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David Galán es el más joven de una larga estirpe dedicada al mundo del toreo.
David Galán: «He sufrido la crisis, como cualquier otro profesional»
LA GRANIZADA

David Galán: «He sufrido la crisis, como cualquier otro profesional»

MARI CARMEN JAIME

Viernes, 22 de agosto 2014, 01:40

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Este año el arte planea más que nunca sobre David Galán. El hijo del malogrado torero fuengiroleño Antonio José Galán ha vuelto a los ruedos tras un parón obligado, entre otros aspectos, por la situación económica. Durante este tiempo, ha centrado su actividad en la ganadería y en prepararse «como si tuviese por delante veinte faenas». El joven demuestra así que todo esfuerzo tiene su recompensa.

-Arrancó la temporada con un triunfo en Madrid que parece ser solo el inicio de su confirmación en los ruedos, ¿qué sensaciones tiene?

-Madrid fue una tarde realmente especial: ha marcado un antes y un después en mi carrera. Acabo de cerrar una temporada triunfal en Perú, un país muy especial para mí por la vinculación con mi padre y mi familia. La afición me ha acogido con mucho cariño y me he sentido cómodo toreando en ruedos especiales.

-¿Sigue su padre tan presente en su vida?

-Mi padre es mi mayor orgullo. Está presente cada día, sobre todo por como era como persona. Como torero sé que logró algo muy difícil, se convirtió en una figura a mediados de los setenta, gracias a sus triunfos en España y otros países, como el propio Perú. Allí, incluso hoy, celebran la fecha de su cumpleaños con una gran fiesta social.

-¿Y se ha sentido alguna vez a la sombra de su figura?.

-Nunca, él es demasiado grande como para que yo pueda hacerle sombra. Siento sobre todo orgullo, y más cuando quienes nos han conocido a ambos dicen que tengo muchos rasgos suyos.

-¿Le animó a que se dedicara a los toros?

-Mi familia, como es normal, es taurina. Antes que yo pisó los tentaderos mi hermano mayor, que también es matador de toros. Mi padre no nos obligó, sólo nos enseñó. De pequeño me ponía delante de un becerro y, en lugar de asustarme me divertía. Veía como la gente disfrutaba conmigo y empecé con las capeas. Aquello fue tomando seriedad hasta que decidí por mí mismo tomar este camino.

-De no ser torero, ¿a qué se hubiera dedicado?

-Habría estado ligado a este mundo de alguna manera, quizá a través de la ganadería.

-Su familia es propietaria de la plaza de toros de Mijas Pueblo, ¿considera positivo que recintos pequeños como éste sigan activos?

-Por supuesto. Son una plataforma para los jóvenes que se inician en esto del toreo. Mijas es de las pocas en la Costa del Sol que mantiene esa actividad; mi familia no la gestiona pero estamos muy ligados a ella y aunque hay quien cuestiona que los espectáculos están muy dirigidos al turismo, no solo en esta localidad, también en toda la Costa, creo que da a los futuros talentos la posibilidad de abrirse camino y estar cerca de la afición.

-Tomó la alternativa en Málaga en 2005 pero ha estado un tiempo fuera de los ruedos, ¿qué ha ocurrido?

-Como cualquier otro trabajador, los toreros hemos sufrido también las consecuencias de la crisis. Tengo la suerte de tener una finca en Cádiz con una ganadería y eso me ha servido para entrenar cada día a un ritmo muy alto. Me ha permitido además, mantener mi moral y he aprendido a saber esperar. En los últimos tres años tuve posibilidades pero en un circuito donde no veía mi hueco.

-¿Su hueco está en Málaga?

-Es mi tierra, aquí tomé la alternativa como matador y me habría encantado estar en el cartel de la feria este año, en el que parece que voy a confirmar mi carrera. No ha sido así pero triunfé el domingo en Marbella, muy cerca de casa. También espero estar en mi ciudad, Fuengirola, para las fiestas del Rosario en octubre.

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