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El Cervantes rescata el telón de Ferrándiz del XIX con una «microcirugía» en público

El Cervantes rescata el telón de Ferrándiz del XIX con una «microcirugía» en público

El histórico lienzo, muy degradado por dos antiguas intervenciones «nefastas», se restaurará en el Patio de Banderas del Ayuntamiento

Regina Sotorrío

Lunes, 10 de abril 2017, 13:36

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Es «uno de los mejores telones de España», dice la restauradora Estrella Arcos. Una pieza singular del XIX que da sentido a toda la decoración pictórica del Teatro Cervantes. Y, pese a esas credenciales, lleva décadas sin cumplir su función, oculto entre los telares de la escena pidiendo ayuda «a gritos» por su crítico estado de conservación, reconoció el alcalde Francisco de la Torre. El Teatro Cervantes, a través del Ayuntamiento, y la Fundación Málaga suman fuerzas para darle la vuelta a esta realidad y restaurar el telón de boca que Bernardo Ferrándiz pintó en 1870 para la inauguración del escenario. Lo harán con una intervención casi de «microcirugía», por su complejidad y minuciosidad, con Quibla Restaura al bisturí y a la vista de todos: la sala de restauración será el Patio de Banderas del Ayuntamiento.

«Es un reto elevado a 130 metros cuadrados. Todas las dificultades que tiene, que no son pocas, se ven multiplicadas por el tamaño», admitió Arcos, de Quibla Restaura. El público encontrará por primera vez colgada la inmensa pintura en el Ayuntamiento durante la Noche en Blanco (20 de mayo), que este año invita a madrugar con la excusa de los sueños. Como este, dijo Juan Antonio Vigar, director del Cervantes y Echegaray, porque es «una aspiración de hace ya años».

A partir de entonces, ocho personas trabajarán cuatro o cinco meses con el reto de devolver el telón al Cervantes en noviembre, coincidiendo con la ópera estrella de la temporada, Turandot, coproducida por el teatro. Servirá así de cierre por todo lo alto del 30 aniversario de la reinauguración del Cervantes.

Es una labor delicada dado el avanzado nivel de deterioro de la pieza. Según los expertos, el color está en grave peligro de desprendimiento, la tela arrastra un sobrepeso por los injertos que le han ido colocando a lo largo de los años y hasta la pintura ha sido retocada según los cánones de belleza de los 50. Su estado actual es el resultado de dos intervenciones anteriores «muy agresivas y terriblemente nefastas», explicó Arcos. Al parecer, la obra empezó a deteriorarse con rapidez al poco de su creación. Se realizó entonces una primera actuación en 1902 y otra en 1954, «poco rigurosas, más de pantalla, de volver a embellecer y dar luminosidad».

Los restauradores se enfrentan a un doble desafío. Por un lado, recuperar en lo posible el aspecto decimonónico de la pintura original dañada por numerosos repintes. Se usó temple sobre temple, fundiéndose ambas capas, lo que dificulta que aflore la primitiva. Además, el telón presenta problemas en el soporte, con parches, desgarros cosidos con cuerdas e injertos de telas gruesas que le aportan un peso excesivo que deforma la imagen.

Sobre estos aspectos se actuará de urgencia en el mismo teatro antes de cualquier manipulación: se asentará el color, con peligro de desquebrajarse, y se reentelará retirando los añadidos e incorporando una tela anti-moho e ignífuga. Después, se plegará sobre un cilindro de madera gigante construido por operarios del Cervantes para su traslado.

La restauración en vivo irá acompañada de un programa de actividades, charlas y talleres para hacer partícipe a los ciudadanos, en consonancia con el «objetivo de universalizar la cultura» que defiende la Fundación Málaga, resaltó su presidente Juan Cobalea. La institución (que ya patrocinó en 2004-2005 la rehabilitación de la pintura que corona el teatro) y el Ayuntamiento se repartirán al 50% el coste de la restauración, fijado en 95.000 euros, y se buscan nuevos socios que hagan frente al IVA.

Cuando el proceso culmine, cortinaje y techo volverán a entablar el diálogo que Ferrándiz construyó en el XIX. La solemne alegoría sobre la Málaga industrial y comerciante se contrapone a la ironía que desprenden las actitudes de los personajes del telón. Con un punto en común: ambas obras rinden en el centro un homenaje a las artes, el eje de todo.

Con un presupuesto de 95.000 euros (más IVA) que asumirán al 50% el Ayuntamiento de Málaga y la Fundación Málaga, ocho profesionales intervendrán en el telón que colgará del Patio de Banderas del Ayuntamiento en un proceso de restauración abierto al público. La gente de Málaga debe implicarse y hacerse partícipe de una pieza como esta, señala Arcos. Previamente, y antes de su traslado en un cilindro de madera gigante construido por los operarios del teatro, se harán dos actuaciones de urgencia en el mismo teatro: asentar el color (que corre el riesgo de desprenderse) y rentelar (retirando los añadidos e incoporando una tela que cumple la normativa actual anti-moho e ignífuga).

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Fundación Málaga, Juan Cobalea y el director del Cervantes, Juan Antonio Vigar, presentaron esta mañana los detalles de la restauración frente al imponente telón desplegado en el escenario. Nunca se ha utilizado en la etapa municipal del Cervantes y el reto es inaugurar con él la próxima temporada lírica con la ópera 'Turandot'. Es para Vigar un sueño al que se aspira desde hace años. Por eso, avisan, el primer día de restauración abierto al público será en la Noche en Blanco, consagrada este año al mundo onírico.

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