Borrar
Palabras andaluzas con la 'A'

Palabras andaluzas con la 'A'

Desde 'abarrunto' a 'achuchaera', términos muy de la tierra pero con un procedencia dispar

ANTONIO GARRIDO, ALBERTO GÓMEZ, ALEJANDRO DÍAZ Y SONIA HURTADO

Martes, 12 de agosto 2014, 22:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Abanador

Procede de 'abanar', que en Andalucía y Canarias es la acción de dar aire con un soplillo; pues ese soplillo es la palabra que tratamos aquí. Se usa con mayor frecuencia en Huelva.

Abarrunto

Es muy semejante a «pronto». Así, «Le ha dao un abarrunto y se ha largao sin decir na» se entiende como consecuencia de una idea que produce una acción repentina y, la mayoría de las veces, sin sentido lógico. Es palabra que se usa en Motril con el mismo sentido que recogen los textos de «malagueñismos», como un instantáneo ataque de rabia. También existen las formas «aberrunto» y «barrunto». Igualmente se localiza en la Alcarria. Un ejemplo de que la palabra está viva en el uso la encontramos en una entrevista a la cantante Aurora Guirado, que afirma: «En uno de esos abarruntos que te dan, me pregunté&hellip». Hasta existe una página en la red con el título de 'Los abarruntos de Keko'.

Abra

Es palabra de origen francés, de 'havre', que es «puerto de mar» en sentido general. En la provincia de Cádiz se denomina así al «seno del anzuelo» y a la «abertura en forma de media luna irregular entre paredes medianeras para que tengan luz los patios». También es la «distancia entre dos botas en una andana de ellas». En todas las acepciones generales y dialectales está presente la idea de espacio, de abertura, de grieta.

Acaguasarse

El diccionario la localiza en Granada y Cuba, como verbo pronominal del universo de la caña de azúcar: «Medrar poco su tallo y multiplicarse en cambio sus hojas». Procede de «caguaso», que entre sus varios sentidos posee en Cuba el de caña de azúcar de poca calidad y, por extensión, cualquier cosa desechable y despreciable.

Ácana

Se emplea en la locución «de ácana» como algo «de mucho valor y de gran calidad». Ejemplo: «La pulsera de la Trini es de ácana».

Achambergado

Es una palabra que procede de 'chambergo' y el origen de este término es, atentos, un nombre propio: C. Schömberg, mariscal de Francia que realizó cambios en el uniforme durante la guerra de Cataluña de 1650. Por ejemplo, la casaca y el sombrero fueron calificados de chambergos. Así fue uniformado un regimiento en Madrid durante la minoría de Carlos II y el pueblo se burló del aspecto de estos soldados. En Andalucía se refiere a «una cinta de seda muy estrecha».

Acharar

Se trata de un verbo que se usa como transitivo y pronominal. Es palabra de origen caló y, cuando se analizan las acepciones del diccionario, en el uso general y como andalucismo, no hay grandes diferencias. El significado común ofrece matices de la perturbación del ánimo. De este modo, encontramos: «avergonzar (a otro), azarar, enojar, desazonar, sobresaltarse, disgustar, dar celos, ruborizarse». En Málaga se encuentra el sentido de «temer». Muy relacionado es el pronominal «achararse». En la Sierra de Segura, Jaén, tiene el significado de «Quedarse quieto, detenido». No es difícil ofrecer la acepción de «acobardarse». Lo mismo sucede con «achares», que es, por una parte, «vergüenza» y, por otra, «celos». Se encuentra en las estructuras «dar achares» y «tener achares», que acogen los dos sentidos enunciados.

Achuchaera

No está en el diccionario académico, pero en Diccionario del habla sevillana, Manuel González Salas la define como 'Aprieto, situación de apremio fisiológico'. Por su parte, en Diccionario del habla malagueña, de Enrique del Pino, se establece que es una variante de la forma «achuchadera» y significa: «Mantenimiento excesivo e injustificado de amistad con alguien». Lo califica como vulgarismo y cita como autoridad este ejemplo de la famosa novela 'Cartucherita', de Arturo Reyes: «Y le ha entrao una achuchaera por su vecina que hay que vé». Los sentidos se usan igualmente, al menos en Málaga aunque en esta el significado 'sevillano' también se corresponde con «retortijón», que aparece en la Academia. Encontramos, por tanto, «achuchaera» como retortijón y ese exceso de amistad que, nos permitimos añadir, suele durar poco y acabar «como el rosario de la Aurora».

Agujeta

Aunque el significado más extendido es el de «molestias dolorosas que pueden sentirse en los músculos algún tiempo después de realizar un esfuerzo no habitual y reiterado», existen otras acepciones como «vapor de vino y otras bebidas», «correa o cinta con un herrete en cada punta, que servía para sujetar algunas prendas de vestir» o «propina que el que corría la posta daba al postillón». En Andalucía sirve para referirse al alfiler largo y de adorno usado por las mujeres para sujetar el sombrero.

Ahogagatos

En Málaga es una «sopa que se hace con jureles» y que se pronuncia ajogagatos en uso coloquial de determinados niveles sociolingüísticos.

Ahoyador

En la palabra hoyo encontramos la designación de la «concavidad u hondura formada en la tierra» y también la sepultura, que aparece en el frecuente: «El muerto al hoyo y el vivo al bollo», frase que destroza toda una tradición de poesía elegíaca pero que nos trae a la cruda realidad. La forma hoyuelo, que el hoyo de la mejilla o de la barba nos reconcilia con esa misma vida porque tiene un valor estético positivo. Hacer hoyos es ahoyar y en Andalucía el que se dedica a esta tarea es el ahoyador. También encontramos el sentido específico de «sembrar patatas».

Ajobacalao

El ajobacalao es, sin duda, una de las joyas culinarias de la Axarquía, de Vélez-Málaga en concreto. Merece la pena que analicemos algo más lo que se llama con propiedad cocina de Cuaresma, que es general en toda España y en el mundo hispánico. La Cuaresma es una etapa de penitencia en la que el pueblo se prepara para la conmemoración de la Pasión. La carne, origen de todos los pecados no olvidemos la estructura pecados de la carne, queda prohibida y no es que fuera un alimento generalizado por su coste. La cocina de Cuaresma que ocupa este vacío nace en los conventos y en las cocinas de las clases dominantes, aunque el pueblo también aportó a este verdadero paraíso para el paladar. La imaginación no tiene límites. La creación de la palabra ajobacalao es de extrema claridad, la suma de los dos ingredientes básicos del plato: el bacalao y el ajo. El primero es el rey de esta cocina. Salado se puede conservar bastante tiempo. El ajo es una de las claves de nuestro patrimonio, recordemos a Cervantes y sus consejos a Sancho, que era gran aficionado a comerlos. Bacalao es palabra de origen vasco y se aplica al pez y a su carne, también se le llama abadejo. En el lenguaje coloquial existen tantas formas como lugares de pesca: bacalao de Escocia o bacalao al pil-pil, donde el ajo y la guindilla tienen una gran importancia en su elaboración. Además, hay otras formas muy expresivas como «partir el bacalao» con el sentido de «mandar, disponer» y «te conozco bacalao» con el significado de conocer las intenciones de alguien. Lejos queda el sabor desagradable del aceite de hígado de bacalao que se usaba como reconstituyente. El ajo es de origen latino, de alium y así se denomina la planta y el diente que es una de las partes de la cabeza o bulbo. En el diccionario aparece ajo blanco pero no la palabra que analizamos. Dos usos curiosos que no dejaremos pasar son la forma «echar ajos», con el sentido de insultar, y esa curiosa forma interjectiva con la que se pretende que los niños empiecen a hablar: «¡Ajo, ajo, guapín!». En las procesiones de Semana Santa, en esos días, los platos de bacalao alcanzan su máximo esplendor: bacalao frito sin más, bacalao en salsa de tomate, potaje que es por antonomasia el «guiso hecho con legumbres, verduras () que se come especialmente los días de abstinencia» y al que se añade bacalao, el pavía o soldado de pavía, que es bacalao rebosado, por poner algún ejemplo. El vino del terreno y el ajobacala eran un remedio excelente para el quebranto y se extendió su consumo a la ciudad en la que ha permanecido siglos como un tesoro oculto de la gastronomía que es decir de la cultura veleña. En 1867, en el libro El cocinero español y la perfecta cocinera, de Guillermo Moyano, aparece la receta con el nombre ajocolorao; sin embargo, no en la fundamental de la marquesa de Parabere. Bacalao, aceite de oliva, ajo, pan, guindilla según gusto, pimentón, un poco de limón, agua y mucho brazo para ligarlos.

Ajoblanco

Es un plato de origen humilde. Se puede afirmar que sus materias primas son comunes: ajo, almendras molidas, aceite, sal, agua y pan. A estos ingredientes también se les puede añadir un poco de vinagre y complementar con uvas, preferiblemente moscatel, o melón. Se toma fría y, por tanto, es propicia para la época estival. Este néctar blanco es todo un símbolo de la gastronomía andaluza y, especialmente, malagueña. A pesar de sus orígenes modestos, actualmente se ha consolidado como una de las sopas más demandadas, incluso es posible encontrar variedades de esta receta en los restaurantes más a la vanguardia. Sin embargo, si existe en Málaga una comarca que sabe apreciar el ajoblanco y ceñirse bien a la receta original, esa es la Axarquía. Y si hay que ceñirse a un pueblo, ese es Almáchar. La localidad axárquica celebra cada mes de agosto la Fiesta del Ajoblanco.

Aladrería

Ya no aparece en la edición académica, pero sí encontramos el verbo aladrar como «arar» y en Andalucía esta palabra designa «conjunto de útiles empleados en la labranza». Es de uso general el sustantivo aladrero, de aladro, y que significa «carpintero que repara los útiles de labranza». Como podemos comprobar son palabras muy relacionadas en el referente común, el campo.

Alambique

Palabra que tiene su origen en el árabe hispánico. Se trata de un aparato formado por un recipiente para el líquido y por un conducto que continúa en un serpentín del que sale el producto destilado. Sirve para separar, por medio del calor, unas sustancias más fijas de otras más volátiles. Se utiliza preferentemente en la industria alcohólica y en la perfumería. La importancia de la fabricación del aguardiente en Andalucía es notable históricamente; basta nombrar Rute. El aguardiente en el desayuno era costumbre casi general en amplios sectores de la población, igualmente, mezclado con café, en el popular carajillo. y también acompañando postres de dulcería. De Andalucía pasó la palabra a América y en ambas bandas del Océano se denomina alambique a la «fábrica de aguardiente», por medio de una sinécdoque; en este caso, de una parte de la fábrica por el todo, aquí lo que se ha destacado es el aparato que produce el aguardiente.

Albacea

No la recoge el DRAE, que solo ofrece un significado del ámbito jurídico al referirse a la persona encargada por el testador o por el juez de hacer cumplir la voluntad del finado. En Andalucía tampoco aparece en los repertorios más frecuentados y lo más llamativo es que cuando analizamos su sentido específico en este terreno, tampoco encontramos acuerdo. Hasta en un texto publicado en Málaga en 1996 encontramos esta extraña definición: «Persona que forma parte de la junta directiva de una hermandad o cofradía», nada más inexacto. En Baena se usa para el cofrade que se encarga de mantener el orden en las procesiones, cargo que en Málaga se denomina mayordomo. En otro corpus cofrade, con error evidente, se afirma que en Málaga, el albacea es el «prioste», de preboste. Este término sí aparece en el DRAE y nos llevamos la sorpresa de que se trata del «mayordomo de una hermandad o cofradía». Encontramos que aparece en las acepciones segunda y tercera. En la segunda es: «Oficial que se nombra en las congregaciones o cofradías para que atienda a los gastos y al cuidado y gobierno de las funciones». La tercera: «Cada uno de los individuos de ciertas cofradías religiosas». Como podemos comprobar, el sentido es bastante difuso. En Málaga legendaria. Prontuario cofrade, de Rafael Alcalá Álvarez y del poeta y editor Francisco Peralto, sí encontramos los significados precisos. Albacea de cultos es el responsable, siguiendo las directrices del albacea general, de mantener el ajuar de la hermandad y de organizar los cultos con la mayor grandiosidad posible. Albacea de procesión es el que cumple la función de organizar el desfile. En algunas cofradías no se establece la distinción entre el culto y la procesión y el sustantivo tiene un sentido genérico; en el caso de la procesión, la autoridad del cortejo es del jefe de procesión. El lugar donde se guardan los enseres es la albacería.

Alifa

En Andalucía y México es la «Caña de azúcar de dos años».

Aljuma

Tiene dos sentidos. El primero significa «pinocha», que es la hoja o rama de pino. El segundo es «Pimpollo o tallo nuevo de una planta». En pueblos de Almería, como Vélez Rubio, también se denomina así a la pelambre de la escoba.

Alma

No aparece en el DRAE con el sentido poético que encontramos en el pueblo de Torredonjimeno, en la provincia de Jaén. Hay veces que la belleza del significado es explícita: «Parte interior del olivo».

Almijar

Sus diferentes significados tienen en común el sentido de espacio; así, el rellano que existe ante la casa en las fincas y el atrio delante de una bodega. En su sentido general, era el lugar soleado donde ponían a secar higos. El DRAE lo especializa en Andalucía para las aceitunas y las uvas que allí se orean antes de exprimirlas.

Alpatana

Es una palabra muy curiosa y veamos la razón. El origen es árabe, como no es difícil adivinar. Se trata del árabe hispánico y del mozárabe, pero en la lejanía está una palabra griega que significa plato. El diccionario ofrece dos acepciones y las dos como andalucismos. La primera es: «Conjunto de los aperos de labranza». La segunda, usada en plural, significa: «Trebejos, utensilios, trastos». Es palabra femenina, pero encontramos que en la Semana Santa de Baena y Puente Genil también se usa y en la última es masculina para referirse a quienes atienden en los cuarteles, instituciones tan populares y de tanto arraigo del pueblo cordobés.

Alperchín

En un artículo de José Bejarano del 30 de marzo de 1995 sobre industrias, que se publicó en La Vanguardia, aparece este texto: «Cientos de almazaras cerraron sus molinos y el característico olor fuerte del alpechín residuo resultante de la molturación de la aceituna se perdió en muchos pueblos». En efecto, la forma general es alpechín y la forma que encontramos en muchos pueblos de toda Andalucía es una variante fonética. La palabra es de origen árabe hispánico y mozárabe pero procede de la forma latina pix-picis, que significa «pez» y con el sufijo romance -ín. La definición es: «Líquido oscuro y fétido que sale de las aceitunas cuando están apiladas antes de la molienda y cuando, al extraer el aceite, se las exprime con auxilio del agua hirviendo». Como podemos comprobar este es el significado más completo. Con el sentido de sitio sucio tenemos las palabras alperchinero y alperchinera.

Alpiste

Es palabra de uso general y se refiere a la planta gramínea que se usa para el forraje y sus semillas para alimento, preferentemente, de los pájaros. Fijémonos en la tercera acepción del artículo: «Bebida alcohólica». Se considera coloquial y se ejemplifica: «A Fulano le gusta el alpiste». En los repertorios encuentro las formas alpistelado y alpistelarse con los sentidos de achispado sin llegar a borracho y de emborracharse. Como se puede comprobar, hay una importante diferencia de matiz. También nos topamos con alpistoso, que es la persona a la que le gusta el vino o el aguardiente.

Ama

Es muyfrecuente, además de otros sentidos, su uso por nodriza y más en la construcción «ama de leche». Es de uso general en Andalucía y en España. Un buen ejemplo de palabra que al desaparecer la función también ha desaparecido en esta acepción que es la séptima que nos da el diccionario.

Amá

Es forma familiar para denominar a la madre. Existe su pareja apá para el padre.

Amagar

De todos los sentidos, el más usado es el de «Mostrar intención o disposición de hacer algo próxima o inmediatamente» pero, claro está, sin hacerlo. Es muy gráfica la expresión: «Amagar y no dar». En Andalucía encontramos un significado que no aparece en el DRAE: «Bajarse, bajar la cabeza, agacharse».

Amalignar

Lo encontramos en la provincia de Cádiz y es un verbo muy gráfico, muy expresivo, con el sentido de poner en peor estado algo que ya estaba mal y, en especial, en lo que se refiere a las enfermedades, aunque tiene uso general. En uso pronominal: «Se amalignó y no quiere hablar con nadie después de tanta desgracia».

Amandilar

No la busquen porque no la van a encontrar en el diccionario, pero se usa en la provincia de Granada y significa «Dominar la mujer al hombre». Por ejemplo, «¡Anda, Pepe, que la María te amandila to lo que le da la gana!».

Amocholado

Poco tiene que ver «triste, enfadado, con cara de mochuelo» con un «gallo o gallina con plumas blancas y negras mezcladas». Encontramos también amochuelado con el significado del gallo o gallina pero no con el primero que hemos ofrecido.

Amojamado

Seco, delgado, como la mojama. Se dice generalmente de las personas.

Amohosarse

En este verbo pronominal se encuentra la palabra moho y el diccionario lo presenta como una forma que se encuentra en Andalucía y en América con el significado de enmohecerse, ponerse mohoso.

Amolestaciones

Una palabra puede tener variantes fonéticas. Este es el caso. La palabra es amonestaciones y significa: «Notificación pública que se pone en las puertas de las iglesias para anunciar quienes se quieren casar o tomar órdenes para que si alguien conoce algún impedimento lo denuncia».

Amollar

Pagar. «Anda, amolla esta ronda, que eres mu agarrao».

Amoragado

Congestionado. «Tiene que tener cuidado porque se pone amoragado con frecuencia y eso no es bueno».

Amorfo

Es una palabra de origen griego que significa «Sin forma regular o bien determinada». En la nueva edición aparece una segunda acepción: «Que carece personalidad y carácter propio». En algunas zonas de Andalucía se amplía este sentido con el de «feo y torpe».

Amorosidad

Su origen es amor y la recoge Alcalá Venceslada, que la define como: «Condición de amable, blando y apacible». Así: «Este niño es una amorosidad cuando le da la gana».

Amorrado

Amodorrado, soñoliento y también tristón. «Desde que lo abandonó anda amorrado». Amorrarse es el verbo y se encuentran varias palabras de formas parecidas.

¡Amos!

En disputas y discusiones es una interjección que utiliza quien cree llevar la razón. Suele aparece en la forma: «¡Amos, anda!».

Amoscar

Enfadar a alguien. «Con aquella mirada, sin decir nada, lo fue amoscando poco a poco hasta que saltó y le hizo cara».

Amostazarse

Su origen es mostaza y es un verbo transitivo que significa: «Irritar, enojar», pero tanto en Andalucía como en varios países de América como Colombia, Ecuador y Puerto Rico, se usa como pronominal con el sentido de avergonzarse. Por ejemplo: «Con tantos elogios se amostazó y se puso como la grana».

Amparase

Protegerse de la lluvia. Muy extendido en toda Andalucía. «Vamos a ampararnos debajo del toldo de aquella tienda, vaya la que está cayendo».

Amuermado

El verbo amuermar es causar aburrimiento y tedio. La persona que produce esos efectos es un muermo, pero en Málaga este adjetivo también significa «atontado, sin fuerzas». Por ejemplo: «Anda hijo, no te enteras de na, estás amuermao».

Anda

No tiene nada que ver con el verbo. En lenguaje coloquial y vulgar se usa en lugar de «desde». Como ejemplo: «Anda que la vio se enamoró como un tonto».

Andada

En este caso la relación con el verbo andar es más que directa. Imaginemos un campo y un lugar frecuentado por la gente que con mucho pasar y pasar por el mismo sitio hacen una sendilla a la que se denomina con la palabra que definimos.

Andalia

En el uso coloquial y vulgar significa sandalia. Es muy frecuente en toda Andalucía: «Se le ha caído una andalia al charco, mira que es tonto».

Andaluz

No se trata de un andalucismo como tal, pero requiere que nos detengamos en el adjetivo. El imaginario colectivo se forma en la evolución temporal y nunca es consecuencia de un solo factor; son muchos los elementos que lo conforman y, además, no son constantes sino que pueden cambiar. Uno de los elementos del imaginario más resistentes al cambio es el que se relaciona con los tópicos, que son visiones simplificadas de la realidad. En el caso de los habitantes de Andalucía y de «lo andaluz» hay que remontarse a la imagen creada por los viajeros románticos que recorrieron la región y después escribieron sobre ella. Una de las consecuencias del tópico es que llega a ser aceptado hasta por aquellos a los que se les aplica con una falta de espíritu crítico excesivo. Entre los tópicos está el de las mujeres bellas y apasionadas, el de los hombres ardientes y dados a la pelea, el del poco amor por el trabajo, el de las permanentes ganas de fiesta; en fin, una serie bastante larga y no precisamente agradable en su conjunto. En esta línea está el significado de «dicharachero, festivo, exagerado, gracioso», una imagen que se ha repetido hasta el hartazgo en teatro y cine. Alcalá Venceslada señala que el adjetivo suele ir precedido de «muy», como en «Pepe, ¿no lo conoces?, es un tipo muy andaluz, muy exagerado y gracioso».

Andamio

Esta palabra la recoge la academia como uso antiguo y general y se ha podido documentar en lugares de Andalucía. Podemos afirmar que se usa como: «Modo o forma de andar». Un ejemplo: «Lo conocí por el andamio, aunque iba de espaldas».

Andana

Tiene varios significados. El diccionario define como: «Orden de algunas cosas puestas en línea». A partir de este sentido general es claro el uso de la palabra en Málaga como: «Fila de boquerones que se alterna con otra de sal en los zambuchos». La misma idea aparece referida al cañizo sobre cuatro estacas o a la hilera de botas en una bodega.

Andar

Nos interesa ofrecer algunos ejemplos de frases hechas. «Andar tropezando y cayendo», recogido por el diccionario con el significado de «equivocarse y no conseguir el objetivo propuesto»; «Anda con aquí la puse», que es lo mismo que «andar con disculpas», y «Anda alrededor», con el significado de «cortejar».

Andarríos

En varios lugares de Jaén y Málaga se utiliza con el significado de vagabundo y de «persona sin trabajo». También es «persona que no está mucho tiempo en el mismo sitio, inquieta, andarina y que suele variar en sus actos y apreciaciones».

Ande

En uso vulgar, «adonde, donde» y «¿A dónde?», así: «¿Ande va Cirilo? Ande vaya se emborrachará».

Andesté

Se suele emplear en registro vulgar, con tono humilde y de súplica para que la otra persona conceda o acepte: «Andesté, unas moneitas pal chiquillo». En la forma ¡Andesté con Dios! es despedida.

Después.

Andoba

Es palabra de uso general pero frecuente en determinados niveles de uso en Andalucía. Es de origen caló y significa: «Este o ese hombre, persona cualquiera».

Andoque

Su sentido general es el de instrumento que sirve para transportar haces a lomos de caballería, un tipo de angarillas.

Andorrero

Se dice de una persona que en el momento oportuno no está donde se espera que esté. Justo lo contrario del estar en el lugar oportuno en el momento adecuado. «¡Anda, andorrero, te dije que vinieras en punto!».

Andosca

Es una palabra que cuando se analiza produce cierta perplejidad porque con ella se nombran animales diferentes. Así, se aplica a la oveja de uno o dos años, también a la de tres y a la oveja que no tiene cría. La confusión empieza cuando también se usa para el borrego y para la chiva de uno o dos años; de igual modo se emplea para la cabra de de dos y tres años y para la cabra vieja de desecho. En otro orden de cosas, se usa como sinónimo del calzado llamado albarca

Andosco

Estamos en caso idéntico. Se usa para chivo de uno o dos años, para cordero de un año, para cordero joven hasta que completa la dentadura y en muchos lugares de Andalucía para el borrego.

Andoval

Persona tranquila en demasía y algo corta de inteligencia.

Andrajo

Es palabra que en árabe hispánico significaba necio. Su uso general se corresponde con un trozo de tela vieja y sucia que puede colgar de un vestido; en sentido general se aplica a prenda de ropa vieja y rota, y no digamos cuando se dice de una persona en el sentido de despreciable. Tiene estrecha relación con pingo, harapo, y guiñapo. En Andalucía encontramos otras acepciones como copo de nieve, tallarines y torta de masa muy fina y un conjunto de platos elaborados con esta pasta, como el típico de Úbeda que consiste en tortas de harina y bacalao. La clave está en la presencia de la masa de harina. Como se puede comprobar, de un sentido negativo y hasta ofensivo se pasa a significados relativos al buen comer.

Andrehuela

El diccionario lo define como «Especie de melón que se guarda para el invierno».

Andrina

Su uso general es el de ciruela silvestre. En Andalucía se prefiere para la ciruela morada y encontramos dos estructuras interesantes: «Andrina de cojón de fraile», que es la ciruela morada e incluso lo que el lector imagine. Por el contrario, la andrina de San Antonio es la ciruela blanca.

Andular

El Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía ofrece localizaciones en Cádiz, Almería, Córdoba, Granada y Huelva. Su uso es vulgar y seguramente de carácter general, por «ondular»: «Se ha andulao el pelo y le queda muy bien». Es una variante fonética.

Andulenciaria

Se aplica a la persona entrometida y curiosa que, lógicamente, lleva y trae, va de aquí para allá.

Ánfora

En griego era un vaso grande de dos asas. En el mundo romano así se denominó a una vasija alta, de cuello largo y estrecha por abajo. Es una obviedad afirmar la importancia del aceite en Andalucía; con toda propiedad se puede afirmar que existe una cultura del aceite. No es de extrañar, pues, que el sustantivo se emplee para un recipiente de barro para guardar el aceite y también para una vasija cilíndrica de metal, con grifo en la parte inferior y con la misma utilidad. También se aplica a la zafra en zonas de Granada y Jaén. En los tronos o pasos de Semana Santa se llama ánfora a un lujoso recipiente realizado con metales nobles, de formas variadas que sirve para poner las flores.

Angarilla

Sus usos más frecuentes y extendidos son el de «instrumento para transportar los haces a lomo» y el de «parihuela para llevar la paja». En lenguaje coloquial también se nombra de esta manera al sostén, prenda interior de vestir.

Angelito

En el uso general se aplica a los niños con tono de lástima pero también se especializa, y no solo para los niños, como travieso, inquieto, liante. Es claro el sentido irónico. Es curioso que encontramos una localización en Jerez como persona antipática.

Angostillo

Lugar donde se estrecha una calle: «Se citan allí, en lo angostillo, que está oscuro».

Angostura

Desfiladero: «En tiempos de los bandoleros era peligroso pasar por la angostura que está al lado de la ermita».

Anguarina

Es una prenda contra la lluvia pero que tiene diversas formas; la que recoge Alcalá Venceslada es la de capa o impermeable. La RAE define como gabán de paño burdo y sin mangas. También en algunas zonas se denomina de esta manera, por ejemplo en algunos lugares de Jaén, a un abrigo rústico, largo y cerrado, sin solapa, casi siempre con capucha.

Angumia

Significa angustia.

Angurria

La RAE lo considera andalucismo con extensión en América y la define como «Deseo vehemente o insaciable». Alcalá Venceslada aporta el matiz de «Afán de comer o de alcanzar algo». Además, es muy frecuente para definir el «deseo constante de orinar»: «El pobre está muy incómodo, tiene angurria».

Angustia

Es de uso general y así el DRAE define como «sofoco, sensación de opresión en la región torácica o abdominal» y también como náusea. En muchos puntos de Almería, Granada y Jaén tiene el matiz de «arcada, esfuerzo para devolver sin poder hacerlo, vasca, repugnancia», incluso vómito. También, pero menos usado, indica fatiga del cuerpo.

Angustioso

Molesto, pesado: «Es que vaya con el niño, qué angustioso es».

Anicruje

Antipático, malaje: «No es que yo lo diga, pero es un anicruje, un asaura».

Anidar

El uso general es «Hacer nido o vivir en él». Por evidente analogía, en algunos lugares se emplea para «Guardar cosas, pero siempre que sean inútiles o sin importancia».

Anieblado

Hay palabras de una precisión extraordinaria. Es el caso de esta, que sirve para definir a alguien que es atontado, alelado, asustadizo.

Animal

El DRAE ofrece dos entradas, y en la primera se encuentra una contradicción curiosa en el significado. Por una parte «Persona de comportamiento, instintivo, ignorante, grosera». Por otra, «Persona que destaca extraordinariamente por su saber, inteligencia, fuerza o corpulencia». En muchos lugares de Andalucía encontramos la forma «animal de belloto», que es un insulto y también «animal muerto» y «animal podrido» para denominar la carroña.

Ánimo

El DRAE recoge su uso como interjección en el sentido de «»alentar o esforzar a alguien». Alcalá Venceslada recoge una estructura desusada pero muy curiosa: «¡Ánimo, a las gachas que son de arrope!». Se refiere a dar ánimo para hacer algo muy fácil y hasta grato.

Anochecer

Veamos el uso en sentido figurado de «desaparecer, hurtar, esconder y marcharse definitivamente de un lugar».

Anqueta

Se utiliza en varias estructuras. En anqueta: a la pata coja. Mala anqueta: mal humor. En anqueta: modo de estar agachado como cuando se defeca. Estar de media anqueta: recogida también por el DRAE como estar sentado en una posadera, estar mal sentado.

Ansia

En el DRAE encontramos el significado de «anhelo», pero en muchos lugares de Andalucía se usa en plural para referirse a las náuseas y a las arcadas para vomitar sin poder hacerlo.

Ansioso

Tragón, como en «¡Chiquillo, no seas ansioso, espera que nos sirvamos todos!». Otro uso es el de «tacaño».

Antagallada

Vela muy decorada con moños y rizos que se suele poner para decorar los tronos o pasos de las vírgenes.

Antedanoche

Anteanoche. Existen los similares antedayer (anteayer), antedeanoche (anteanoche) o antier (anteayer).

Antepecho

El uso general es el de baranda que se coloca para poder asomarse sin peligro de caída. En muchos lugares se emplea para el mandil o delantal del segador.

Antequerano

Viento del este.

Antifaz

Parte del hábito de nazareno que cubre el rostro. En algunos repertorios se localiza en Málaga y en Sevilla; en el primer caso se prefiere capirote.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios