Borrar
Ann Magret, en Marbella, en el filme ‘En busca del amor’.
Bienvenido Mr. García Maroto

Bienvenido Mr. García Maroto

Una muestra reivindica a este director de producción, figura clave en superproducciones norteamericanas como ‘Esencia de Misterio’, ‘El coronel Von Ryan’ y ‘Patton’

Francisco Griñán

Miércoles, 8 de abril 2015, 01:03

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No había problema para el que no tuviera una solución. Desde buscarle un médico urgente que le salvara la vida a un enganchado Peter Lorre a sacar a Frank Sinatra de la comisaria de Málaga tras un altercado por escándalo público en el histórico hotel Pez Espada. El andaluz Eduardo García Maroto fue la pieza fundamental que hizo rodar la cámara de numerosas superproducciones norteamericanas que, entre los años 50 y 70, convirtieron España en un gran plató de escenarios naturales. Muchas de aquellas películas pasaron por Málaga, una ciudad que desde ayer reivindica la figura de este cineasta que además eligió Marbella como última residencia.

«Los americanos creían que venían a rodar al tercer mundo, pero la labor de García Maroto permitió que poco a poco confiaran en los técnicos españoles hasta convertirse en jefes de equipos y culminar ese proceso en la película Patton, donde el Oscar tuvo nombre español el decorador Gil Parrondo», explicó ayer Miguel Olid, comisario de la exposición García Maroto y los americanos, que se inauguró en el Ateneo de Málaga dentro del ciclo Málaga de Festival (MaF).

Cerca de medio centenar de fotos, además de guiones originales, documentos y objetos componen esta muestra que exhibe el lujoso press-book de una película destinada a hacer historia, Esencia de misterio (1960). El filme, con la aparición estelar de Elizabeth Taylor en el castillo de Gibralfaro, fue la primera película con olores, pero, en lugar de revolucionar la gran pantalla, acabó convirtiéndose en una cinta maldita y en uno de los grandes fracasos de la filmografía universal.

Admirador del cine americano, García Maroto fue un director con tendencia a la comedia que parodió los grandes géneros de Hollywood, como el western o el cine negro. Pero con la llegada de las producciones norteamericanas optó por reciclarse. «No sabía inglés y, en el rodaje de Orgullo y pasión (1957), retó al director de Stanley Kramer a ver quien hablaba antes el idioma del otro», explica Olid, junto a la reproducción del cañón que sirvió de leit motiv al filme. La apuesta la ganó el español.

Jienense de nacimiento, García Maroto vivió en Málaga uno de sus momentos más complicados cuando tuvo que sacar a Sinatra de la cárcel durante el tormentoso rodaje de El coronel Von Ryan (1965). Se conocía bien la costa. Motivo más que suficiente para que el director de producción se hiciera marbellí de adopción al irse a vivir muy cerca de su amigo y cineasta Jean Negulesco, para el que trabajó en En busca del amor (1964). Echaban buenos ratos juntos. Como se puede comprobar en el retrato de Maroto que muestra la exposición y que le dibujó el director norteamericano.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios