Santiago Palanco: «Me arrepiento a diario de haber dejado un puesto fijo en EE UU»

Málaga. La escasa oferta académica que tenía la UMA en la década de los 90 fue lo que llevó a Santiago Palanco a estudiar Química en la Facultad de Ciencias, aunque finalmente se graduó en la Universidad del País Vasco. Después volvió a Málaga y empezó a trabajar en el grupo de investigación de Javier Laserna, con el que organizó en 2004 un congreso internacional sobre el sistema de láseres LIBS que él mismo inauguró.

De esta manera, entró en contacto con investigadores americanos que dos años más tarde le ofrecieron una plaza en la University of Florida Center. «Lo tenía muy fácil porque en Florida la velocidad de crecimiento profesional es totalmente distinta a la de aquí», afirma Palanco. Pero él quería volver a Málaga, así que abandonó Florida. «Dejé un puesto fijo en EE UU en el que cobraba anualmente mucho más de lo que cobro aquí en cinco años y acepté la ayuda Ramón y Cajal en la UMA, pero es una decisión de la que me arrepiento a diario», cuenta el investigador.

De aquello han pasado ya cinco años, concretamente el contrato de Palanco en la Universidad finalizó el 30 de noviembre. «Se supone que cuando acabas la ayuda te mandan una carta informándote sobre si te van a echar o si te van a prorrogar, pero en mi caso no fue así. Fui yo el que tuve que llamar al Vicerrectorado de Profesorado para saber qué iba a pasar conmigo», aclara Palanco. «Finalmente -continúa- me han prorrogado un año. Mientras tanto el investigador se ha presentado a una plaza de ayudante doctor en el departamento de Física Aplicada, cuya resolución no ha sido publicada todavía. «Si tengo suerte me darán una de las 40 plazas y si no, me quedaré fuera».