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Alumnos, en una edición pasada del taller de grabado.
El arte se va de casa rural en Málaga

El arte se va de casa rural en Málaga

Gravura organiza por quinto año consecutivo su taller de grabado en el campo

Antonio Javier López

Miércoles, 9 de julio 2014, 01:35

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Desde una de las ventanas del salón se divisa el perfil pétreo de El Torcal. Un patio a la sombra comunica con la zona de trabajo, donde las cubetas con químicos, los cinceles y las planchas de metal conviven con un ordenador a la última. La casa se levanta sobre la linde imaginaria entre Villanueva de la Concepción, Casabermeja y Almogía. Allí, desde hace cinco veranos, el Taller Gravura organiza un curso de grabado en el campo. Una cita durante una semana, entre la formación y la convivencia, que volverá a repetirse entre los días 14 y 18 de este mes.

"Nos interesa de manera particular la fusión de lo tradicional con las nuevas tecnologías. Hay gente que viene del mundo analógico y otra gente que viene de lo digital", avanza Francisco Aguilar, director de Gravura y del taller en el que cuenta con Juan Carlos Laínez y Mariam Martín como técnicos. "Vamos a poner en marcha un curso de grabado y fotograbado sobre metal y piedra", detalla el promotor del taller que se mantiene al pie del cañón cultural de la ciudad desde hace nada menos que 33 años.

Una de esas técnicas, la estampación sobre piedra, la han desarrollado de manera pionera en Gravura, como destaca el propio Aguilar. Las clases se desarrollan el horario de mañana y tarde y los alumnos que así lo deseen pueden alojarse en una casa cercana "con piscina y unas vistas impresionantes", en palabras de Aguilar.

Medio centenar de alumnos han pasado por el taller veraniego de Gravura en estos cinco años y para la edición de la próxima semana casi se han completado las 14 plazas ofertadas, como se felicita Aguilar. "Viene gente de otras ciudades como Cádiz o Murcia e incluso desde otros países", aclara.

"En muchas ocasiones acuden alumnos de de Bellas Artes para afrontar la asignatura gráfica, así como artistas ya consolidados para incrementar sus procedimientos técnicos. Hacen una producción que después de usan en exposiciones o ediciones y cada año aportamos algo diferente porque hay mucha gente que nos sigue y que repite y de esta manera incrementa sus conocimientos sobre ámbitos diferentes", ilustra Aguilar justo desde esa residencia en pleno campo, alejada del mundanal ruido y, al mismo tiempo, a poco más de media hora de la ciudad.

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