El Pompidou abre hoy en Málaga como nuevo referente cultural para la capital

Esta es la historia de una aventura que comienza en febrero de 2008. Un encuentro casual en el estadio de fútbol La Rosaleda entre el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el entonces embajador francés, Bruno Delaye, fue el detonante de un proceso de negociación que culmina hoy, en una esquina del Puerto de la capital malagueña, con la apertura de la primera sede provisional del Centro Pompidou fuera de Francia. Dicen que De la Torre apuntaba al Louvre. Es, en todo caso, un empeño del alcalde. La idea de crear una serie de centros provisionales también es una apuesta individual: la del último director del Centro, Alain Seban, el otro gran artífice de este aterrizaje, que protagonizará en Málaga su último acto al frente de la institución.

El Pompidou francés es uno de los centros culturales más vibrantes que existen en Europa, y sus fondos albergan la colección de arte moderno y contemporáneo más importante del viejo continente. El Centro ya cuenta con otra sede en Metz, pero su funcionamiento dista del que será el del centro malagueño. No existe nada igual a lo que va a hacerse en Málaga, aunque es probable que el Pompidou extienda este proceso de internacionalización de su marca con otros centros provisionales, quizás en México, por ejemplo. Lo que está claro es que no será en España, donde Málaga tiene la exclusividad absoluta del uso de esa marca durante los cinco años que dura el acuerdo, aunque podrá verse ampliado otro lustro y quién sabe si algo más. Pese a que el protocolo de despedida ya está escrito, la posibilidad de la permanencia parece seguir flotando en el aire.

La sede malagueña del Pompidou: el Cubo

El Cubo, situado en la privilegiada esquina de los Muelles del Puerto, ha sido el edificio elegido para materializar esta singular hazaña; un espacio dedicado a la cultura que se suma a los 35 variadísimos museos y centros de exhibición que Málaga ofrece a sus visitantes. El Pompidou malagueño se adhiere ahora al esplendor de Picasso, a la actualidad del CAC Málaga y a otras marcas de importación como el Thyssen o la recién inaugurada Colección de Arte Ruso de San Petersburgo. Una oferta construida mediante grandes nombres, insólita en el territorio nacional y difícil de igualar internacionalmente, diseñada para ser un foco de atracción turística.

La estructura de vidrio del Cubo del puerto es la punta del iceberg de sus dos plantas subterráneas, y hasta ahora ese cuadrado dibujaba una incógnita invisible sobre su función exacta. El edificio está diseñado por los arquitectos de la Gerencia de Urbanismo, Javier Pérez de la Fuente y Juan Antonio Marín Malavé. En este edificio se han acometido obras de adaptación a su uso museístico valoradas en 6,7 millones de euros.

El interior cuenta con dos niveles, una planta baja (0) y otra inferior (-1). En total, las dos plantas cuentan con una superficie construida de 6.300 metros cuadrados, de los cuales unos 2.000 estarán dedicados a la exposición de obras de arte: 1.665 m2 para la colección permanente, divididos en tres salas y un espacio central de la planta 0, y hasta 365 m2 para las exposiciones temporales en la planta -1. Ambas suman 400 metros lineales disponibles para la exhibición. Además de estas zonas, diáfanas y neutras, el edificio dispone de un salón de actos con capacidad para 128 personas, y un taller para actividades formativas de 150 metros cuadrados, además de la cafetería y la tienda.

¿Cuánto cuesta el proyecto?

El presupuesto público designado para el proyecto es de unos 4,2 millones de euros al año, que saldrán de la Agencia Pública creada recientemente. De esa partida, el Ayuntamiento se compromete a abonar anualmente al Centro Pompidou 2,07 millones de euros al año: un millón de euros en concepto de canon de uso de la marca y préstamo de las obras, y 1,07 millones por gastos derivados de seguros, transportes y personal técnico. Las obras de adaptación del Cubo han costado 6,7 millones de euros, un 50% más de lo presupuestado inicialmente. El canon por el uso del Cubo es de 334.254 euros al año y no está reflejado, ya que se compensará con la deuda del IBI del Puerto de Málaga.

En lo que corresponde a los ingresos, el Ayuntamiento espera recaudar 990.000 euros por las entradas de los 250.000 visitantes anuales estimados, una cifra prudente según el Ayuntamiento. Se han anunciado hasta seis patrocinadores que podrían aportar unos 3 millones de euros durante los primeros 5 años de vida del Centro. La diferencia entre ingresos y gastos anuales arroja una cantidad en torno a los 2,5 millones de euros.

Las exposiciones y las actividades

Los responsables del Centro Pompidou de París han acordado el préstamo de 93 obras comprendidas entre los siglos XX y XXI. Dicho préstamo se mantendrá intacto durante los dos años que durará esta primera exposición permanente, comisariada por Brigitte Leal y supervisada por José María Luna. La muestra pretende ofrecer un recorrido en torno a las múltiples facetas de la representación, y está organizada en cinco temas:

1.Las metamorfosis: De Picasso a Rineke Dijkstra.

2.El cuerpo en pedazos: De Picasso a Tony Oursler.

3.El cuerpo político: De Peter Klasen a Sigalit Landau.

4.Autorretratos: De Van Dongen a Pierrick Sorin.

5.El hombre sin rostro: De Chirico a Li Yong Bin.

A estos departamentos se les añaden dos espacios permanentes de representación en forma de maquetas: la primera de ellas evocará el taller del escultor rumano Constantin Brancusi, considerado uno de los pioneros del arte moderno. La segunda maqueta representa el singular e innovador edificio del Centro Pompidou de París, diseñado por Renzo Piano y Richard Rogers. Además, sobre el suelo exterior del Cubo se proyectará un vídeo de la artista suiza Pipilotti Rist, con la intención de sumergir al espectador en un mundo cósmico tranquilizador. El Tren fantasma, una instalación audiovisual relacionada con el cine, obra de Charles de Meaux, también estará situada en los interiores del Cubo.

Los conservadores del Museo Nacional de Arte Moderno se comprometen adeás a programar dos o tres exposiciones temporales al año que durarán de tres a seis meses. Poco se sabe a este respecto, pero ya se ha dicho que las primeras exposiciones temporales podrían tratar sobre Joan Miró y la danza.

En este sentido, el Pompidou no quiere ser un mero exhibidor de fondos museísticos, sino que, en continuidad con la política cultural del centro matriz, programará actividades de corta duración relacionadas con esas exposiciones y con disciplinas como la danza o el cine. Además, el Centro Pompidou Málaga pretende convertirse en un espacio abierto a las nuevas formas de espectáculo en vivo y a la mediación mediante la palabra, gracias a la organización de ciclos de conferencias, debates y lecturas en torno a las obras del Pompidou, para ayudar al público a superar el momento, a veces desconcertante, del encuentro con la obra. Otra aventura.