Secciones
Servicios
Destacamos
Francisco Griñán
Jueves, 23 de febrero 2017, 00:05
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Pese a esa imagen de provocador que se tenía de Bigas Lunas, en las distancias cortas todos lo recuerdan como un ser entrañable. Y en los rodajes se ganaba a todo el mundo. Incluso los actores con los que había trabajado lo llamaban «Papá Bigas», como ha reconocido el propio Javier Bardem, al que dio la oportunidad de su vida en Jamón, jamón. No solo lo situó como actor, sino que además ese rodaje le dio la oportunidad de conocer a la que es hoy su mujer, Penélope Cruz. Precisamente, el nombre de la actriz internacional aparece en una de esas notas que, después de cumplir su función de recordatorio, el cineasta usaba como base para sus dibujos. «En esta está el teléfono de la actriz, pero lo hemos tapado vaya a ser que todavía conserve el número», explicaba ayer la comisaria Raquel Medina, que ha optado por la discreción.
Esa afición por el reciclaje hizo que Bigas Luna usara sus propios guiones como lienzo de sus obras sin ocultar la anotaciones origianles entre las que se pueden leer tanto viajes, como hoteles en los que se hospedó el director o nombres y señas de productores, actores y miembros de la industria del cine. La exposición 'El otro Bigas Luna' se inauguró ayer en la Sala de la Coracha del Museo del Patrimonio Municipal y se podrá ver hasta el próximo 30 de abril.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El cántabro que inventó la Vuelta
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.