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Elena Casado pasea con Alfieri. :
Voluntariado con recompensa

Voluntariado con recompensa

Los alumnos de la UMA que colaboran con la Protectora de Animales pueden convalidar créditos de libre configuración

JUANMA RODRÍGUEZ

Lunes, 4 de abril 2016, 01:02

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«Aquí hay algunos perros que llevan mucho tiempo, incluso décadas. Los llamamos 'perros-protectora', o 'invisibles' porque difícilmente saldrán algún día de aquí». Paloma Sibajas habla con la voz hendida de los animales que le han robado el corazón en apenas unos meses. Esta joven es una de los estudiantes de la UMA que participan como voluntarios en la Protectora de Animales y Plantas -ubicada en Ciudad Jardín-, por cuya labor reciben una doble recompensa: la satisfacción personal y créditos de libre configuración que les ayudarán a terminar sus estudios.

Paloma estudia el Grado en Derecho, que está terminando. Tanto ella como cualquier alumno de la Universidad de Málaga puede acceder al convenio de convalidación de créditos de libre configuración por las horas trabajadas en esta asociación. En su caso, ella podría conseguir 12 créditos, o lo que es lo mismo, dos asignaturas. Para conseguir seis créditos tendría que dedicar 150 horas de esfuerzo.

Sibajas llegó a la Protectora por su amor a los animales. En vez de «perder la mañana haciendo cualquier cosa», ella prefiere pasar el día paseando a Xulo, un cruce muy listo que lleva unos cinco años en la Protectora, jugar en el patio con Walter o ir al campo con Ifrit y Urra, una pareja de perros enamorados que llevan una década juntos compartiendo el mismo cubículo. También se encarga de dar la ración extra a los que tienen problemas, así como tratarles las curas superficiales. «Vengo aquí a ayudar. Me siento muy útil como persona», explica. Empezando ya en la asociación se enteró de que su desinteresado sacrificio tendría sus frutos aunque, como ella dice, la satisfacción está «en el perro que sale de aquí feliz y con una familia».

Elena Casado también es voluntaria en la Protectora. Ella estudia Criminología, y, como Sibajas, una vez allí se percató de la convalidación de los créditos. Sin embargo, Casado no puede aprovechar esta ventaja, ya que es beneficiaria de la beca del Ministerio, que exige un mínimo de créditos aprobados por curso. Como el resto de sus compañeros, ella va una mañana a la semana, lunes o miércoles, para ayudar en lo que pueda.

Desbordados

Poca gente sabe que la Protectora de Animales y Plantas de Málaga no sólo acoge a perros abandonados, que son los que más abundan -de ahí el desconocimiento-. También cuenta con una gatera, en la que trabajan voluntarios, un espacio para palomas enfermas y conejos perdidos, y un pequeño estanque repleto de tortugas galápago.

Sin embargo, lo que les desborda son los perros. Con una capacidad máxima de unos 500, casi 1.000 canes conviven entre estas paredes de la mejor forma que pueden. Los cachorros lactantes que suelen aparecer en cajas de cartón frente a la puerta, los perros de caza que cuando acaba la temporada son repudiados o los que son abandonados por diferentes enfermedades,mal comportamiento o simplemente porque ya no divierten al dueño, encuentran aquí alimento («barra libre», como dicen los mismos voluntarios), cuidados médicos y, sobretodo -y lo que más necesitan-, muchas dosis de cariño. Y ellos lo agradecen.

Ahora mismo está en construcción un centro veterinario completo, donde los animales recibirán el mejor tratamiento que puedan tener. Actualmente, los 15 auxiliares que trabajan aquí cuentan con una peluquería, una clínica auxiliar para tratar problemas superficiales y un quirófano donde se operan a los animales. Estos conviven en distintos módulos , que los separan según sus características y por sus respectivas edades.

Muchos de los que llegan vienen con problemas, ya sea sarna, leishmaniosis, o no se adaptan al lugar y se autolesionan. Eso les dificulta mucho la adopción. Pero sin duda, los perros más mayores son los que lo tienen más complicado. Robin es uno de ellos. Lleva nueve años en la asociación sin que nadie se haya fijado en él. Se merece ya un hogar. La adopción son 90 euros, precio que cubre los gastos de castración, vacunas, chip y desparasitación. También existen otras opciones como el apadrinamiento, o la acogida: el interesado acoge al animal y la protectora cubre sus gastos.

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