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'La bendición de los campos' de Viniegra.
Los mejores pintores del XVI al XX

Los mejores pintores del XVI al XX

El depósito del Museo del Prado permiteal Museo de Málaga, a diferencia de otros, sostener una representación continuadadel arte español

javier barón

Martes, 13 de diciembre 2016, 00:44

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Una parte fundamental de las colecciones del Museo Nacional del Prado está constituida por lo que se denominaba Prado disperso. Es un conjunto integrado por los depósitos de numerosas obras que completan y enriquecen las exposiciones permanentes de casi todos los museos españoles de bellas artes y de algunas instituciones de alta representación. Fruto de los esfuerzos de las últimas décadas ha sido la localización, el inventario, la publicación y la difusión de ese amplísimo acervo de obras constituido, en su mayor parte, por pinturas.

El área del Museo del Prado que en mayor medida ha nutrido los depósitos en los Museos españoles es el de Pintura del Siglo XIX. De las 2.698 obras que comprende, 1.227 están en depósito. Entre las obligaciones del Prado se encuentra la tutela en la conservación y restauración de estas obras que, como indicó hace años Alfonso Pérez Sánchez, «son tan Prado como Las meninas». De ahí las revisiones y restauraciones, supervisadas o incluso realizadas por el Taller del Prado, centro de referencia mundial en su ámbito. Así, en los últimos años se ha supervisado por el Prado la restauración, en Málaga, de numerosas pinturas del museo y se han restaurado en el Taller del Prado al menos cinco obras depositadas en el Museo de Málaga, entre las que destaca por su importancia y dimensiones la gran obra La bendición del campo en 1800 de Salvador Viniegra que puede contemplarse por vez primera en varias décadas en todo su esplendor gracias al competente trabajo del Taller del Prado.

Es esta la obra de mayores dimensiones entre las depositadas en el Museo de Málaga, que es la institución que se ha beneficiado del mayor número de obras en su depósito. Suman un total de 125, fruto de sucesivos depósitos realizados en 1919, 1931, 1961, 1971 y 2016. De ellas, 89 corresponden a pinturas del siglo XIX, que permiten formar una excelente representación de la pintura española de aquella centuria con algunas addenda de pintura europea, entre ellas el Autorretrato del artista francés Léon Bonnat.

De ese conjunto forman parte cuadros de pintores de la mayor calidad que, por ello, están representados en la colección permanentemente expuesta en el Prado. Es el caso de Vicente López, Federico de Madrazo (con 3 obras en Málaga), Carlos de Haes (con 3 obras), Vicente Palmaroli (con 3 obras en Málaga), Lorenzo Vallés, José Jiménez Aranda (con 3 obras), Francisco Domingo, Emilio Sala (con 6 obras en Málaga), Eliseo Meifrén, José Moreno Carbonero, Enrique Simonet (con 4 obras en Málaga) y Joaquín Sorolla.

La presencia de estos 12 artistas asegura un índice de representación muy alto de los mejores pintores españoles en aquella centuria. A ello hay que añadir otros maestros relevantes que estarían presentes en las colecciones permanentes del Prado de contar con mayor espacio. Entre los que se hallan José Gutiérrez de la Vega (con 2 obras en Málaga), Eduardo Zamacois (con 2), Casto Plasencia, José Gartner de la Peña, Manuel García Rodríguez y José Villegas, antiguo director del Prado, con 3 obras.

A esto se añaden las más de 30 pinturas de colecciones anteriores del Prado, entre las que destacan obras de Juan Correa de Vivar, Luis Morales, Vicente Carducho, José de Ribera, Bartolomé Esteban Murillo y Antonio del Castillo. Así, se reúne un elenco muy destacado de pintura española entre los siglos XVI y XX, que permite sostener una representación continuada del arte español. Esto es algo infrecuente en los museos de nuestro país, cuyas colecciones están confinadas, a menudo, en los límites de la localidad o la región. Es naturalmente importante atender esta vertiente local, pero también lo es alimentar la ambición de mostrar el arte español como lo hace el Museo de Málaga, en buena medida gracias al depósito del Prado. Y en ese depósito la especialísima atención al siglo XIX, siglo de la máxima significación histórica para Málaga, adquiere una proyección muy destacada y de calidad sobresaliente.

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