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La Guardia Civil y la Policía Local mantienen un operativo para intentar localizar a un menor.
El novio de la madre ofrece varias versiones de lo ocurrido con el niño de tres años desaparecido en Rincón

El novio de la madre ofrece varias versiones de lo ocurrido con el niño de tres años desaparecido en Rincón

El detenido llegó a asegurar que lo había tirado a los acantilados entre La Cala y el Rincón

Juan Cano

Lunes, 9 de febrero 2015, 22:17

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Se llama Alejandro, tenía tres años y los Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Rincón de la Victoria lo buscaron sin cesar desde ayer por la tarde, cuando el adulto que lo acompañaba, que es el compañero sentimental de la madre, alertó de que lo había perdido de vista.

El detenido dio varias versiones de donde había perdido al menor, pero fue una de ellas la que llevó la búsqueda a los acantilados de El Cantal, que separan La Cala de Rincón, aunque a medianoche volvió a modificar su testimonio, que no trascendió por el sigilo con el que se llevan las investigaciones.

Los agentes del Instituto Armado recelaron desde el principio de las diferentes versiones que iba dando y se percataron de que podría sufrir algún tipo de discapacidad psíquica, extremo que aún no ha sido confirmado y que tendrá que valorar un especialista. El hombre mantiene una relación con la madre de Alejandro, que está separada del padre biológico, un guardia civil destinado en Ceuta.

Todo comenzó sobre las 17.15 horas, cuando el hombre se acercó a un vigilante del centro comercial de Rincón de la Victoria y le contó que no encontraba al niño con el que iba, que es hijo de su pareja. Varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local se desplazaron al lugar para intentar localizar al pequeño, al tiempo que en el centro comercial avisaban por megafonía de la desaparición.

Los agentes comenzaron a buscar al menor siguiendo la descripción que les proporcionó el compañero sentimental de la madre: un niño de pelo claro, vestido con ropa 'beige', de tres años y medio. Según las fuentes consultadas, el hombre contó a los agentes que sobre las 16.00 horas había recogido al pequeño del colegio, que está situado en el barrio de El Palo, donde reside la familia, y se desplazó con él hasta el centro comercial, donde lo había perdido de vista.

La Guardia Civil visionó las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del recinto por si encontraban en ellas alguna pista del paradero del menor. Pese a que revisaron el vídeo varias veces, los agentes no observaron ni rastro del niño ni del adulto que lo acompañaba.

En el varadero

Desconcertados, volvieron a hablar con la pareja de la madre, que cambió su versión y les dijo que buscaran al menor en la playa de La Cala. Al parecer, contó a los guardias civiles que lo había dejado en unas barcas, por lo que el dispositivo, en el que participó medio centenar de efectivos -al que se sumaron bomberos- y numerosos voluntarios, se trasladó a los varaderos del municipio.

Los agentes peinaron toda la playa de La Cala y miraron incluso debajo de las embarcaciones. La búsqueda llegó al arroyo de Totalán y, al no dar resultados, se extendió al Peñón del Cuervo. Finalmente, los responsables de la investigación decidieron realizar una reconstrucción de los últimos pasos del individuo, al que condujeron a los distintos lugares donde decía haber estado con el pequeño. Así fue como surgió una de las versiones. Al parecer, y siempre según las fuentes consultadas, ya entrada la noche indicó a los guardias civiles que había tirado a Alejandro al mar justo en la zona de los túneles, aunque después afirmó que se le podría haber caído.

El despliegue se trasladó a ese punto de los acantilados de Rincón. Los agentes buscaron con linternas entre las rocas y las oquedades del terreno, que dan directamente al agua. Se barajó la posibilidad de movilizar a los especialistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, pero el fuerte oleaje desaconsejó la búsqueda por mar. Tras ofrecer una nueva versión, se abrió un nuevo frente de rastreo para intentar localizar a Alejandro, que finalmente tuvo el peor de los desenlaces.

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