Javier Calleja vuelve a Casa (Sostoa)

Fue hace dos, casi tres primaveras , en el feliz sopor de la sobremesa después de un almuerzo con amigos. Entonces Casa Sostoa todavía no era Casa Sostoa. Era sólo, que tampoco es poco, la residencia de Pedro Alarcón, anfitrión en aquella cita y en el actual espacio cultural brotado en la zona oeste de la capital. Aquel día se sentaba a la mesa, entre otros, Javier Calleja y casi allí mismo se alumbraron con en un embarazo múltiple Casa Sostoa y Long way home, la exposición que ayer inauguraba el artista malagueño. El largo camino a casa, a Casa Sostoa, de Javier Calleja.

«Siempre tuve claro, desde el primer momento, que quería ofrecer un proyecto específico de Javi», avanza Pedro Alarcón desde el salón de su domicilio, presidido por algunas de las instalaciones creadas de manera específica por Calleja para este proyecto. Preside la estancia Long way home, la pieza que ocupa la pared principal en un trazo serpenteante a lápiz, como un laberinto, quizá un ovillo, entre una casa en relieve y un personaje junto a ese cartel que anuncia el largo y tortuoso camino al hogar.

«Me interesaba mucho comprobar cómo funcionaban las piezas en una casa, analizar las diferencias entre la forma de exponer en un espacio privado, particular, y en una galería», ofrece Calleja, que justo el próximo mes de mayo presentará su trabajo en Yusto/Giner, la pujante sala de Marbella.

Regresa Calleja a la cartelera expositiva malagueña cuatro años después de aquella muestra titulada El fin del mundo que presentó en la Galería Alfredo Viñas entre diciembre de 2010 y enero de 2011. Aquel proyecto estaba protagonizado por una imagen: los meteoritos humanizados. La referencia sigue presente en Long way home, como lo están los juegos de escalas y un lenguaje cercano al surrealismo. Serían los puntos cardinales de la particular iconografía de Calleja, que en esta ocasión da una nueva vuelta de tuerca a su propuesta.

Esculturas dentro del cuadro

«En los últimos dibujos introduzco las instalaciones en el cuadro. Así, las piezas pasan de estar al aire a quedar integradas dentro de marco», argumenta Calleja, distinguido el pasado mes de octubre con el premio al mejor artista español en la última edición de la feria de arte contemporáneo de Barcelona, Swab, donde también obtuvo el Premio Marset Idea Art.

Y junto a esas nuevas indagaciones formales, Calleja explora en las piezas reunidas en Long way home territorios siempre bajo la sombra de una fina ironía. La que brindan, por ejemplo, las obras sobre papel que ahora decoran el armario de la estancia principal de Casa Sostoa: nubes negras que llueven sobre nubes negras, cerillas como termómetros del ánimo y meteoritos sonrientes que nos hacen sentir como en casa. En Casa Sostoa.