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Puerto Marina prevé romper la estacionalidad a través de la programación de eventos culturales.
Puerto Marina promueve un ambicioso plan para relanzar su actividad comercial

Puerto Marina promueve un ambicioso plan para relanzar su actividad comercial

El recinto, objeto de debate político, acoge eventos culturales y otras actividades para frenar la estacionalidad y dinamizar su sector empresarial

Alberto Gómez

Martes, 14 de octubre 2014, 12:12

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La singular arquitectura de algunas de sus instalaciones le valió, tras su inauguración en 1982, el reconocimiento de buena parte del turismo europeo que recalaba en la Costa del Sol. Desde entonces, el puerto deportivo de Benalmádena ha alternado momentos de desarrollo extraordinario con otros presididos por una decadencia impropia de una marina de estas características. Objeto de numerosos debates políticos y víctima de una imposible maraña administrativa, Puerto Marina acoge desde el final de la temporada estival una batería de acciones destinadas a relanzar su actividad comercial, fundamental para la supervivencia del recinto portuario.

La anulación el pasado mes de julio del decreto promovido en 2004 por la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía que autorizaba la subida de los cánones a los puertos deportivos de gestión indirecta, como es el caso del situado en Benalmádena, supuso un acicate para la empresa concesionaria, que ha vuelto a llevar a los tribunales la nueva cuota impuesta desde el Ejecutivo autonómico (unos 300.000 euros semestrales). El gerente de la entidad portuaria, José Manuel López Merino, explica de manera gráfica las dificultades con que topan a diario: «Creen que somos una máquina de hacer dinero, pero no es así». Desde la Junta aseguran que los cánones están establecidos según una serie de parámetros, como el número de atraques o los ingresos anuales. Ajenos al empedrado legal, los comerciantes del puerto, reconocido internacionalmente por sus viviendas flotantes, reciben de brazos abiertos las propuestas lanzadas desde el Ayuntamiento, que pretende frenar el zarpazo de la estacionalidad con la organización de eventos culturales que sirvan como reclamo para vecinos y turistas.

La semana pasada, la Delegación del Puerto hizo público que, durante los meses de temporada baja, se pondrán a disposición de los visitantes de la marina más de quinientos aparcamientos gratuitos, disponibles junto al paseo de las Estrellas y el varadero. La medida está enmarcada en el plan de promoción del puerto, donde ya se ha instalado una carpa permanente en la que la empresa Espectáculos Mundo programará numerosos espectáculos, como el concierto que este otoño ofrecerá el grupo malagueño Efecto Mariposa, aún sin fecha concreta. El acuerdo suscrito entre el Consistorio y la empresa prevé convertir la carpa en una especie de auditorio utilizable durante todo el año.

También pasarela

Otro de los actos organizados para dinamizar el sector comercial del puerto fue la pasarela marina celebrada el pasado 4 de octubre, en la que participaron algunas firmas del municipio y diseñadores como Agustín Torralbo. La alcaldesa de Benalmádena, Paloma García Gálvez, afirmó que este tipo de eventos tienen como objetivo «potenciar aun más si cabe el valor de la joya de nuestra localidad», en referencia a Puerto Marina. Aunque la importancia de este recinto en el tejido empresarial benalmadense parece no admitir discusiones entre los principales partidos políticos, su gestión es un constante foco de discusión.

El concejal Víctor Navas, candidato del PSOE a la Alcaldía en las próximas elecciones municipales, ya ha solicitado a García Gálvez que ordene un informe de fiscalización, algo que desde el grupo socialista no descartan pedir también por vía judicial para aclarar las presuntas irregularidades en la gestión por parte del primer teniente de alcalde y concejal del Puerto, Francisco Salido. La oposición, junto a UGT, ya denunció «la privatización de servicios públicos» provocada por la adjudicación de las tareas de mantenimiento del puerto a una empresa privada con tres trabajadores que cobra casi 8.000 euros mensuales. Salido alega que, en la bolsa de trabajo para estas tareas, «no hay personal cualificado».

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