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MIGUEL LORENCI
Jueves, 5 de mayo 2016, 00:53
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El cómic entra en el Museo del Prado con la línea clara de Max. El dibujante catalán, Francesc Capdevila en su DNI, se inspiró en los enigmas del Bosco para facturar 'El tríptico de los encantados (Una pantomima bosquiana)'. Con su sencilla y seductora historieta el museo da carta de naturaleza al cómic y abre la celebración del V centenario del Bosco, que culminará con la histórica exposición con el grueso de su obra e inicia un prometedor idilio con el cómic, el noveno arte para muchos.
Max leyó cuanto pudo sobre el Bosco. Le sedujo la interpretación del filósofo Michael De Certeau, según el cual la obra del genial pintor holandés es «la expresión de una duda y un juego de enigmas sin respuesta».
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