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"Me dijo que había esperado a que muriera, que quería verla sufrir"

Policías relatan cómo fue la investigación y sus actuaciones en el momento posterior al supuesto asesinato de la profesora de inglés hallada muerta en su piso en marzo de 2014 en Torremolinos

Alvaro Frías

Martes, 21 de junio 2016, 14:17

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Esta mañana ha continuado el juicio contra Carlos Río a quien se acusa de asesinar a Ana María González, la profesora de inglés hallada muerta, con 30 heridas de arma blanca, en su piso de Torremolinos el 5 de marzo de 2014. En la sesión han declarado numerosos policías nacionales, quienes han relatado cómo fueron sus actuaciones tras los hechos. Uno de ellos ha asegurado al jurado popular que el procesado le dijo que había esperado a que la víctima muriera y que quería verla sufrir.

Se trata del agente que se encontraba con el acusado en el hospital, al que fue trasladado tras los hechos ya que había dicho que había consumido pastillas. El policía ha mantenido que Río estaba consciente en todo momento y que no paraba de repetir que le había hecho mucho daño a la víctima.

El policía nacional ha manifestado que el acusado le indicaba que "quería hacerla sufrir, lo recalcaba porque manifestaba que él había sufrido mucho".

Por su parte, los agentes que llegaron al domicilio donde estaba el cuerpo de la profesora lo han descrito como el escenario de una muerte violenta, en el que había restos de sangre en diversas zonas y la víctima tumbada encima de un gran charco de sangre.

Uno de los investigadores incluso ha llegado a manifestar que el acusado les dijo que la primera puñalada que le dio fue en el cuello, "de forma traicionera", sin que la maestra se lo esperara y que incluso estaba girada.

En la sesión de ayer, el procesado, que se enfrenta a 25 años de prisión, reconoció haber matado a la víctima, aunque aseguró que fue a su casa con la intención de suicidarse y no con la de acabar con su vida. " Yo la maté, sé que fui yo; pero estoy arrepentido, siempre me sentiré como un monstruo", dijo.

Esta mañana también han declarado las hermanas del procesado, entre otros testigos, quienes han afirmado que el acusado lo estaba pasando mal psicológicamente cuando ocurrieron los hechos y que tenía ideas suicidas tras la ruptura de la relación con la víctima.

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