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Quique González: «Mi ambición no es llenar un campo de fútbol, soy un músico de club»

Quique González: «Mi ambición no es llenar un campo de fútbol, soy un músico de club»

Con los años el músico y compositor ha aprendido a aceptar la pérdida en vez de regodearse en la derrota. Lo demuestra en su último disco, que hoy presenta en la Trinchera

Regina Sotorrío

Viernes, 12 de mayo 2017, 01:29

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Si le pregunta a un artista cómo le gustaría verse en 20 años, la respuesta más habitual será en un escenario frente a miles de personas. Salvo que el entrevistado sea Quique González. El madrileño es un músico de club, allí empezó y allí quiere seguir compartiendo sus canciones en un diálogo de tú a tú con el público. Me mata si me necesitas es su última aportación a ese debate, un disco donde las derrotas se aceptan en lugar de regodearse en ellas y donde las historias intimistas priman sobre las sociales. Esta vez levantará la voz desde el escenario: hoy presenta el álbum en la Sala Trinchera junto a Los Detectives y, de paso, mostrará su apoyo a las reivindicaciones laborales del Cuerpo de Bomberos de Málaga.

Canta «Necesito luz en la última curva para vivir como me da la gana».Parece que en Me mata si me necesitas hay más ganas de hablar de luces que de sombras y pérdidas.

Hay también partes duras y de hecho esa canción, La casa de mis padres, es una de las más dolorosas que he hecho. Sin embargo, me gustaría que el disco dejara una sensación más de libertad y de resistencia, una especie de melancolía vitalista, de aceptar la pérdida y la derrota más que de regodearse en el dolor y en la pérdida. Que fuera un dolor llevadero.

¿Ese es un aprendizaje de los años?

Supongo que sí, que tiene que ver con la experiencia y el aprendizaje de la vida, el asimilar las cosas buenas y malas que te pasan desde un punto más neutro sin regodearte en el drama ni lanzar las canciones al vuelo en la celebración. La experiencia te da equidistancia y te tomas todo con un poco más de deportividad.

¿Cuál es la gran enseñanza que extrae de casi 20 años en la música?

No dejas de aprender nunca ni dejas de descubrir músicas que te siguen emocionando. Me ha enseñado a respetar a la gente y a comunicarme con ciertas personas a través de mis canciones. Y el propio oficio me ha enseñado a mirar de una forma distinta.

Rompió con la industria casi en sus inicios y antes de que la propia industria se rompiera. ¿Veía venir lo que finalmente ha pasado?

Se veía venir. Desde fuera veías que cuando estaban ganando dinero a espuertas no había una inversión para apoyar a nuevos grupos ni para comprar auditorios donde hacer música de forma digna. Era fácil pensar que se iba a llegar a esto. De todas formas siempre están.Aunque no se vendan muchos discos en el formato de ellos, siempre están en el negocio, en Spotify y en todo. Van a seguir ganando, no se han acabado todavía.

¿Hay otra manera de hacerlo?

Me gustaría pensar que sí. Se trata de que el reparto sea más justo entre el músico, los intermediarios y las discográficas. Así se podrían hacer cosas de manera viable y sostenible.

Artistas como Javier Krahe nunca salieron de los clubs y de las salas pequeñas y siempre vivieron de la música. En un futuro, ¿se ve más en clubs que en grandes recintos?

Probablemente sí. La muerte de Krahe me pareció una gran pérdida, fue libre durante toda su vida y yo aspiro también a ser un artista libre. Realmente siempre me he considerado un músico de club, allí empecé y dentro de 20 años me veo tocando en clubs más que en estadios.

No es lo normal. Cualquier artista diría que en 20 años quiere llenar un campo de fútbol.

Mi ambición no va por ahí; lo entiendo, pero mi ambición consiste en intentar hacer cada vez mejores canciones y en mantener un diálogo con el público que viene a mis conciertos. Me interesa más ese diálogo que soñar con grandes recintos, porque además eso no tiene que ver con uno.

¿Entiende que haya quien se queje de una entrada de 25 euros?

Lo entiendo si no tienen información, porque si se ponen a hacer números mínimamente se darían cuenta de que no es así. Somos siete músicos en el escenario, hay unos siete técnicos, un productor, la gente de la sala, de marketing... Me parece que pagar 100 euros por un partido de fútbol es carísimo, pero pagar 25 euros por un concierto en el que pueden estar implicadas 30 personas no. A poco que hagas números (habitación de hotel, comida, transporte...) verás que nadie se está haciendo rico con esto. No estamos educando bien a la gente cuando piensan que una entrada de 25 euros es cara.

¿Le beneficiará la anunciada bajada del IVA cultural?

Estos últimos años han sido una sangría para el mundo del espectáculo. Me parece justo que lo bajen al 10%, pero llega tarde. Y sobre todo me parece una barbaridad que no se lo bajen al cine también. Eso indica una venganza contra el mundo del cine por su carácter combativo y sus movilizaciones. Es una decisión política y me parece que somos un país muy mediocre si utilizamos la cultura como arma arrojadiza.

Dice en un tema: «Vivo en un país enfermo que se muerde las uñas».

Lo vemos todos los días. Es algo inexplicable. Somos capaces de juzgar a gente que no ha accedido a la política todavía pero somos incapaces de juzgar a los que están robando diariamente y está demostrado. Me parece un poco esquizofrénico.

Volviendo a la primera pregunta. ¿Ha conseguido vivir como le da la gana?

Siempre tenemos ataduras y condicionantes, pero lo importante es la intención de ser lo más libre posibles. Para conseguirlo yo intento ser coherente con lo que hago.

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