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Manifiesto

SALVADOR MORENO PERALTA

Lunes, 12 de diciembre 2016, 01:21

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Queridos malagueños y malagueñas, queridos paisanos:

Es el de hoy un acto de afirmación cívica: un acto en el que los malagueños, sacudiéndonos el tópico de sociedad invertebrada, nos aglutinamos como una piña para hacer una demostración de autoestima y orgullo ciudadano: y lo hacemos reclamando para el arte y la cultura uno de los mejores legados arquitectónicos que nuestra historia nos dejó: lo hacemos, en definitiva, reclamando el derecho a la cultura.

Pero por encima de éste y cualquier otro derecho hay uno primordial e inalienable: el derecho a la vida. Pues bien, esta manifestación jubilosa por el optimismo en nuestra capacidad para encauzar el futuro se ha visto hoy empañada por el vil asesinato de José Luis Caso, concejal del Ayuntamiento de Rentería a manos de la banda terrorista etarra. Ningún atentado al derecho a la vida, por distante que sea el lugar en donde se cometa, puede sernos ajeno como seres humanos y éste, si cabe, nos golpea con mayor contundencia como españoles y demócratas. Por eso, para manifestar nuestra repulsa por esta infame fechoría, como testimonio de dolor y solidaridad con la familia de José Luis Caso y de todo el pueblo vasco en su lucha por la convivencia en paz, antes de continuar con este acto vamos a guardar respetuosamente un minuto de silencio.

MANIFIESTO

La cultura a todos nos pertenece y a todos representa. Como cauce de las aspiraciones de todo un pueblo al conocimiento, es deber de los representantes de este pueblo -en los cuales delega el cumplimiento de su voluntad- trabajar por ella, ofreciendo vías, espacios y medios para que la cultura sea parte fundamental de la personalidad e identidad ciudadanas.

En el momento presente, Málaga se encuentra de nuevo en una encrucijada que la puede llevar definitivamente al siglo XXI, o la puede relegar al anquilosamiento de épocas pasadas. Ante esta situación hemos de procurar que la cultura no sea para los malagueños algo que se desvanezca de forma irreparable, y de lograr que nuestras autoridades antepongan a cualquier otra consideración el derecho, pero también el insoslayable deber, de mantenerla.

La apertura de un Museo Picasso para Málaga es motivo indudable de satisfacción y orgullo para los malagueños, pero no puede ni debe significar la privación a esta ciudad de su Museo Provincial de Bellas Artes que, aparte del valor intrínseco de sus fondos, resulta clave para entender a nuestro genial artista. Así pues, es obligación de todos los malagueños conseguir que las autoridades pertinentes compartan el sentir del pueblo de Málaga y, en su condición de representantes de la voluntad popular hagan posible, en breve, las siguientes demandas:

1.- Cese definitivo del uso burocrático y administrativo del palacio de la Aduana, con el traslado de ese uso a otro edificio, acorde con la dignidad y respeto debidos a la Institución que hoy alberga.

2.- Habilitación de este palacio para ubicar en el mismo la nueva sede del Museo Provincial de Bellas Artes y toda actividad museística y cultural compatible, con objeto de hacer de la Aduana un centro vivo, referente, emisor y transmisor del Conocimiento, el Arte y la Historia de nuestra ciudad.

No está de más recordar que cuando este edificio se construyó en 1791 para sustituir a la antigua Aduana de Puerta del Mar fue considerado por los malagueños como un símbolo del auge económico de la ciudad, como una promesa de futuro y de modernidad que habría de encontrar su gloriosa expresión en el siglo XIX. Hoy queremos que esta reclamación tenga la misma carga simbólica de cara a un prometedor siglo XXI cuyo tren no podemos perder. Y no está de más recordar también que se cumplen ahora veinticinco años de otra gran manifestación ciudadana, aquí, frente a esta misma fachada, para exigir una Universidad para Málaga, lo que hoy es una venturosa realidad. Hagamos entre todos que esta historia se repita y que esta iniciativa espontánea, surgida de lo más noble, profundo y solidario de nuestra conciencia colectiva, tenga el mismo desenlace.

Muchas gracias a todos por venir, y creo estar recogiendo fielmente el sentir de todos vosotros si digo que nunca, nunca como hoy, he experimentado con más intensidad el orgullo de ser malagueño.

Málaga, 12 de diciembre de 1997.

(Texto redactado y escrito por Salvador Moreno Peralta en la primera manifestación celebrada)

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