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Félix Revello de Toro, junto a Francisco de la Torre, en un momento del acto.
La buena madera de Revello

La buena madera de Revello

El artista malagueño celebra su 88 cumpleaños en su museo, que recibe un dibujo de un violín adquirido por el Ayuntamiento con fines benéficos

Antonio Javier López

Miércoles, 11 de junio 2014, 00:25

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Traje azul de fina raya diplomática, camisa lila y corbata morada. Bien conjuntado hasta el menor detalle. «Hombre, para una vez que bajo al Centro... me he querido poner guapetón», suelta con una media sonrisa Francisco Puche mientras espere a que llegue el alcalde para que comience el acto. «¿Cuántos cumple Revello?», pregunta. «88 años». Y otra sonrisa cómplice mientras dice: «¿Sabe cuántos tengo yo? Sólo tres menos...». Y tampoco lo parece, la verdad.

Francisco ocupa el patio central del Museo Revello de Toro, que poco a poco se pone a rebosar de gente que ha acudido a la fiesta en honor del artista malagueño que da nombre y contenido la antigua casa-taller de Pedro de Mena. «Es la primera vez que vengo, la verdad. Mi hija me ha dicho que la entrada era gratis y que a las seis había un acto de homenaje a Revello, así que he aprovechado», cuenta Francisco cuando frisan las seis y media en el reloj, aparece el alcalde Francisco de la Torre y saltan los brazos como espoletas que sostienen móviles, cámaras de fotos y de vídeo profesionales y de uso doméstico que luchan por inmortalizar el momento.

El centenar de visitantes que ha acudido a la cita ya ha tenido ocasión de retratar el dibujo de un violín realizado por Revello el pasado mes de mayo. El pintor lo donó a Nuevo Futuro para una subasta benéfica y el alcalde «en representación del Ayuntamiento» pujó (1.600 euros) y se hizo con él para que pasara a la colección del museo.

Pero el cuadro tiene, además, otra historia. La contó el propio Félix Revello de Toro al recordar que Miguel Ángel Piédrola, coleccionista de instrumentos musicales y artífice del Museo Interactivo de la Música (MIMMA), tuvo noticia de que el padre de Revello había cursado estudios de violín en el conservatorio María Cristina, cuyas calificaciones llevaban la rúbrica nada menos que de Eduardo Ocón. Entonces Piédrola hizo llegar a Revello un violín con un retrato de su padre y, movido por los sentimientos que le provocó aquel gesto, Revello se puso a pintar el instrumento que ahora forma parte de la colección del museo con su nombre.

Canción y copa de vino

«Hoy vuelvo a Málaga con la misma ilusión de siempre», confesaba el pintor, que recibía de manos del director del museo Elías de Mateo la entrada del visitante cien mil del equipamiento cultural inaugurado el 27 de noviembre de 2010. El equipo del museo y el resto de los presentes cumplieron la tradición de completar la fiesta con la correspondiente tarta y el Cumpleaños feliz, acometido con el acompañamiento musical de Trovadores sin Fronteras y el buen trago de un vino de Málaga por cuenta de El Pimpi.

A la vista del buen ánimo de Revello, Elías de Mateo recordó que el pintor malagueño y la reina Isabel II de Inglaterra son de la misma quinta: «Están hechos de la misma madera...». De madera de violín.

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