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Enrique Viguera posa para Crónica en el Jardín Botánico de la UMA :: f. torres
Enrique Viguera: «No hay nada peor que cortarle las alas a un profesor que está motivado con su trabajo»

Enrique Viguera: «No hay nada peor que cortarle las alas a un profesor que está motivado con su trabajo»

Profesor de Biología en la Facultad de Ciencias

FERNANDO TORRES* cronica.su@diariosur.es

Lunes, 15 de febrero 2016, 17:53

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Enrique Viguera lleva el concepto de la docencia mucho más allá de las pizarras. Es un divulgador científico, con mayúsculas. Su regreso a la Universidad de Málaga, donde es profesor titular de genética en la Facultad de Ciencias, fue un retorno inesperado tras años cambiando de destino, moviéndose siempre en los centros más importantes de Europa -Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), laboratorio de Genética en Microbiones de París o el Centro de Astrobiología-. Ha encadenado diferentes becas -la Marie Curie, otra del Instituto Nacional de Investigación Agronómica de Francia, entre otras- para rellenar un currículum «clásico en el científico investigador». Actualmente dirige el ciclo de Encuentros con la Ciencia, una de las actividades de divulgación científica más importantes de Málaga y reconocida a nivel nacional.

  • uCurrículum. Enrique Viguera es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Málaga y doctor en Ciencias por la Universidad Autónoma de Madrid. Realizó su tesis doctoral en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Su estancia posdoctoral la pasó en Francia, trabajando para el Instituto Nacional de Investigación Agronómica. Al volver a España trabajó en el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), como investigador Ramón y Cajal. Desde 2003 es profesor titular del Área de Genética, en el Departamento de Biología Celular, Genética y Fisiología de la Universidad de Málaga.Especialidad. Biología

  • Otros cargos. Fue uno de los creadores del ciclo Encuentros con la Ciencia, que actualmente cordina junto a los profesores Ana Grande, José Lozano, Juan Carlos Aznar, Julia Toval y Mariola Argivai.

-¿Qué es la ciencia en su vida?

-Yo siempre me he criado en este entorno. Un familiar era director de un laboratorio de investigación en Barcelona, y en verano yo me iba allí a hacer prácticas, lo que implica que durante tres meses me levantaba a las seis de la mañana y trabajaba hasta las tres de la tarde. Por supuesto, todo sin cobrar, pero era un estímulo para mí. Debe haber algo innato, porque desde pequeño me he interesado por la ciencia en general. Fue muy importante que durante el colegio tuve una profesora muy buena de ciencias y eso me terminó de decidir; creo que es fundamental que haya un profesor que te motive. Se llama Mari Carmen Calvet. Ella encendió la chispa y me terminó de prender. Eso es lo que intentamos hacer ahora, motivar al alumnado.

-Dentro de la docencia, ¿cuál es su papel para ser como esa profesora?

-Con la investigación tienes la emoción de descubrir, la emoción de ver algo por primera vez, de escribirlo, plantearlo a la comunidad científica y ver su repercusión, que a veces puede ser lejana. Con el alumnado directamente ves esa motivación, lo que intentamos es siempre transmitir esa emoción y esa pasión por la ciencia, que creo que es fundamental. Creo que eso se está perdiendo hoy en día con tanta burocratización, tanto en la enseñanza media como en la superior. Se está encajando tanto el grado de libertad del profesor, que al final terminas desmotivándolo. No hay nada peor que desmotivar al profesor. No hay nada peor que cortarle las alas a un profesor motivado. Eso afecta al alumnado.

Encuentros

-¿Qué es el ciclo Encuentros con la Ciencia?

-Lo creamos tres profesores que llegamos a la UMA casi a la vez. Uno de ellos es José Lozano, profesor de Bioquímica y compañero de carrera, que estuvo cinco años en Nueva York mientras que yo estaba en París. La tercera profesora es Ana Grande, a quien conocí en Madrid. Ella venía de Manchester también con un contrato Ramón y Cajal. Ahora es mi mujer (comenta entre risas). Los tres vimos que en Málaga, pese a ser la quinta ciudad más importante en cuanto a población, en temas de ciencia y divulgación no había casi nada. Yo había participado en ferias de la ciencia en Francia y en Madrid, conocía el dinamismo que ello implicaba. Decidimos plantear este ciclo, la UMA nos dijo que era muy complicado. Sin embargo, en Ámbito Cultural de El Corte Inglés nos recibieron con los brazos abiertos. Inicialmente era un ciclo de conferencias abierto al público, con tono divulgativo, lejos del academicismo que no trasciende a la sociedad. La idea era que pudiera ir cualquier persona y que se enamorara de los temas.

-¿En qué punto se encuentra el ciclo?

-Ahora mismo es la referencia principal en divulgación científica en Málaga, y desde 2006 estamos en contacto con la Fundación Española de Ciencia y Tecnología, que es el organismo que financia estas actividades en España. Ellos nos ponen de ejemplo como actividad que es capaz de llegar a la calle. Desde ese año recibimos financiación de forma ininterrumpida, pasando filtros muy duros, compitiendo con museos, profesionales de la divulgación, periodistas y científicos. La Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular también nos apoya desde hace cuatro años. También iniciamos una colaboración con el Centro del Profesorado de Málaga para llegar a los alumnos. Hemos evolucionado, comenzando con unas conferencias, después implementamos las exposiciones, y finalmente una serie de actividades en colegios. Varios profesores se implicaron, como Mariola Argivai, Juan Carlos Aznar, y Julia Toval, de la Sociedad Malagueña de Astronomía, una de las más activas de Málaga.

-¿Qué hace falta para divulgar ciencia?

-Primero creer en esa necesidad de transmitir la pasión por la ciencia. Debes vivirlo. Sin pasión nunca vas a llegar a ese nivel, o será algo rutinario y te impedirá tener la imaginación necesaria para diseñar actividades. Aun así varios elementos tienen que estar implicados. Es necesario que haya un comunicador científico profesional, que no importa si es científico o no. Puede ser un periodista con una formación científica complementaria. En Málaga echamos en falta atención a la divulgación por parte de los medios de comunicación.

-¿Cuál es el futuro de la divulgación en Málaga?

-Soy muy escéptico. Hay una desidia muy importante al respecto y en parte es por la incultura científica de nuestros propios políticos.

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