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Anthony Jones, en una clase de acrobacia.
El doble salto mortal del circo en Málaga

El doble salto mortal del circo en Málaga

Cuatro compañías se unirán para levantar La Carpa de las Estrellas en el municipio malagueño, una residencia estable para formar y crear

Regina Sotorrío

Lunes, 27 de febrero 2017, 00:37

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Es un colega quien suele meterle a uno el gusanillo de aprender a manejar en el aire una bola, dos, tres... y hasta cuatro sin que se caigan al suelo. Pero el lema de esto es 'el más difícil todavía'. Así que el aspirante probará nuevas habilidades de equilibrio, acrobacia y contorsiones con la arena de la playa como sala de entrenamiento. Allí las caídas duelen menos. Cuando ya se sienta preparado, la calle será su primer escenario. Puede que entre entonces en una compañía, que incluso forme la suya propia, pero si quiere perfeccionar la técnica y ampliar conocimientos no le valdrán los colegas ni la calle. Tendrá que hacer las maletas y marcharse de Málaga. Así se escribe la historia de los artistas circenses, un relato que profesionales del sector intenta ahora cambiar desde las bases.

LA ESCUELA

  • uLugar. Pabellón del instituto Cánovas. Se accede desde el Teatro Cánovas.

  • uAsignaturas. Acrobacias aéreas (lunes o martes, de 18.30 a 20.30 horas), acrobacias y portes acrobáticos (miércoles, de 19.00 a 21.00 horas), circo infantil (miércoles, de 17.00 a 18.00 horas), danza contemporánea (jueves, de 19.00 a 21.00 horas).

  • uMás información. www.malagaescueladecirco.com.

La asociación Málaga Escuela de Circo (MEC) en colaboración con el Teatro Cánovas abre un espacio dedicado a la formación de futuros artistas circenses, el único especializado que existe en la provincia de Málaga. Figuras artísticas en barra, telas y trapecio, acrobacias de suelo, danza contemporánea y técnicas circenses para niños se enseñan desde este mes de febrero en el pabellón del instituto Cánovas del Castillo, cedido cuatro tardes a la semana para este fin dentro del Proyecto Thespis. Es el primer paso de una asociación que seguirá expandiendo la chispa del circo con su siguiente proyecto: una carpa estable en Pizarra, una iniciativa solo pendiente de la rúbrica del convenio alcanzado con el Ayuntamiento. Será el doble salto mortal.

Hasta 40 adolescentes y jóvenes experimentan ya la adrenalina del mayor espectáculo del mundo en la escuela del Cánovas. Es el punto de partida de algo mayor al estilo de lo que ya existe en Granada, Madrid o Barcelona: una formación reglada que genere «una buena cantera de artistas» capaces de dominar varias disciplinas. Porque ese es el nuevo circo, un arte que marca las distancias con el tradicional espectáculo de números acrobáticos, rarezas, lentejuelas y animales. El que ahora se impone fusiona dentro de un argumento técnicas imposibles con interpretación teatral y movimientos de danza. Y Andalucía es un referente en esta manera de hacer con nombres como el del malagueño Miguel Ángel Moreno 'Bolo', fundador de la compañía Vaivén y Premio Nacional de Circo.

«Durante años el circo ha estado reservado al mundo del feriante, del que se buscaba la vida con carromatos de pueblo en pueblo buscando sorprender con personas y habilidades diferentes. Pero ahora es un arte que puede llegar a todas partes, lo encuentras en la calle, en una carpa, en la televisión o en un teatro», argumenta el malagueño Anthony Jones, director artístico de MEC y fundador de Kristall Zirkus.

La moda del aéreo

Su compañía unida a La Fáctica Danza y Gate 52 sustentan la asociación e imparten formación en la escuela. Lo más demandado: la acrobacia aérea. Más de 20 alumnos trabajan con telas, trapecios, aros y red, una nueva modalidad del circo contemporáneo. En palabras de Anthony Jones, «está de moda». Tiene los ingredientes básicos del circo, el riesgo y la espectacularidad, y se ha popularizado fuera de la carpa en eventos, desfiles y hasta en discotecas. «Es una disciplina muy comercial», argumenta.

Se cubre así un hueco en la provincia, carente de un lugar donde aprender circo desde que desapareciera La Sala Pirueta de la compañía Rolabola hace más de una década. Casi el mismo tiempo que falta un punto de encuentro de artistas circenses. «Porque siempre hemos estado entrenando en las calles y plazas, pero tenemos la necesidad de un lugar en el que reunirnos y trabajar en proyectos conjuntos», defiende Anthony Jones.

Y de ahí, el segundo proyecto de la asociación malagueña: recuperar el espíritu de La Carpa de Pizarra. En un campo de fútbol de la localidad se levantó durante varios años una carpa rodeada de caravanas que servía de residencia para compañías circenses de Málaga y Andalucía. Generó numerosas sinergias, creó su propio festival y fue el germen de la actual Asociación de Circo de Andalucía. Cuestiones políticas y burocráticas acabaron por desmontarla hace diez años. Pero está a punto de volver.

Málaga Escuela de Circo firmará un convenio con el Ayuntamiento de Pizarra para instalar una nueva carpa en los terrenos de un albergue del municipio. La idea es empezar a levantar la estructura en Semana Santa. Será 'La Carpa de las Estrellas. Espacio de Residencia', un lugar donde combinar la formación con un «laboratorio de circo y danza», un centro para la experimentación y producción de montajes. Es lo que necesitaban, lo que llevaban años buscando, un espacio estable donde fomentar la creatividad y generar industria circense desde Málaga. Porque la provincia cuenta con veteranos artistas que se mueven por toda la geografía, como Alfonso de la Pola 'Rolabola' y Manolo Carambolas, pero demanda un nexo de unión entre todos. A las tres compañías que integran la asociación se unirá en esta iniciativa la compañía de la bailarina de danza contemporánea Ximena Carnevale.

Una vez se selle el convenio se pondrá en pie una carpa elíptica de seis metros de altura, 17x16 metros cuadrados y aforo para 150 localidades. Es azul y con estrellas blancas, de ahí su nombre: La Carpa de las Estrellas. Entonces ya estarán listos para tocar el cielo. El más difícil todavía.

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