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Antonio Cascales y Marina Rando, ayer junto al Nacimiento hecho con masa para churros.
Un belén de lo más apetecible en Rincón de la Victoria

Un belén de lo más apetecible en Rincón de la Victoria

Los dueños de la cafetería Las Conchas montan por noveno año consecutivo un Nacimiento elaborado con masa para churros

Eugenio Cabezas

Sábado, 10 de diciembre 2016, 00:37

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Aunque se preste a la broma y al juego de palabras, el belén que tienen montado en la cafetería Las Conchas de Rincón de la Victoria no está hecho un churro. Literalmente, está hecho de churros, uno de los productos estrella de este establecimiento familiar, que desde hace dos años regentan los jóvenes Antonio Cascales y Marina Rando. Por novena Navidad consecutiva, este local, en el que se ofrecen desayunos y meriendas, alberga un Nacimiento que tiene como base fundamental la masa de harina frita que tan deliciosamente sirven a diario. El matrimonio formado por Encarni Rodríguez y Francisco Rando, los padres de Marina, fueron los primeros que lo promovieron en 2008, pero desde hace dos años el negocio se lo han quedado su hija junto a su novio, después de que ambos rinconeros decidieran emprender una aventura hostelera en Madrid, con el local Granjero busca campero.

«El año pasado lo hicimos completamente de figuras hechas con masa de churros, este año tenemos ya más de 40, pero los niños aún pueden seguir viniendo y ayudándonos a completarlo», comentó ayer Cascales, de 30 años, mientras mostraba las masas de churros que elabora a diario. «Esto es como plastilina, los chiquillos se lo pasan genial, haciendo las figuras», agregó.

Camperos en Madrid

En el particular belén navideño hay ya gatos, caracoles, figuras humanas, estrellas, y hasta un Niño Jesús hecho con masa de churros. El Nacimiento se completa con las imágenes típicas de este tipo de representaciones, así como una serie de maquetas de negocios cercanos, como una panadería, una pescadería o una frutería, confeccionadas por un vecino asiduo al local.

«A mis padres les va muy bien vendiendo los típicos camperos malagueños en Madrid, de hecho ahora han empezado a coger una food-truck para ir a los eventos», apuntó Rando, quien destacó la «valentía» de sus progenitores, que se marcharon hace apenas dos años para instalar su primer local en el madrileño barrio de Chueca. «Nosotros hemos continuado con este negocio y estamos trabajando muy duro para sacarlo adelante», agregó.

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