Fernández dice que Guerrero tenía «suficiente libertad y responsabilidad» para gestionar las ayudas

Durante su etapa al frente de la Consejería, a partir de 2004, Guerrero «trabajaba con absoluta libertad, responsabilidad y discrecionalidad» en la gestión de las ayudas sociolaborales y a empresas dadas en virtud del convenio marco de julio de 2001 entre Empleo y el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), posteriormente agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), por el que éste pagaba las ayudas concedidas por la Consejería en base a las transferencias de financiación con cargo al programa presupuestario 31L que el departamento de Empleo hacia al ente instrumental. Mientras, el viceconsejero y el secretario general técnico «no intervenían» en la gestión de éstas, según Fernández. Aseguró que «nunca ha oído a Viera -consejero de Empleo en su etapa como viceconsejero- dar instrucciones de cuánto» había que dar en ayudas «a quien», así como «nunca he dado una orden a Guerrero para conceder una ayuda o subvención», confesó. Fernández precisó que la legislación para la gestión de las subvenciones y ayudas públicas se contempla en la Ley de Presupuestos y en decreto 245/2001 de 20 de noviembre que recogía el reglamento de subvenciones y ayudas públicas.