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Ignacio (izqda.) y Javier Almeida, principales responsables de Artetoro.com
Del ruedo al mayor escaparate del mundo

Del ruedo al mayor escaparate del mundo

El artista malagueño Ignacio Almeida lanza Artetoro, en la que exhibe su particular reinterpretación de este animal

Isabel Méndez

Sábado, 7 de enero 2017, 00:14

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Su pasión es el dibujo. A él ha dedicado toda su vida: es licenciado en Bellas Artes, ejerce como docente en este campo en Torremolinos y, además de pintar cuadros para conocidos y por encargo, ahora suma su nuevo reto, por supuesto relacionado con los pinceles. El artista Ignacio Almeida Santolaria (Málaga, 1971) es el artífice, junto a su hermano Javier, -su alter ego en este ambicioso plan- de Artetoro.com, una plataforma online en la que exhibe sus obras, por las que ya se han interesado coleccionistas y particulares de Estados Unidos, Suiza, Reino Unido y Francia. De hecho, según destacan, son los ciudadanos de estos países los que hasta el momento más han demandado sus obras a través de esta web, de reciente creación.

Hasta ahora Almeida, cuyos trabajos pueden adquirirse también en el Museo Picasso de Málaga y en la céntrica tienda Alfajar, había tomado parte en algunas exposiciones pero siempre en el ámbito de su ciudad. Hasta que hace unos meses, a raíz de una serie de casualidades personales, según explica, se atrevió a dar el salto a Internet respaldado por sus padres y su hermano Javier, con el que nunca había coincidido laboralmente hasta ahora, para dar vida a este proyecto familiar, que sirve de escaparate para este creador, especialmente conocido por su particular reinterpretación del toro. En sus cuadros el protagonista es sólo y exclusivamente este animal, al que representa lejos del arte de la lidia, los cosos o los lances con los toreros, y al que retrata utilizando distintas técnicas y ofreciendo una perspectiva distinta (y abstracta) de la habitual.

¿Y por qué eligió este motivo? Siempre me ha atraído mucho este animal, ya desde la Facultad (en Granada) lo pintaba bastante. Mi madre enmarcó algunos de mis cuadros y como gustaron bastante me decidí a seguir haciéndolos", destaca Almeida, que insiste en que su obra va mucho más allá del típico souvenir taurino dirigido a turistas.

En Artetoro se ofrece al visitante la posibilidad de elegir entre una lámina de un toro individual o confeccionar una composición de cuatro (ha elaborado 150 modelos existentes), realizada totalmente al gusto de su destinatario realizada mediante impresión Giclée sobre un lienzo de 350 gramos que garantiza una durabilidad de la obra de cien años.

Y es que en esta empresa familiar, según destaca Javier Almeida, se cuida al máximo hasta el mínimo detalle, por lo que se colabora con compañías malagueñas veteranas en sectores del embalaje y los marcos para garantizar que la obra llegue intacta a su dueño, por muy lejos que esté de Málaga. "La fortaleza de Artetoro es el equipo humano en torno al artista" (que como suele ser habitual rehúye de la notoriedad de ahí la importancia del empuje de los suyos para lanzarse a esta empresa) según resalta orgulloso Javier Almeida, que confiesa que antes de lanzarse al mercado estuvieron más de tres meses de reuniones para dar vida a este proyecto y definir todas sus vertientes.

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