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El pintor en una iamgen de archivo.
Muere Dámaso Ruano, figura clave en la renovación del arte en Málaga

Muere Dámaso Ruano, figura clave en la renovación del arte en Málaga

El lenguaje abstracto y el paisaje protagonizaron la obra del promotor del Colectivo Palmo

Antonio Javier López

Martes, 1 de julio 2014, 12:16

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No por esperadas dejan de pesar ciertas noticias. El artista Dámaso Ruano vivía desde hace meses en el mundo de los sueños y esta mañana se ha confirmado que no volverá a despertar. Ruano (Tetuán, 1938) fallecía poco antes del mediodía, víctima de la larga enfermedad que lo había ido mermando poco a poco. Sus restos mortales descansan en la sala 22 de Parcemasa. Figura clave en la renovación artística malagueña desde mediados del siglo pasado, Ruano puso en marcha en 1978 junto a otros artistas como Manuel Barbadillo, Enrique Brinkmann, Pepa Caballero, José Díaz Oliva, José Faría, Jorge Lindell o Stefan von Reiswitz el Colectivo Palmo, que jugó un papel fundamental en la modernización tanto de los lenguajes artísticos como de la propia oferta cultural malagueña.

La abstracción y el interés por el paisaje protagonizaron la obra de un artista que recibía el título de Hijo Adoptivo de la ciudad el pasado 15 de mayo, casi un año después de aprobar el Ayuntamiento de Málaga ese reconocimiento que el alzhéimer le impidó recoger. La coherencia a sus principios artísticos y su maestría en el manejo del color son algunos de los rasgos de la obra de Ruano destacados por sus compañeros de generación.

Ruano, que también recibió la Medalla de Andalucía en 2002, compaginó su labor artística con la docencia en el colegio Cerrado de Calderón, al tiempo que llevó su interés por las formas, el color y el paisaje a obras civiles como el suelo del Parque del Oeste, varios murales en diversas zonas de la capital malagueña, la decoración del salón de actos del Ayuntamiento de Torremolinos, la torre y el aliviadero del embalse de Cuevas de Almanzora (Almería) o en el mirador del puerto de la Caleta de Vélez.

Casado con Pilar Cervera desde hace 45 años y padre de cinco hijos, Ruano protagonizó exposiciones en galerías malagueñas como las dirigidas por Alfredo Viñas y Javier Marín, mientras que instituciones públicas como el Museo del Grabado Español Contemporáneo de Marbella (2000), la Fundación Picasso-Museo Casa Natal (2001) y el Museo del Patrimonio Municipal (2008) dedicaron a su obra diferentes montajes.

Un obra que queda como legado de un autor para el que la felicidad era pintar.

Ruano estudió entre 1945 y 1958 en Madrid, donde se licenció en Magisterio, y luego volvió para trabajar como profesor de Dibujo a Tetuán, donde montó su primer estudio.

En el año 1962, el pintor realizó su primera exposición y, posteriormente, fue nombrado director de la Misión Cultural Española en Kenitra.

En 1969 se instala en Málaga y desde ese mismo año comienza a participar en diferentes exposiciones, tanto en España como en Europa.

En 1979 fue uno de los artistas creadores del Colectivo Palmo, y su pintura está ligada en principio a los movimientos rupturistas de fines de los años 50, utilizando después la geometría para ordenar el espacio y el paisaje.

En sus primeras experimentaciones con materiales utilizó el collage con trozos de papel rasgados, exploró la abstracción del paisaje mediante el estudio del espacio y la geometría y sintetizó el paisaje de su juventud en Marruecos, utilizando las gamas terrosas dominantes en los paisajes de su niñez.

En una evolución constante, su pintura se ve influenciada por los tonos azules que dominan las playas de El Palo, lugar donde vive, y donde recoge trozos de madera arrastrados por las olas que integra en sus obras y trabaja, también, el grabado

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