco supondría una catástrofe que ganara Italia: nos pilla al lado, siempre nos da una buena puntuación y liberaría al festival de su histórica afición de premiar canciones en inglés y con especial insistencia a ciertos países pequeñitos que siempre se votan entre ellos.

¿Quién y qué representa a Portugal?

La historia del cantante Salvador Sobral (Lisboa, 1989) es por sí misma capaz de ganarse nuestro cariño, y además pasa por España. Sobral se dio a conocer en su país gracias a su participación en el concurso de talentos Ídolos, en el que quedó séptimo. Decepcionado por la experiencia mediática, decidió matricularse en Psicología y poco después se fue de Erasmus a España, país en el que se quedó a vivir bastantes años, primero en Mallorca y luego en Barcelona. Dejó la carrera y se licenció en Tallers de Musics, la prestigiosa escuela de donde han salido figuras respetadísimas en el mundo del jazz. Además de montar su propio cuarteto, Sobral forma parte de un grupo de música electrónica llamado Noko Woi que llegó a actuar en el Sónar en 2014.

Ahora se especula mucho con los problemas de salud del cantante. Se dice que tiene problemas cardíacos y que le han tenido que extirpar dos hernias, lo que le ha provocado problemas de movilidad. De hecho, si ignoramos estos problemas, caemos en la cuenta de que la forma de interpretar la canción puede producir un poco de tirria por algunos momentos, pero no por ello deja de tener interés en un escenario en el que sólo suele brillar el flúor, los flashes y la purpurina.

Pero sin duda lo mejor de Portugal es la canción, Amar pelos dois (Amar por los dos), una balada coescrita por su hermana y que atesora unas melodías muy finas que recuerdan a Gilberto, a Veloso, a cierta tradición de música portuguesa y a los retazos de los mejores musicales. Una canción con raíces propias que no intenta copiar al pop anglosajón ni necesita un estribillo en inglés para poder transmitir lo que pretende. Es cierto que Eurovisión se trata un poco de eso, pero ahora el continente necesita reivindicarse con unos ritmos más acogedores y con unas melodías que nos hagan sentirnos orgullosos de lo que ahora mismo significa ser europeo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios