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J. MORALES
GRANADA.
Miércoles, 6 de septiembre 2017, 00:20
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Juana Rivas acudió ayer a declarar ante el Juzgado de Instrucción 2 de la capital como investigada por presunta sustracción de menores y desobediencia judicial. Sostuvo su inocencia ante esta causa abierta por vía penal tras permanecer un mes en paradero desconocido junto a sus hijos y dijo haber actuado en todo momento para protegerlos. Su defensa trató de centrar el interrogatorio en la descripción de las supuestas «situaciones de violencia que han vivido ella y sus hijos» por parte del padre de los menores y expareja de Rivas, Francesco Arcuri. Sin embargo, la jueza ciñó las preguntas al motivo por el que la madre de Maracena está siendo investigada: incumplir la orden judicial por la que estaba obligada a restituir a los menores el pasado 26 de julio. Los abogados de Rivas consideraron por ello «cercenado» su derecho a defenderse.
Rivas estaba citada en los juzgados a las once de la mañana. Llegó con más de 30 minutos de retraso. Acudió en compañía de su nuevo equipo judicial, de su hermana, Isabel, y de su padre, Manuel. Entró sin apenas pronunciarse ante los medios de comunicación que aguardaban a las puertas de la sede judicial. «Imaginaos cómo estoy», afirmó Rivas.
Sí anticipó que pediría «ayuda» a la jueza y que no ha podido hablar con sus hijos desde que viajaron a Italia junto a Arcuri el pasado jueves, tres días después de que la madre entregara a los menores en la comandancia de la Guardia Civil. Atendió así al 'ultimátum' de la juez María Ángeles Jiménez, quien advirtió de nuevas medidas si no devolvía a los pequeños a su expareja, como obliga una sentencia.
La falta de contacto con los niños en los últimos días ha motivado la apertura de un nuevo 'hilo' judicial en Italia. La defensa de la madre ha emprendido allí un procedimiento de inaudita parte «ante la imposibilidad» de hablar con ellos. Lo han intentado tanto la propia Juana como sus familiares. Esta figura judicial no es más que una demanda de medidas cautelares «urgentísimas» al objeto de establecer una comunicación «inmediata» por videoconferencia.
Como relató el nuevo abogado de Juana Rivas, Juan de Dios Ramírez, el lunes se levantó acta notarial de los intentos de contactar con Francesco Arcuri y los pequeños a través de teléfono fijo y móvil, tanto por llamada como por aplicaciones de mensajería. Con la demanda pretenden establecer una línea de comunicación directa entre la madre y los pequeños, de 3 y 11 años, hasta que se resuelvan los pormenores de la custodia compartida y el régimen de visitas. Un asunto que se dirime en Italia y por el que hay fijada una vista previa para el próximo 31 de octubre.
El abogado no se pronunció acerca de las posibles negociaciones entre ambas partes para tratar de lograr un acuerdo en este sentido: «No vamos a poder decir todavía el camino que vamos a andar. Estamos todavía conociendo la situación procesal de Italia».
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