El Tecnoalimentario no podrá conceder licencias hasta resolver sus problemas de inundabilidad

Ninguna de las nuevas empresas que han firmado la reserva o compra de parcelas en el Parque Tecnoalimentario de la Axarquía podrá disponer de licencia de obras con el objetivo de poder iniciar los trabajos de ejecución de sus respectivas sedes e instalarse en la tecnópolis. La razón es la inclusión de los terrenos sobre los que se levanta el Tecnoalimentario, junto al aeródromo de El Trapiche, en la encrucijada de los ríos Vélez y Benamargosa, por parte de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación, publicado en el BOJA del pasado 6 de junio.

Junto al Tecnoalimentario también han sido incluidos en el Plan de Inundabilidad los suelos del SUP-T-12, considerado uno de los grandes ensanches de Torre del Mar, y SUP-T-11, también en la localidad torreña, que discurre paralelo al carril de las Casillas de la Vía, un sector que apenas se ha desarrollado. No sucede lo mismo en cambio con el SUP-T-12, que ha experimentado un importante impulso y donde el Consistorio proyecta realizar el futuro teatro de la localidad costera. En Torre del Mar se ve afectado también el sector situado entre el Carril de Sevilla, que sirve de acceso a Hospital Comarcal desde la antigua N-340 y Caleta de Vélez. Lo mismo sucede con los actuales terrenos del recinto ferial Prado del Rey, junto a El Ingenio, entre otros sectores.

Estar afectado por el Plan de Inundabilidad conlleva que el Ayuntamiento no podrá conceder licencias de obras en tales sectores, salvo que se ejecuten las medidas correctoras que establezca la Junta de Andalucía.

Según el alcalde, Antonio Moreno Ferrer (PSOE), en el caso del Tecnoalimentario su inclusión en el Plan de Inundabilidad es «un error», desde el momento en que ya se llevaron a cabo las medidas correctoras correspondientes y que consistieron entre otras cosas en elevar el nivel del suelo en cerca de tres metros. Se da la circunstancia además de que el Parque lleva ejecutado desde hace ya casi cuatro años y que entre sus entidades promotoras se encuentra la propia Junta de Andalucía. De hecho, la sociedad Parque Tecnoalimentario, como propietaria de la tecnópolis, la conforman la empresa municipal de la Vivienda del Ayuntamiento de Vélez (Emvipsa), que posee el 56 por ciento del capital social, y la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera (AGAPA), perteneciente a la Administración andaluza, con el 44 por ciento restante. Ambas partes han invertido en la urbanización del Parque más de 30 millones de euros.

Moreno se ha mostrado convencido de que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio sacará del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación al Parque Tecnoalimentario, lo cual permitirá al Ayuntamiento conceder licencia de obras a las empresas interesadas en su implantación.

Hasta ahora, el Parque sólo tiene vendidas cuatro parcelas, aunque en junio pasado otras tres compañías agroalimentarias formalizaron la reserva de espacio con la intención de implantarse en la tecnópolis. Sin embargo, sólo dos tienen ejecutadas las obras (Avomix, filial de Frutas Reyes Gutiérrez, dedicada a la producción de salsas y zumos de frutos subtropicales, y Embasur, que se dedica a la producción de cajas, bandejas o tarrinas para productos alimentarios), así como un vivero de empresas construido con fondos de la Fundación Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa-Incyde (870.400 euros) y la Diputación (217.600 euros), pero que aún no está funcionando.

El Parque Tecnoalimentario tiene 186.225 metros cuadrados de superficie, de los que 82.151 son de uso industrial.

Aunque el alcalde ha insistido en restar importancia a la inclusión del Parque en el Plan de Inundabilidad, por entender que es subsanable, lo cierto es que ello ha creado cierta inquietud entre las empresas que proyectan o han mostrado interés en implantarse por el retraso que ello pueda suponer a la hora de poder iniciar los trabajos de sus futuras instalaciones.

El Ayuntamiento no ha valorado aún cómo y de qué manera se podrán ver afectados el resto de los sectores incluidos en el plan de riesgo.