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Navas mantiene a Arroyo, investigado desde junio, como titular de Economía y Hacienda.
Navas mantiene en el Gobierno de Benalmádena un edil imputado pese a su compromiso electoral

Navas mantiene en el Gobierno de Benalmádena un edil imputado pese a su compromiso electoral

El alcalde aseguró en campaña que retiraría a los concejales de su equipo que estuvieran implicados en casos de presunta corrupción

Alberto Gómez

Lunes, 19 de septiembre 2016, 00:40

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El alcalde de Benalmádena, Víctor Navas, mantiene como responsable de Economía y Hacienda al edil Manuel Arroyo, imputado desde junio por el Juzgado de Instrucción número 4 de Torremolinos. La Fiscalía Provincial de Málaga acusa a Arroyo de presuntos delitos de prevaricación continuada, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias por un supuesto desvío de pagos al ordenar tres transferencias fuera de contrato a un asesor externo vinculado al PSOE. El concejal socialista mantiene sus delegaciones pese a que, en mayo de 2015, durante la campaña electoral, Navas se comprometió a «exigir a los concejales de mi Gobierno, si alcanzo la Alcaldía tras las municipales, a suscribir un código ético que aparte temporalmente de las responsabilidades de gobierno a los imputados por corrupción».

El alcalde, que hizo público su compromiso en redes sociales, en la página web del PSOE de Benalmádena y en varios medios de comunicación, instó a los representantes políticos inmersos en este tipo de procedimientos a abandonar sus funciones de gobierno de forma temporal «mientras se resuelven las diligencias judiciales». «No pedimos que dejen su acta, pero nos parece imprescindible que abandonen la gestión pública. Es lo mínimo que pide el ciudadano», explicó Navas. El regidor socialista llegó a publicar un alegato contra la corrupción en su cuenta de Facebook: «Quiero recordar a todos los partidos políticos que la lucha contra la corrupción se demuestra, como todo en la vida, con el ejemplo».

Navas, por entonces candidato socialista, presentó una moción plenaria en noviembre de 2014 para instar a los concejales a abandonar sus responsabilidades de gobierno en caso de ser imputados. Aunque la propuesta no prosperó la exalcaldesa, Paloma García Gálvez (PP), no permitió que se votara su urgencia alegando que no tenía constancia de la moción, Navas retomó el código ético durante la campaña electoral para dejar claro su compromiso de apartar a los concejales imputados en caso de que obtuviera la vara de mando, alcanzada tras recibir el apoyo de quince de los veinticinco ediles de la corporación municipal durante la investidura que tuvo lugar un mes después.

Desde el Gobierno local sostienen que Arroyo «no está imputado», aunque el auto del Juzgado de Torremolinos, al que este periódico ha tenido acceso, dicta la apertura de diligencias previas y cita a declarar al concejal de Economía expresamente bajo esta figura procesal. En su razonamiento jurídico, tras recibir la denuncia, el juez asegura que los hechos relatados por el fiscal «presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal». El Ejecutivo municipal insiste en que «no hay lucro personal» y que se trata de «un asunto administrativo».

«Pacto encubierto»

La investigación abierta contra Arroyo también compromete la posición del resto de partidos del Ejecutivo, especialmente de los tres exconcejales de Ciudadanos, que justificaron su apoyo a Navas, pese a que el PSOE no fue la lista más votada, por el procedimiento abierto contra García Gálvez, imputada por una supuesta retribución ilegal a su exsocio de gobierno, Francisco Salido. Los exediles de la formación naranja, que forman parte del grupo no adscrito después de que el partido expulsara a su portavoz, Bernardo Jiménez, por un «pacto encubierto» con el PSOE, no se han pronunciado públicamente sobre la imputación de Arroyo, con quien gobiernan desde hace cinco meses.

Navas comenzó la legislatura gobernando junto a Izquierda Unida y Alternativa por Benalmádena, una coalición a la que en abril se sumaron los dos representantes de Costa del Sol Sí Puede y los exediles de Ciudadanos. Fuentes cercanas al PSOE confirman que las tensiones internas se han agravado en las últimas semanas debido a las discrepancias entre el alcalde y algunos concejales del Gobierno local. La brecha ideológica entre el partido instrumental de Podemos y los exconcejales naranjas, evidente en numerosos plenos, y el malestar aún latente en algunos sectores del PSOE provincial por la forma con que Navas compitió contra Javier Carnero presentándose a las primarias después de que el exalcalde ya hubiera anunciado su candidatura a la Alcaldía, que acabó retirando, terminan de complicar el escenario político local.

Los socialistas, con siete representantes en Benalmádena, accedieron al Gobierno local en junio del año pasado y firmaron con sus socios de coalición un pacto por la estabilidad con el objetivo de evitar una nueva moción de censura tras las presentadas por el PP en 2009 y 2012.

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