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LA NUBE DOBLE

DATOS

Juan Francisco Gutiérrez

Lunes, 24 de abril 2017, 07:41

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Se agolpan los datos en un lunes de abril. Nos obstinamos en medirlo todo: la alegría, el malestar o la queja. Las noticias vienen cargadas de cifras: desde cuánto sacó Macron o Le Pen en Francia, hasta la mar de gente que hubo el viernes en La Térmica, unas 9.000 criaturas, en busca de cuentos. Seres, miles, cientos. Los números, redondos casi siempre, a veces pinchan como nunca. Sobresalen, se afilan, despuntan. Hieren o besan, depende. Como una rosa. Ayer no hubo regalos de rosas y libros pues Sant Jordi no es tradición local aquí, qué cosas. Pero el centro urbano de tantas espinas regaló un estampado colorido desde temprano. Que quizá pudo verse bien, imagino, desde el Monte Coronado.

La Málaga autóctona se hizo ya presente en los desayunos, más veloces que de costumbre. Estiman, pero no con el sentido de amar sino con el de calcular, que fueron 5.000 personas, la mayoría mujeres pero no solas, las que participaron en la V Carrera contra el Cáncer. Una marea de camisetas verdes, sonrientes y felices, que transitó a buen ritmo en una estampida feliz y sin chusma. Quizá también, en la memoria, hubo algo así como alguna pena amortiguada. Corearon recuerdos a otras mujeres lejanas: en la India o en África. Y tras este trote de reconocimiento, de valentía, vino otro, casi como en carrera de relevos. El cuerpo de Bomberos desfiló encadenado, con las bocas tapadas pero con las sirenas a tope. Vino también Pablo Iglesias, pero es lo de menos. Cuando un árbol se quema, algo tuyo se quema: cuando ellos pelean por lo suyo, algo tuyo defienden. Los bomberos están quemados pero no solos. Una cifra estimable de 4.000 personas los acompañó. Puede que estén acostumbrados al calor, pero algo les reconfortaría.

Pero los datos, que sirven para cifrar tanta solidaridad, hay veces que no valen para nada. Ayer a mediodía, una familia de Málaga regresó a su casa tras enterrar a un hijo de 22 años recién cumplidos al que habían matado en el centro unos desalmados. A ver quién encuentra un dato capaz de aliviar tanto dolor, de mitigar esa crueldad.

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