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Varea debuta como espada de alternativa ante sus paisanos

BARQUERITO

Lunes, 27 de marzo 2017, 01:06

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castellón. El toro de la corrida de Juan Pedro fue el sexto. El papel de la corrida era el torero del país, de la vecina Almassora, Varea, que no se había estrenado todavía como matador de alternativa en Castellón. El tercero fue un toro sin el aparato ni el volumen ni la alzada del sexto. Tendencia a soltarse de salida. Varea, con fama bien ganada de capotero largo, tuvo que esperar al quite tras una primera y única vara para quitar con dos despaciosas verónicas de raro trazo y un lindo recorte.

La faena de Varea, abierta con doblones genuflexos de buen aire, fue toda entera de rayas afuera, de ortodoxa composición, ajuste en el toreo en la suerte natural pero no en los cambiados de remate, exageradamente abiertos. Sensación de torero en agraz, pero evidentes los progresos.

Saltó, en fin, el sexto toro. Ponce se había llevado en el reparto los dos toros de pobre nota: un primero andarín y renegadote, y un cuarto que se estrelló contra dos burladeros en otros tantos remates de trompazo por querer saltarlos y pagó después de banderillas las secuelas de los dos trastazos, arrastró cuartos traseros y se apoyó mucho en las manos. Con el cuarto, al que tumbó de buena estocada, se entretuvo más de la cuenta. Con el otro no. Los dos toros de López Simón salieron buenos. Las dos faenas de López Simón, firme en las dos bazas, tomaron antes o después, y previo cumulo de muletazos, la vía del efectismo, los cambios por la espalda intercalados, el desplante frontal y los circulares inversos.

El saludo de Varea al sexto fue una sorpresa: en tablas una larga afarolada en pie, que es de salida lance de riesgo y mucho color. No hubo manera de templarse y acoplarse con las arrancas tempestuosas antes de varas, pero Varea firmó media verónica espléndida y una revolera singular. Faena con mucha emoción, porque Varea no volvió la cara, ni se tomó ventajas en los momentos de apuro, se embraguetó con la diestra en toreo a suerte cargada, trató de enganchar toro por los vuelos con la zurda, remató tandas con caras trincherillas o con esos sedicentes pases de pecho tan remarcados.

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