Piden 22 años para un acusado de asesinar a su pareja con un punzón de costura

Solo llevaban cuatro meses juntos. Era una relación sentimental intermitente y convivían de forma esporádica en el apartamento que él había alquilado en la calle Brasil de Torremolinos. Su relación acabó de forma trágica cuando el hombre decidió acabar con la vida de su pareja en noviembre de 2013 asestándole quince puñaladas con un punzón de costura. Ambos habían estado envueltos en una espiral de violencia en anteriores relaciones. Él había sido acusado por malos tratos por dos exparejas, mientras que ella los habría sufrido de dos excompañeros sentimentales. El hombre, un exfuncionario de juzgado jubilado, que confesó el crimen y se entregó a la policía horas después, se enfrenta a una pena de 22 años de cárcel por delito de asesinato con alevosía y ensañamiento.

«Buenas noches, vengo a entregarme porque he matado a mi mujer». Eran las cuatro y media de la madrugada cuando el acusado, Alfredo C. G, que entonces tenía 50 años, se presentó en la comisaría de la calle Skal de Torremolinos, a pocos metros de su domicilio, confesando el crimen que había cometido tres horas antes, y entregándose a la policía.

Los agentes se quedaron sorprendidos por su aparente tranquilidad y se personaron en el domicilio del hombre. Una vez dentro de la vivienda, comprobaron que no mentía. Encontraron a la víctima detrás de un sofá, tumbada en el suelo y tapada por una sábana. Sin embargo, el interior del piso apenas estaba revuelto ni había signos de violencia. El cuerpo de la mujer presentaba quince puñaladas producidas con un punzón de costura.

El crimen se produjo el 13 de noviembre de 2013. Sobre la una y media de la madrugada Alfredo C. G. mantuvo una discusión en la cocina con su pareja, de 37 años. Según explica el fiscal en su escrito de acusación provisional, en un momento determinado «de forma sorpresiva, sin posibilidad de defensa por parte de la víctima y con ánimo de causarle la muerte», el hombre le asestó una primera puñalada en el cuello y luego otras catorce también en el cuello, la cara y la espalda, «con intención de aumentar su sufrimiento», explica el fiscal. La primera herida fue «mortal de necesidad», pues le afectó a la yugular.

El acusado utilizó para apuñalar a su novia un punzón de mango de madera de catorce centímetros que había cogido poco antes de la agresión de una caja de costura que se encontraba en la mesa del salón.

Nadie en el edificio escuchó la discusión. La pareja, que se había mudado al apartamento cuando comenzó su relación, era prácticamente desconocida entre sus vecinos. En la vivienda se encontraron efectos personales en cajas.

Ensañamiento

Además de los 22 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con la circunstancia agravante de parentesco y la atenuante de confesión, el Ministerio Público solicita el pago de una indemnización, en concepto de responsabilidad civil, de 50.000 euros para la hija de catorce años que la víctima tenía de una relación anterior y de 10.000 y 5.000 euros, respectivamente, para sus padres y hermanos.

Igualmente el fiscal ha solicitado que se abra un proceso judicial independiente contra el acusado por un delito de tenencia ilícita de armas, para investigar su relación con el machete de 23 centímetros de hoja que fue hallado debajo de un cojín en su casa.

El caso será juzgado por un jurado popular el 11 de mayo en la Audiencia Provincial de Málaga.