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El mundo de Frida Kahlo se acerca a los niños

El mundo de Frida Kahlo se acerca a los niños

El Pompidou mima al público infantil con un taller-exposición sobre la vida y obra de la artista mexicana

Regina Sotorrío

Jueves, 4 de febrero 2016, 16:16

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Entraron sin ni siquiera saber exáctamente de dónde era. "¡De América!". Pero salieron conociendo cómo era su casa, los problemas de salud que padeció, le pusieron cara a sus padres, se enteraron de quién era su marido y descubrieron cómo pintaba. El Pompidou mima al público infantil con la exposición-taller 'Frida y yo', un recorrido por la vida y la obra de la artista mexicana que hasta el 12 de junio acerca a los más pequeños su universo vital y creativo.

Sin darse cuenta, a través del juego que proponen 16 dispositivos, el niño descubre a Frida Kahlo e incluso se pone en su lugar. El punto de partida es el autorretrato que de ella se expone en Málaga, el único cuadro con su firma que se exhibe en un museo Europeo. Los pequeños podrán recomponer ese cuadro a su antojo con las flores y los pájaros que adornan la pintura y podrán también tomar una imagen de sí mismos. En un espacio acondicionado como cabina fotográfica, con distintos fondos que trasladan a lugares comunes en la vida de la artista, el pequeño se convierte en protagonista del cuadro.

De esta manera, se relacionan con su obra. Pero hay algo que les llama la atención. En los autorretratos ella nunca sonríe. Se les introduce entonces en el dolor y la enfermedad que siempre le acompañaron, pero desde un punto de vista nada dramático. Desde que sufrió un accidente en autobús, Frida Kahlo tuvo que enfrentarse a numerosos problemas en sus huesos. El dolor le acompañó toda la vida pero fue, precisamente, ese accidente el que le forjó como creadora. Postrada en una cama durante meses, le pidió a sus padres que le pusieran un espejo en la estructura de madera que hacía las veces de techo para poder ver algo más y le adaptaron un caballete para poder pintar tumbada. Esa cama se reproduce en 'Frida y yo' para que los niños experimenten sus sensaciones y dibujen mientras están acostados. Un esqueleto a modo de puzzle indica además las muchas secuelas que el choque le dejo en su cuerpo.

Su familia

En otro capítulo de la muestra, se reconstruye su árbol genealógico y se conoce a Diego, su marido. "Tenía 20 años, 20 kilos y 20 centímetros más que yo", decía ella. Esa diferencia física se plasma en sus siluetas recortadas sobre un panel en el que se reflejan los pequeños visitantes. La importancia que el jardín, los sonidos de la naturaleza y los animales tenían para ella se observa en otra instalación en la que el menor se deja envolver por ese ruido de los pájaros, del arroyo, de los perros... Un centro de información donde se cuenta su vida en audios y vídeos accesibles para los pequeños y un puzzle que refleja su faceta surrealista completan la exposición-taller.

Este propuesta, producida conjuntamente por el Centre Pompidou París y el Ministerio de Cultura del Estado de Guerrero (México), se estrena en España en Málaga tras su paso por París, México y Liverpool. La entrada es libre y gratuita para todos los públicos, pero está especialmente dirigida a niños y niñas de entre 5 y 12 años.

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