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Restos de cal en un filtro.
Vecinos protestan por la presencia de sedimentos de cal en el agua de Vélez-Málaga

Vecinos protestan por la presencia de sedimentos de cal en el agua de Vélez-Málaga

Los residentes denuncian que llevan varios meses teniendo que limpiar los filtros casi a diario y sufren averías en los electrodomésticos

Eugenio Cabezas

Viernes, 14 de abril 2017, 00:50

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Los vecinos de Vélez-Málaga, principalmente los del núcleo urbano, están hartos de tener que limpiar casi a diario los filtros de sus grifos, para conseguir que el agua siga llegando con una presión suficiente. Desde hace al menos cuatro meses, numerosos bloques de viviendas del casco urbano veleño vienen sufriendo la entrada de una gran cantidad de sedimentos en las tuberías, una situación que desde los administradores de fincas y grupos municipales como IU achacan a la conexión llevada a cabo el pasado verano de los pozos del Molino de las Monjas, un manantial que estaba en desuso.

Según informó a SUR el portavoz de la formación de izquierdas, Miguel Ángel Sánchez, la situación se produce en todo el casco urbano de Vélez-Málaga, lo que supone más de 30.000 vecinos, aunque hay zonas en las que los problemas son más graves. «Afecta a los barrios que se abastecen con agua de los depósitos de La Fortaleza y El Romeral, que es donde se mezcla la proveniente del Molino de las Monjas, aproximadamente al 50%, con la que viene del pantano de La Viñuela, que sí pasa por la planta potabilizadora de El Trapiche», explica el edil veleño, que asegura ser uno de los miles de afectados en Vélez-Málaga.

«Todas las semanas tengo que limpiar los filtros, y se me ha averiado ya varias veces el termo. Al resto de electrodomésticos tengo que limpiarles filtros también a menudo», describe Sánchez, quien asegura que desde su grupo municipal se están planteando pedir una auditoría completa sobre el cumplimiento del contrato con la empresa concesionaria del agua potable, Aqualia. El edil recordó que esta conexión a la red municipal de los pozos del Molino de las Monjas fue encargada por el anterior alcalde, Francisco Delgado, del PP, a pocos días del pleno de investidura de junio de 2015, cuando estaba en funciones. De hecho, su formación llevó el asunto a la Fiscalía, que abrió diligencias de investigación y lo trasladó al juzgado, que mantiene abierta una causa. Por el momento, la autoridad judicial está recabando informes al Ayuntamiento sobre la legalidad de la operación, que ha permitido a Aqualia dejar de adquirir unos dos hectómetros cúbicos al año procedentes del pantano de La Viñuela, que además se han podido ahorrar también de las escasas reservas del embalse.

«Los vecinos aún no han visto el beneficio de esta operación, más bien estamos sufriendo las molestias constantes. Al principio la limpieza de los filtros era menos frecuente, pero ahora hay que hacerla cada ocho o diez días, y hay zonas donde es a diario», comenta el concejal de IU. Eduardo Pareja, administrador de fincas, asegura que los cuatro bloques que conforman la comunidad Los Pazos, en la zona del Ensanche, junto al colegio público Las Naciones, es uno de los más afectados.

Daños por 150.000 euros

«Son unos 80 viviendas, con 300 vecinos, y han tenido ya daños en electrodomésticos valorados en 150.000 euros», comenta el administrador, quien explica que el primer escrito de queja lo presentaron en Aqualia el pasado 5 de diciembre.«Vinieron, hicieron unas comprobaciones, pero el problema persiste. Ahora se han comprometido a cambiar unas válvulas, después de la Semana Santa», afirma Pareja, que ha encargado un análisis sobre la salubridad del agua.

Por su parte, fuentes de la firma concesionaria reconocen que han recibido varias quejas por este motivo en los últimos meses, pero garantizan que el agua que se suministra en Vélez-Málaga «es 100% apta para el consumo, al superar todos los controles». No obstante, admiten que la situación les tiene «despistados», ya que hay viviendas en un mismo bloque muy afectadas y otras nada.

«Estamos haciendo comprobaciones, se han cambiado las válvulas, y se va a modificar el sentido de la circulación del agua en la zona, para evitar que hay puntos de final de red», detallan. No obstante, desde Aqualia admiten que el agua de los pozos del Molino de las Monjas «es más dura, con más cal, y que no pasa por la potabilizadora, pero es totalmente apta para el consumo».

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