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Juan Antonio Vigar, el nuevo responsable de los teatros municipales, posa en el escenario del Cervantes.
«Queremos que el Echegaray sea también un centro de producción para compañías locales»

«Queremos que el Echegaray sea también un centro de producción para compañías locales»

Juan Antonio Vigar, director de los teatros Cervantes y Echegaray y del Festival de Málaga, se marca los retos de diseñar una programación «con un discurso coherente» y captar patrocinios

Regina Sotorrío

Sábado, 1 de agosto 2015, 15:51

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En dos días se sentará por primera vez en su despacho del Teatro Cervantes, a pocos metros del que ocupa y seguirá ocupando en el Festival de Málaga-Cine Español. Será entonces cuando en la práctica tome las riendas de la gestión de los escenarios municipales, pero en la teoría Juan Antonio Vigar piensa como gerente desde que se confirmó su nombramiento. Metódico, minucioso, disciplinado y prudente al máximo, el nuevo responsable de los teatros Cervantes y Echegaray tiene ya en su cabeza una idea clara de cómo quiere que sea esta nueva etapa. La cuenta a grandes rasgos, sin querer entrar en el detalle hasta que no estudie en profundidad la realidad de estos espacios. Se impone, cómo no, la prudencia. Pero con ella y todo, Vigar adelanta algunas líneas: apuesta por dotar al Cervantes de «un discurso coherente» que rompa con esa imagen del teatro como cajón de sastre; aspira a convertir el Echegaray en un centro de producción y exhibición para Málaga y, sobre todo, «con Málaga»; y se empleará a fondo en la captación de patrocinios para equilibrar las cuentas.

Nueva etapa y doble de responsabilidad, ¿cómo lo afronta?

El Cervantes es un espacio público y, por lo tanto, gestionar cultura y hacerlo con vocación de servicio público es una enorme responsabilidad. Pero por otro lado lo afronto con la máxima ilusión. La posibilidad que me brinda la gestión del Teatro Cervantes es enormemente atractiva, interesante y un reto maravilloso.

«Enorme potencial»

¿Ni un ápice de preocupación por lo que se le viene encima?

Evidentemente, sí. Soy una persona realista. Tengo que estudiar y analizar con detenimiento cuál es esa situación de partida en el Teatro Cervantes, más con hechos, cifras y datos que con sensaciones o impresiones que pueda tener como mero espectador o como ciudadano de Málaga.

¿Y qué sensaciones tiene como espectador del teatro?

Es difícil que ahora como gerente me sitúe de nuevo en el planteamiento del espectador. Independientemente de la valoración que se pueda hacer de la programación, lo que más me sigue impregnando como ciudadano es el enorme potencial que tiene el conjunto escénico del Cervantes y el Echegaray. Y como teatro público te da los mimbres más ideales para poder trabajar en la mayor amplitud de situaciones ante las que un gestor cultural se puede encontrar: la gestión de fondos públicos, la gestión eficiente de un espacio y el generar una programación con un discurso.

¿Cómo sería ese discurso?

Creo que probablemente la diferencia que podamos encontrar en un futuro será que intentaremos profundizar más en el discurso de programación y que la programación del teatro sea una suma razonable y racional de cosas; y no una suma que en un momento dado te pueda restar en coherencia e incluso en credibilidad.

Una de las principales críticas al Cervantes es la falta de filosofía clara, el ser un cajón de sastre en el que todo cabe.

Opino que el eclecticismo debe ser una estrategia pero nunca un objetivo. Es posible que la programación del Cervantes sea ciertamente ecléctica y suponga la suma de muchos elementos, más que un discurso programado con unos objetivos. Pero yo soy persona de no hacer valoraciones del trabajo ajeno. Me preocupo de analizar lo que yo quiero hacer, porque es cierto siempre que en la gestión cultural una cosa es lo que uno sueña con hacer y otra cosa es el sentido orteguiano de yo soy yo y mi circunstancia. Y en este tipo de instituciones las circunstancias son muy diversas, de naturaleza económica, desde el punto de vista de recursos técnicos...

Modelo ideal

¿Cuál es su modelo ideal de teatro?

El modelo ideal con el que yo sueño es un teatro con un discurso cultural que parta de unos objetivos, que tenga unas estrategias para su consecución y que sea coherente. Por otra parte, sueño con un teatro que no solo sea para Málaga sino con Málaga, una filosofía que ya vengo aplicando en el Festival de Málaga. Queremos construir un discurso de programación en el que Málaga tenga mucho peso.

¿Por ejemplo? ¿De qué manera?

En esa línea, hay un proyecto que había planteado hace algún tiempo Miguel Gallego. La intención es que el Echegaray no sea una réplica del Cervantes a otra escala en cuanto a programación, diversidad y eclecticismo; sino que sea una entidad propia, un centro de exhibición y, a corto plazo, también de producción escénica en el que la presencia de las compañías malagueñas esté muy bien estructurada, que sea como un laboratorio de ideas. Y en cuanto a la exhibición, hablaremos con el Área de Cultura del Ayuntamiento para recuperar el proyecto de Red Málaga al que distintas salas públicas y privadas se puedan unir para que todo sea un proceso mucho más coherente y con más recorrido. Y por qué no, también le plantearemos a la Diputación la posibilidad de que se amplíe a la red de espacios escénicos de la provincia. Queremos crear así un centro de producción y exhibición en red con el Echegaray como base.

Con el presupuesto actual, ¿el Cervantes es un proyecto viable?

Tengo la sensación de que es un presupuesto que no está ajustado a las necesidades reales de este momento de la empresa. Tengo que hacer un estudio más pormenorizado, pero por su estructura en cuanto a recursos de personal, tiene unos gastos estructurales altos que hacen necesario que los recursos complementarios para cubrir estos gastos sean mayores. ¿Que esos recursos los tenga que aportar solo el Ayuntamiento? Probablemente no. Tendremos que hacer un esfuerzo por convencer al Ayuntamiento de que quizás necesitemos en este periodo una ayuda adicional, pero también tenemos que hacer un esfuerzo significativo en el capítulo de patrocinios. Hay que captar recursos privados. Porque por mucho que se intente que la taquilla sea lo suficientemente rentable respecto a los gastos de producción y exhibición de las obras, en estos momentos tengo la sensación de que no se termina de equilibrar la totalidad del presupuesto.

De nuevo, aplicar lo hecho en el Festival de Málaga en el teatro.

Está claro, y ya incluso hay algunas empresas que se han dirigido a mí con la intención de empezar a hablar en este sentido. Tenemos que ser capaces de reformular todo lo que es la programación del teatro, y específicamente los grandes eventos como pueden ser el Festival de Teatro, el Festival de Jazz o el propio Terral, y construir sobre ellos propuestas atractivas que hagan a su vez atractivos a los patrocinadores el invertir en este proyecto. Es un reto y es complejo, porque partimos de una situación prácticamente de patrocinio nulo, peo no pierdo la ilusión.

¿Un teatro municipal tiene que hacer una programación al gusto de todos?

Sin duda. Hay que hacer una programación que debe ser del gusto general pero con calidad y con un discurso que la vertebre. Como soy muy metódico, me puse en un folio la palabra Cervantes, y a veces las palabras te enseñan el camino. La separé en sílabas y encontré tres ideas fuerzas. CER de cercanía: con las artes escénicas locales y también con el público, a través de lo mejor de lo comercial que puede haber en este momento, y que intentaremos que venga aquí. VAN de vanguardia. El teatro tiene que ofertar nuevas miradas, los lenguajes más novedosos. Y TES de la temporada sinfónica. Hay que reforzar mucho la relación con la Orquesta Filarmónica, que debe encontrar aquí su sede natural y que tiene que desarrollar una programación en las mejores condiciones posibles. Y, por supuesto, trabajar por la Temporada Lírica. Sé que es complicado porque requiere unos recursos muy elevado, pero es un reto al que tendremos que buscar solución.

«Nos falta coger foco»

El Cervantes ocupa el número 55 de las cosas que hacer en Málaga en Tripadvisor. ¿Falta visibilidad?

Sin duda. Creo que nos falta coger algo de foco, en principio foco nacional. Tenemos que reformular lo que ahora hay para que el Festival de Teatro o el Terral, eventos que tienen potencialmente capacidad para traspasar las fronteras de lo local, lo puedan hacer. El problema será conseguir los recursos. Con buenos patrocinios podríamos lograr que esos eventos crecieran.

Un público muy olvidado es el residente extranjero.

Una de las grandes asignaturas pendientes que tiene el Teatro Cervantes es ganar nuevos públicos y fidelizarlos. No basta con que ocasionalmente ese público vaya al teatro, es necesario que una vez que llegan se queden. Diseñaremos un conjunto de acciones dirigidas a la captación de nuevos públicos y trabajaremos en los criterios de fidelización.

Duplicar responsabilidades, ¿no perjudicará al festival de cine?

No va a afectar. El proyecto del festival, que aún va a crecer, está muy claro ya. Tenemos el MaF, el Screen TV, el Cine Abierto, el Festival de Cine Clásico, el cine en los distritos. Todo eso mi equipo lo tiene marcado en el ADN del festival, saben lo que quiero y cómo lo quiero. Ahora mismo en el festival me estoy ocupando de lo grande, de lo mediano, de lo pequeño y de lo ínfimo. Y mi equipo me va a ayudar para que lo ínfimo y lo pequeño ya no tenga que asumirlo.

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