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La niña blanca.
Una bomba en blanco y negro contra el franquismo

Una bomba en blanco y negro contra el franquismo

El Reina Sofía valida el legado de Afal, la asociación de "reporteros humanistas" que descubrieron la fotografía española al mundo en plena dictadura

Miguel Lorenci

Lunes, 30 de mayo 2016, 16:06

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La fotografía de Afal fue una bomba en blanco y negro que estalló en la cara del franquismo. En plena década de los cincuenta, cuando el régimen quiere lavar su imagen ante el mundo, un grupo de jóvenes fotógrafos se agrupa en Almería en torno a un asociación y una revista y contacta con colegas de todo el país. Retratan una España que no existe para la dictadura. Reflejan la miseria y el atraso que Franco quiere ocultar. Sus veraces imágenes, plenas de autenticidad, son verdades como puños, jirones de vida sin trampa ni cartón. Y topan, claro, con la censura. Pero descubrieron al mundo 'otra' fotografía española "al mismo nivel o superior de lo que se hacía entonces en Europa", según Carlos Pérez-Siquer, impulsor y alma de Afal.

Más de medio siglo después, el Museo Reina Sofía reivindica ese legado con la muestra 'Humanismo y subjetividad en la fotografía española de los años 50 y 60. El caso Afal', que reúne la esencia de aquel grupo que hizo con sus cámaras una revolución silenciosa. Son más de 70 imágenes y abundante material documental de la Agrupación Fotográfica Almeriense (Afal), un colectivo heteróclito y sin estilo propio pero crucial para el avance de la fotografía española del siglo XX. El museo recibirá ademas un dotación de 300.000 euros del empresario y abogado Adolfo Autrich para comprar obra fotográfica de la época, investigar ese periodo crucial y crear una sala dedicada a Afal en el museo.

Como "una extraordinaria generación reporteros humanistas" que marcaron "un punto de inflexión para la fotografía y el arte del siglo XX" se refiere el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, a los fotógrafos de Afal. El grupo, que reflejó "una situación compleja y plural", nació y creció alrededor de una revista especializada en fotografía y cine que se publicó entre 1956 y 1963. Para su supervivencia fue fundamental la aportación desinteresada de José María Artero García (Almería, 1928-1991) y Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930), sus directores.

El legado de Pérez Siquer, hoy en el Reina Sofía, está en los cimentos de la muestra que es una de las citas ineludibles de PhotoEspaña 2016. Comisariada por Laura Terré Alonso, reúne obras y documentos que retratan el panorama fotográfico de los años 50 y 60 en España. Lo hace a través de los trabajos de autores como José María Artero, Leonardo Cantero, Joan Colom, Gabriel Cualladó, Francisco Gómez, Gonzalo Juanes, Ramón Masats, Oriol Maspons, Xavier Miserachs, Francisco Ontañón, Carlos Pérez Siquier, Alberto Schommer o Ricard Terré. Hay también imágenes de otros grandes fotógrafos ajenos al grupo, como Catalá-Roca, Gerardo Vielba, Virxilio Vieitez, Juan Dolcet, Rafael Sanz Lobato o Sigfrifo Guzmán.

Presuntos tenebristas

"Afal fue la puerta al mundo de la fotografía española de entonces", se felicita Calos Pérez-Siquer, alma mater del grupo que retrató la miseria del barrio almeriense de La Chanca y que recordaba hoy como la propaganda franquista trató de ningunearles. "Cuando presentamos nuestro trabajo en París, el embajador de turno temió por su puesto y explicó que aquellos fotógrafos interpretábamos la realidad, no la fotografiábamos. Que la España que retratábamos no era la auténtica. Que éramos parte de la tradición del tenebrismo español en la que se integraban Solana, Valdés Leal o Goya", recuerda Pérez Siquer sobre la exposición colectiva organizada en 1959 en París, junto al Club Photographique les 30 x 40, que también viajó a Berlín, Moscú y Milán.

"Había una España doliente y oscura que el régimen no quería que saliera la a luz y que nosotros mostrábamos. Ortiz-Echagüe encarnaba la fotografía oficial y nosotros apostábamos por otra visión más real y vanguardista, pero se nos acusó de retratar la misera", agrega Pérez-Siquer. "Se hacía una fotografía banal e insustancial y a nosotros nos chirriaba lo de fotografía artística. Nuestro empeño era documentar la vida", resume el fotógrafo.

Para Pérez-Siquer no deja de ser un milagro que en una ciudad como Almería, "entonces el culo del mundo", se fraguara aquella vital y revolucionaria agrupación con fotógrafos de toda España. También es un milagro para la comisaria la creación de aquel movimiento "que aguanta y vive" y que logró comprender la estética de la verdad inspirándose en las tendencias del documental neorrealista y del reportaje humanista que se desarrollaban fuera de España.

La exposición incluye el proyecto '11 fotógrafos españoles a París', organizado en 1962 por Comissariat Général du Turisme del Estado francés en Barcelona, para promocionar el turismo español hacia Francia. Entre los certámenes internacionales en los que participó el grupo destacan el Salon Albert I de Charleroi (Bélgica) y la Bienal de Pescara de 1958.

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