El inicio de las obras del parque comercial y de ocio podría retrasarse hasta otoño

El comienzo de las obras del gran parque comercial y de ocio de Torremolinos podría retrasarse hasta otoño. Las máquinas de la empresa promotora, Intu, no empezarán a funcionar hasta que la Junta de Andalucía apruebe de forma definitiva el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio costasoleño, un trámite que previsiblemente no estará resuelto «hasta octubre o noviembre», según fuentes municipales. Pese a que inicialmente se barajó septiembre como fecha límite para que el Gobierno andaluz se pronunciara respecto al PGOU, el Ayuntamiento ha incluido un par de modificaciones para asegurar el visto bueno de la Junta.

La aprobación definitiva del PGOU permitiría poner en marcha los grandes proyectos urbanísticos frenados en Torremolinos desde hace lustros. El Ejecutivo autonómico ha tumbado en varias ocasiones el documento alegando que no se adaptaba a los planes de inundabilidad, por lo que el municipio arrastra un plan urbanístico obsoleto que data de 1996 y no reconoce su realidad actual ni propicia la llegada de inversiones. La nueva corporación aprobó de forma unánime y provisional el documento, que lleva años redactándose, en un pleno extraordinario celebrado en febrero. Con posterioridad, el equipo de Gobierno, a través del Área de Urbanismo, incluyó un estudio medioambiental estratégico y un informe de evaluación sobre el impacto de género, iniciativas pioneras en Andalucía, para tratar de garantizar la aprobación definitiva por parte de los técnicos de la Junta.

Intu prevé construir el complejo comercial y de ocio más grande del Medierráneo al norte del Palacio de Congresos de Torremolinos. El consejero de la empresa, Salvador Arenere, adelantó a este periódico que un tercio de la superficie edificable será destinado a la zona comercial, mientras el resto del espacio estará dedicado a paisajismo y lugares transitables y de ocio. El parque contará con una piscina de olas gigantes para hacer surf, un rocódromo al aire libre, pistas de esquí con nieve operativa durante todo el año, restaurantes, cines y tiendas, entre otros reclamos. «Será la mayor inversión privada en la historia de Torremolinos», adelantan desde Intu, que planea desembolsar 650 millones de euros, una cantidad a la que habría que sumar una inversión indirecta cercana a los 550 millones de euros por parte de los operadores, que no se darán a conocer hasta que el PGOU sea aprobado.

Creación de empleo

La creación de empleo es otro de los asuntos que más interés ha generado en torno a este macroproyecto. Desde la compañía de origen británico aseguran que el parque permitirá la contratación directa de más de 4.000 personas, además de los empleos que se generarán durante la construcción. Este proceso, sin embargo, aún está por definir: «El Ayuntamiento y los comerciantes están interesados en colaborar para que haya empleo local y así será. Cuanta más presencia del entorno, mejor».

El Consistorio ingresará cerca de veinte millones de euros por el proyecto, quince de ellos en concepto de licencias, una cantidad que constituye el veinte por ciento de su presupuesto anual. Además, el Ayuntamiento recibirá de Intu más de tres millones de euros al año sólo por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). La empresa también colaborará para hacer frente a los costes de obra derivados de la integración paisajística del parque comercial y de ocio en el municipio y destinará una partida de 300.000 euros al saneamiento de la Cañada de los Cardos.

Mientras espera a que la Junta dé luz verde al PGOU, Intu estrecha vínculos con la provincia y ya ha firmado acuerdos con la Asociación Española Contra el Cáncer, la Universidad de Málaga, la Fundación Cánovas, la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo o la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Torremolinos, que le arrancó el compromiso de invertir tres millones para remodelar la entrada al municipio desde Málaga.