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Las seguidoras del cantante llevan haciendo cola desde hace una semana.
«¿Lo peor de Pablo Alborán? Que es demasiado perfecto»

«¿Lo peor de Pablo Alborán? Que es demasiado perfecto»

Decenas de fans hacen cola desde hace una semana frente al campo de fútbol de Torremolinos, donde el malagueño actuará el sábado

Alberto gómez

Jueves, 30 de julio 2015, 19:31

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Son las tres de la tarde y el termómetro roza los cuarenta grados. Varias tiendas de campaña dibujan el horizonte normalmente desértico de la explanada de entrada al campo de fútbol El Pozuelo, en Torremolinos. Decenas de personas, en su mayor parte adolescentes, se protegen del calor bajo la sombra de un improvisado toldo. Llevan aquí desde hace siete días, y aún quedan dos para alcanzar su objetivo: conseguir estar en primera fila del concierto que Pablo Alborán ofrecerá el sábado. Entre Mar, la más pequeña, de 13 años, y Laura, la «mami» del grupo a sus 41 años, hay admiradores de todas las edades, aunque la media se acerca a la veintena.

La organización de estos diez días de acampada está estudiada al milímetro. Estos «alboranistas y no alboranes, como nos llaman a veces» solicitaron hace casi un mes un permiso al Ayuntamiento de Torremolinos para establecerse temporalmente frente al estadio. Tras recibir el visto bueno del Consistorio, cada grupo de fans decidió dividirse en tres turnos diarios: de nueve de la mañana a cuatro de la tarde, de cuatro a diez de la noche y desde las diez a las nueve de la mañana. En concreto, son seis grupos y unas 200 personas, pero a cada turno acuden entre cinco y siete representantes. Hasta el día del concierto, cuando se junten por primera vez. ¿La recompensa? Ver a su ídolo de cerca.

Sus familias no están del todo de acuerdo «Nos dicen que estamos locos», pero las madres son parte indispensable de este engranaje. Algunas pasan las noches con sus hijas, sobre todo en el caso de las más pequeñas, y abastecen a los grupos con tuppers con toda clase de comida, desde macarrones a filetes empanados. «La verdad es que nos hinchamos de comer, no hacemos otra cosa», admite una. «Bueno, de comer y de criticar», corrige entre risas Alejandro, uno de los pocos chicos del grupo. En septiembre comenzará tercero de ESO y su admiración hacia Alborán forma parte de un peculiar credo: «No somos como los fans de los Gemeliers».

Marina, Micaela, Anabel, Paula, Carmen Todas sueñan desde hace días con engrosar la primera fila del concierto del intérprete de Solamente tú. No lo harían por ningún otro cantante, aseguran. Pero, ¿qué es lo mejor de Pablo Alborán? «Todo», contestan al unísono. ¿Y lo peor? Se hace el silencio. «Que es demasiado perfecto», dice una de ellas mientras las demás asienten. No quieren fantasear con una posible visita de Pablo antes del concierto: «Lo dudo, aunque nos encantaría». Una de ellas, Tania, ha conseguido un pase para conocer a su ídolo y charlar con él durante una media hora. «Tengo muchas cosas que decirle, pero no sé si las recordaré todas cuando lo tenga delante». Se acercan las cuatro de la tarde y el siguiente turno está a punto de llegar. Ya cuentan las horas.

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