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Tamara Romero, María del Valle Rico y Teresa Montero, ayer con fotos de la pareja en Torrox.
«Estamos más tranquilas, sabemos que están vivas»

«Estamos más tranquilas, sabemos que están vivas»

La familia está a la espera de que la joven de Torrox y su pareja puedan regresar a Londres o a España gracias a la embajada, tras huir desde Dubái al ser denunciadas por el padre de la novia egipcia

Juan Cano

Viernes, 28 de abril 2017, 00:27

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Sobre las 13.30 horas de ayer, María del Valle Rico y su madre, Teresa Montero, recibieron en su casa de Torrox la llamada que llevaban cuatro días esperando. Era su hermana e hija, María Jimena Rico Montero, que estaba desaparecida en Estambul desde el pasado lunes, a donde había llegado junto a su pareja sentimental, la joven egipcia Shaza Ismail, huyendo desde Dubái del padre de ésta, que las había denunciado por su condición homosexual, una orientación sexual que está castigada con 14 años de prisión en el país de los Emiratos Árabes.

En un traslado desde el centro de detención donde ambas estaban retenidas en la ciudad turca, les habían permitido usar sus teléfonos. «Estamos bien, nos van llevar a otro sitio, llama a la embajada», le dijo Jimena a su hermana. Nada más colgar el teléfono fue lo que hizo. Entonces se activaron todos los protocolos institucionales para poder localizarla y traerla de vuelta a España o a Londres. De hecho, según informó anoche a SUR la hermana, aún no saben a dónde podrán regresar ni cuándo lo harán. «Estamos a la espera de lo que nos diga la embajada, pero por lo menos ya estamos tranquilas, sabemos que están vivas», confesó.

Según el testimonio de María del Valle Rico, durante estos cuatro días que su hermana y su pareja permanecieron retenidas en contra de su voluntad, apenas les habían proporcionado comida ni agua, y les retiraron los móviles. Aunque no pudo precisar de qué habían sido acusadas por las autoridades turcas, la hermana apuntó que era posible que se debiera al hecho de no llevar pasaportes ni visados, después de que el padre de Shaza Ismail se los hubiera roto tras abordarlas en el aeropuerto de Tiflis, en Georgia, cuando se disponían a coger un vuelo en dirección a Londres. Eso sí, la hermana explicó que ambas habían sido esposadas. Otras fuentes del entorno de la familia apuntaron que las habían detenido en Samsun acusadas de terrorismo.

En cualquier caso, ha sido el final feliz a una historia de película, que ha mantenido en vilo a Torrox, localidad donde la familia se afincó en 2001 procedente de Argentina. La joven María Jimena se marchó a Londres en 2013, como otros miles de malagueños, para trabajar. Durante unos meses se trasladó a vivir a Dubái para probar suerte en otro trabajo, también en la hostelería. Allí conoció a Shaza Ismail, de 22 años, con la que inició una relación sentimental. La joven con pasaporte egipcio y residencia en Dubái se trasladó el pasado año a vivir a la capital británica, «para estudiar un máster», según comentó Tamara Romero, portavoz de la familia y amiga de la joven torroxeña. El pasado 15 de abril ambas viajaron de nuevo al país árabe para visitar a la madre de Shaza, que supuestamente estaba muy enferma, en un hospital. Pero era mentira. Se trató de una estrategia del padre para retener a su hija, a la que había denunciado por su condición homosexual.

Según explicó María Jimena en varios mensajes de audio enviados a través de Whatsapp a su amiga, el progenitor «la quería matar, la quieren llevar a colgarla.» «Me dijeron te vas y me llevas al aeropuerto», le aseguró. Pero la joven torroxeña no quiso separarse de su pareja sentimental, y ahí comenzó una aventura que las ha llevado por Georgia y Turquía, hasta acabar detenidas en Estambul.

Conversación con el padre

La familia destacó ayer la «fortaleza» de la joven, y «su gran corazón». «Siempre ayuda a la gente, ella no dejaría nunca sola a Shaza», dijo Romero. Horas antes de que se conociera su paradero, la hermana pudo hablar por teléfono con el padre de la joven egipcia, quien le dijo que no sabía dónde estaban las chicas.

Le aseguró que no quería matarlas, «que eso se lo impide su religión, y que le había facilitado un billete de avión a la joven torroxeña para que volara desde Dubái a Londres, pero que su hija se quedaría allí». Desde ese incidente, el padre aseguró que «tampoco había vuelto a saber nada de su hija». El padre de la joven, Francisco Rico, se mostró «emocionado» tras conocer el paradero de su hija y que estaba a salvo.

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