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Gervasio Sánchez, figura clave del fotoperiodismo español, participa en la tercera edición de Photofestival.
Photofestival pone a Mijas en  el mapa nacional de la fotografía

Photofestival pone a Mijas en el mapa nacional de la fotografía

La cita reúne a Chema Madoz y Gervasio Sánchez y duplica en tres ediciones su número de asistentes hasta rozar los 400 participantes

Antonio Javier López

Miércoles, 19 de noviembre 2014, 00:54

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Tiene pinta Eduardo Jerez de salirse con la suya a base de tesón y entusiasmo. Lo hizo cuando decidió poner en marcha su propia empresa dedicada a su pasión: la imagen. También cuando alumbró en medio de lo más oscuro de la oscura crisis Photofestival y puso sus ojos en Mijas como centro de operaciones del asunto. Y ahora vuelve a conseguirlo al incluir en la nómina de ponentes del evento a dos referencias ineludibles de la fotografía española contemporánea: Chema Madoz y Gervasio Sánchez.

PHOTOFESTIVAL

  • uPonentes. Chema Madoz, Gervasio Sánchez, Ricky Dávila, Walter Astrada, José María Mellado, Pablo Juliá, Cristina Otero, entre otros autores.

  • uFechas. Del 28 al 30 de noviembre.

  • uLugar. Teatro Las Lagunas (Camino del Albero, 16, Mijas Costa).

  • uTalleres. 'Los ojos de la guerra', impartido por Gervasio Sánchez y 'La estética en el reportaje de boda', a cargo de Javier Avis. Organizados en el edificio Fomento del Empleo, Avda de Andalucía, 3 (Las Lagunas, Mijas Costa).

  • uMás información e inscripciones. En la página web www.photofestival.es y en el número de teléfono 602 39 73 32.

«Desde la primera edición andábamos detrás de ellos...», confiesa el promotor de la cita que entre los días 28 y 30 de este mes celebra su tercera edición duplicando el número de participantes de su estreno.

Ya frisa los 400 asistentes el tercer Photofestival, como anuncia Jerez, quien añade la principal fuente público llega desde el ámbito académico: «La máxima asistencia viene desde las Escuelas de Arte de Málaga, Córdoba y Granada, aunque el público es muy variado. Este año hemos bajado la matrícula a 45 euros y a las asociaciones y escuelas, 40 euros para todos los días».

El predicamento entre la audiencia de Photofestival encuentra uno de sus motivos más evidentes en el tirón de sus ponentes. A la primera edición con Cristina García Rodero y Ouke Leele, siguió el año pasado la reválida con Isabel Muñoz y Samuel Aranda y refrendada ahora por un programa que junto a Chema Madoz, Gervasio Sánchez y Ricky Dávila brinda otros alicientes.

«El año pasado estrenamos la sección de Jóvenes Valores y este año hemos traído a Cristina Otero, centrada en unos autorretratos muy impactantes que tienen muchos seguidores entre el público joven», avanza Jerez sobre la tercera entrega de aquel sueño que ya es una realidad.

«La inmediatez lo ha arrasado todo»

Si los medios de comunicación los españoles en particular buscasen una voz de la conciencia, la encontrarían en las palabras de Gervasio Sánchez. Figura clave del fotoperiodismo contemporáneo, con tres décadas de bagaje en su objetivo, Sánchez acudirá entre los días 28 y 30 de este mes a Mijas para ofrecer una charla e impartir un taller.

Su ponencia en Mijas lleva por título La guerra no es un espectáculo. Como buen periodista, claro desde el inicio.

Sí... Voy a impartir esa charla y también un taller de fin de semana. Creo que puede ser una manera tranquila pero a la vez intensa de reflexionar sobre mi trabajo de los últimos 30 años y contarle a los participantes cómo es el trabajo y el día a día en zonas de conflicto, cómo se organizan proyectos fotográficos, cómo se trabaja en proyectos durante años hasta conseguir plasmarlos en un libro definitivo y en una exposición.

Una buena fotografía, ¿puede requerir años de trabajo?

Puede ser. Las fotografías que decides dar a conocer son importantes, pero para mí son más importantes las fotografías que nunca se ven, que se quedan guardadas en los archivos, pero que te han permitido llegar hasta donde querías, hasta las buenas fotografías. Muchas veces estamos obsesionados con elegir las fotografías, pero a menudo me gustan más mis fotografías menos conocidas porque me han permitido abordar ese trayecto.

¿Y cómo se combina ese proceso de criba con la inmediatez exigida por los medios de comunicación?

Bueno, yo trabajo en dos situaciones distintas. De una parte, la actualidad pura y dura, donde tienes que ofrecer la fotografía cuando se produce y luego trabajo en proyectos fotográficos que suelen durar años en los que me tomo las cosas de una manera distinta. El proceso es mucho más tranquilo, me permito el lujo de esperar a que las cosas ocurran y profundizar más en sus vidas o sus historias, llegar a conocer a las personas que voy a fotografiar, estableciendo una buena relación que después me permite acceder a sus vidas en momentos que me interesan.

¿Ese afán de inmediatez es en su opinión el principal cambio que ha habido en los medios de comunicación en sus tres décadas de trayectoria?

El problema de los medios españoles es que no existe la paciencia. La inmediatez lo ha arrasado todo, la competitividad absurda lo ha arrasado todo y la incapacidad de los directivos para invertir en proyectos a largo plazo, en investigación y reportajes en profundidad lo ha arrasado todo. Por eso la inmensa mayoría de los medios de comunicación cacarean en sus portadas lo mismo que muchos ya han conocido el día anterior a través de las redes sociales, de las televisiones y las radios. Muchas veces, los periódicos tradicionales en papel nacen con las portadas muertas y esa es la clave para entender por qué la gente ha dejado de comprar periódicos. Si se dedicaran a hacer historias más profundas, historias personales explicadas con una manera diferente, seguramente la gente iría a comprar de nuevo el periódico.

¿Cree que los protagonistas de las historias se acaban convirtiendo en una mercancía más?

Yo trabajo en zonas de conflicto e intento tratar siempre a las personas con el máximo respeto porque son situaciones muy duras, por lo que más obligatoriamente tengo que tratar a la gente con el respeto que se merecen. Pero es cierto que muchas veces los periodistas creen que los sujetos de sus historias les sirven mientras estén con ellos, lo mismo si estás haciendo una fotografía, un párrafo o un total para la televisión y es una manera muy injusta de tratarlos. Nosotros, los periodistas, sin ellos no seríamos nadie, con lo cual tenemos que tener siempre un gran respeto hacia ellos.

¿Y esa espectacularización de la que hablará en su charla toca más al tratamiento de las imágenes o también a la redacción de las mismas?

A todo. Por ejemplo, lo que ha ocurrido con el ébola en los últimos meses. El circo mediático que han protagonizado todos los medios de comunicación españoles ha sido obsceno, vomitivo. Cualquier persona que conociera cómo se transmite el ébola, y yo lo conozco porque estuve cubriendo el ébola en Zaire hace 20 años, sabe perfectamente cómo se transmite el ébola y de la misma manera que es muy letal, también es muy autodestructivo. Se ha convertido en espectáculo una epidemia, lo mismo que ocurre con las guerras.

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