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Felipe VI entrega el Premio Camino Real a Antonio Banderas.
Antonio Banderas: «Tengo fundadas sospechas de que nunca perdí el sur»

Antonio Banderas: «Tengo fundadas sospechas de que nunca perdí el sur»

El rey Felipe VI define al actor como un «español universal» al recoger el premio Camino Real del Instituto Franklyn de la Universidad de Alcalá

Francisco Griñán

Jueves, 27 de abril 2017, 00:54

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En el mismo escenario en el que hace unos días el escritor Eduardo Mendoza recibía el Premio Cervantes de manos del rey Felipe VI, la escena se volvía a repetir ayer con un cambio en el reparto. Con la repetición del monarca y la novedad del actor y director Antonio Banderas en lugar del novelista catalán. En el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, el malagueño recogía el Premio Camino Real otorgado por el Instituto Franklyn por tender puentes entre EE UU yEspaña. Un acto en el que el artista demostró que, además de intérprete carismático y director aventajado, es un guionista ingenioso y profundo. En su discurso sacó a saludar a sus dos yo. Al anónimo José Antonio Domínguez, que nació un «caluroso» agosto de 1960 en «la bella ciudad de Málaga», y al popular Antonio Banderas, «nacido mucho tiempo después bajo los creativos y locos años de la movida madrileña». Y ambos egos se apropiaron de una intervención en la que no faltó el humor, la autocrítica y el orgullo patrio.

La sonrisa del Rey Felipe VI fue la señal evidente de que el discurso «bipolar y esquizofrénico» de Domínguez&Banderas llegó a su auditorio. Así, reivindicó al «tímido y soñador» José Antonio, al que se le unió «el audaz, el conquistador de terrenos inexplorados, el rey del mambo». Y, aunque consideró que el premio iba «más a manos de Banderas», aseguró que lo compartía con su otro yo menos conocido porque «hizo algo muy importante: no olvidó de donde vino y no olvidó su tierra ni su aire ni su cielo ni su mar. Y en ese no olvidar reside parte de su esfuerzo por ser alguien coherente».

En el discurso «pactado» entre ambos personajes, Antonio Banderas tomó la palabra para mostrar su agradecimiento a Estados Unidos. Porque en la hollywoodiense California, en la hispana Florida o en el teatral Broadway aprendió de un país que se da «permiso para soñar». Y añadió que, desde la mirada «panorámica» que da la distancia, comprobó que los límites de nuestro país «no acababan en los confines de sus fronteras físicas, sino en la demarcación establecida por sus pintores, sus músicos, sus escritores, sus pensadores, sus intelectuales, sus científicos e investigadores, y su explosivo pueblo de espíritu libre e indomable». «Esto es lo que hace a España un país grande», remachó el artista malagueño que, tras recibir el premio, unió su nombre al del tenor Plácido Domingo, al cardiólogo Valentín Fuster y al jugador de baloncesto Pau Gasol.

«Con cautela»

«A pesar de todo lo que ha caído, Banderas sigue diciendo que España es sinónimo de oportunidad y de futuro», aseguró el artista que, por indicación de José Antonio Domínguez, ha aprendido a «mirarse al espejo con cautela». Esa que le devuelve en este momento una barba canosa que también le recuerda que «la naturaleza es una dictadura implacable» y que «la muerte es poco democrática», comentó en referencia a su reciente ataque al corazón. Un aviso del que el actor ha tomado nota con su vuelta a «casa».

El actor reconoce que con Trump es más difícil ser español en Estados Unidos

  • EFE. Antes de recibir el galardón, el actor Antonio Banderas se detuvo a hablar con la prensa que asistió a la concesión del galardón y admitió que con Donald Trump es más difícil ser español en EE. UU. Por ello, subrayó que «nada de lo que está saliendo de esta Administración» estadounidense «apunta a algo positivo».

  • En respuesta a una pregunta sobre si es más difícil ser español en EE. UU. desde que Trump es presidente, el célebre actor malagueño aseguró que sí, «desgraciadamente», y relató el caso de un sobrino suyo que estudió cinco años en la Universidad del Sur de California y ahora «está teniendo problemas para volver a entrar» y completar unos cursos de máster.

  • Su sobrino se ve obligado ahora a cumplir «unos protocolos que antes no existían», añadió Banderas, para quien la Administración de Trump está estableciendo «muchos más muros» que el de la frontera con México, unos «muros virtuales» que van a impedir la tradicional fluidez con que en EE. UU. se producía ese fenómeno de «fusión» a la hora de «recibir a estudiantes de todo el mundo». «Y eso no es bueno», insistió el actor, que llegó acompañado por su novia, Nicole Kimpel.

  • Banderas también ha expresado su intención de implicarse «mucho más» en la vida cultural de Málaga y se refirió a su proyecto conjunto para el cine Astoria, un «equipamiento cultural» que incluirá un teatro profesional, otro «más experimental», jazz, flamenco y «probablemente» también «una televisión de calidad». Y apuntó que tiene en la cabeza «un montón de proyectos» relacionados con su idea de aproximarse más a España en este momento de su vida.

«Banderas espera atar su barca sin haber perdido el norte y sabiendo que volverá a reunirse con José Antonio Domínguez del que tiene fundadas sospechas de que nunca perdió el sur», remachó el protagonista de La máscara del Zorro, Evita y La piel que habito.

Tras la intervención del actor, el rey Felipe VI cerró el acto con un discurso en el que puso al actor como «ejemplo de talento, ingenio y versalitidad», por lo que consideró que al jurado del premio Camino Real «no le debió costar mucho trabajo» decidir el reconocimiento. El monarca destacó que, pese a su ajetreada vida y centenares de rodajes a sus espaldas, Banderas «nunca ha olvidado sus orígenes malagueños, andaluces y españoles». «Es un español universal», concluyó.

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