Borrar
Miguel Ángel Meléndez, en su despacho de la Facultad de Económicas en El Ejido.
Un profesor de la UMA, premio al mejor artículo económico internacional

Un profesor de la UMA, premio al mejor artículo económico internacional

El trabajo se basa en un experimento sobre cómo las relaciones personales afectan a las decisiones económicas

MARIVÍ MORILLA

Sábado, 30 de enero 2016, 23:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

A Miguel Ángel Meléndez Jiménez se le despertó el gusanillo de la investigación cuando estaba a punto de acabar la carrera, pero desde entonces lo ha tenido claro: quería recoger datos, analizarlos y compararlos con la teoría porque, tal y como él mismo apunta, «en economía también se hacen experimentos». El pasado mes de diciembre fue galardonado, junto con los profesores Gary Charness (Universidad de California), Francesco Feri (Royal Holloway, Universidad de Londres) y Matthias Sutter (Universidad de Colonia), con el premio Exeter 2015 de Investigación, un galardón que otorga la universidad inglesa del mismo nombre y que reconoce el mejor artículo publicado en 2014 en revistas económicas de impacto internacional en las áreas de economía experimental, economía del comportamiento y teoría de la decisión.

El premio se basa en un experimento que se llevó a cabo en la Universidad de Innsbruck (Austria) donde se analizó cómo la red en la que interactúan los agentes afecta a las decisiones económicas. Los resultados del trabajo fueron publicados en la revista estadounidense 'Econometrica', considerada una de las tres más relevantes del panorama internacional en el campo de la economía. «En mi tesis doctoral ya trabajé mucho el tema de la interacción en redes, que se refiere a las relaciones entre personas. Durante esos años conocí a Francesco Feri, catedrático de la Universidad de Londres, y empezamos a trabajar juntos. Nos surgió la idea de estos juegos experimentales y comenzamos a trabajar en ello en 2010», explica Miguel Ángel Meléndez.

Durante los cuatro años posteriores a 2010 los investigadores 'encerraron' a un total de 580 personas en la Universidad de Innsbruck a lo largo de diversas sesiones para ganar pequeñas sumas de dinero (unos 16 euros). Para conseguirlo, tenían que tomar decisiones personales y de acuerdo a grados diferentes de conocimiento de lo acontecido a su alrededor. «Lo de pagar era importante porque queríamos que las personas actuaran tal y como lo harían en la vida real», aclara el docente.

La investigación evidencia que la estructura de la red social en la que nos movemos, medida en términos de con cuánta gente interactuamos, afecta a nuestro comportamiento. «En la vida real vivimos en redes y lo que piensan los demás nos afecta. Cuando yo tengo que descargarme una aplicación en el móvil, por ejemplo, pregunto cuál es la que usan mis amigos. Y lo que hacen mis amigos depende a su vez de lo que hacen sus amigos, que no tienen por qué ser también mis amigos», señala Meléndez.

El profesor de la UMA explica que en economía hay estudios teóricos que predicen qué cabe esperar de las decisiones económicas dependiendo de las características de la red, pero «eso no dejan de ser modelos matemáticos que hasta que no conseguimos datos no tienen una validación empírica y por eso hicimos el experimento».

Vocación

Meléndez estudió el doctorado en Alicante, donde descubrió la economía experimental porque hasta entonces no tenía constancia de que en esta rama se hacen experimentos. «El paradigma típico siempre ha sido el de 'todo el mundo interactúa con todo el mundo', pero en los últimos 20 años la economía ha empezado a interesarse en cómo afecta la red y en eso me he especializado yo», afirma el docente.

Doctor en Economía y profesor de la UMA desde 2007, este malagueño de 39 años confiesa que llegó a la carrera «por casualidad», pero una vez allí desarrolló una vocación que lo animó a seguir estudiando el doctorado y a empezar su camino como investigador. «El mundo de la investigación no es fácil. Tienes que tener mucha vocación para dedicarte a ello y, aunque yo entré en Economía por casualidad, después tuve muy claro que quería ser investigador», concluye.

En estos momentos, el profesor trabaja junto a otros colaboradores en otro proyecto en el que analizará situaciones en las que competidores en subastas logran información previa sobre el producto a adquirir y pueden decidir si compartirla o no antes de la puja, pero cobrando un precio por ello.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios