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Maria Dolores Tortosa
Martes, 24 de marzo 2015, 01:48
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Juanma Moreno, tras sentirse respaldado por Rajoy y la cúpula nacional, ha desistido de tirar la toalla. Todo lo contrario. En la reunión de la junta directiva regional ayer tarde, lejos de hacer autocrítica, aseguró que quiere capitanear la oposición a Susana Díaz y esperar para ser la alternativa al Gobierno socialista. «Las victorias se forjan desde la derrota», manifestó.
«Los ciudadanos nos han querido en la oposición y vamos a ser una oposición exigente y leal con los andaluces, dispuestos a llegar a grandes acuerdos, pero no vamos a tolerar ni un solo desmán, ni un solo descontrol más con el dinero de los andaluces», esgrimió.
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Con estas palabras el presidente del PP andaluz busca contrarrestar el varapalo emocional a su partido por los resultados (pasar de 50 a 33 diputados) con asumir el papel de líder de la oposición desde el minuto uno. Anunció que su partido trasladará a las otras formaciones una propuesta para aprobar una comisión de investigación sobre los fondos de formación y las ayudas europeas, entre otras iniciativas.
Para llevar adelante su iniciativa el PP debe contar con el respaldo de Podemos además de Ciudadanos, y sumarían una mayoría. Díaz, que dijo que no pactaría ni con Podemos ni con PP, pidió ayer «responsabilidad» a los partidos en previsión de una pinza como la que en 1994 sufrió Chaves entre populares e Izquierda Unida.
El PP todavía no se ha pronunciado sobre si se abstendrá en la segunda votación para permitir que Díaz sea investida presidenta. Moreno defendió durante la campaña dejar gobernar a la lista más votada.
Podemos, que admite la frustración de no haber superado los 20 diputados, dejó claro que su rival es el Partido Popular. Por ahora no ha puesto ninguna condición para la investidura. «Toca sentarse y escuchar y en función de eso tomar decisiones», afirmó Carolina Bescansa, secretaria de Análisis. Pero también advierte: «si la lectura que se hace de estos resultados es que avalan la continuidad de lo que se ha hecho hasta ahora, va a ser muy difícil que Susana Díaz cuente con nuestro apoyo para su investidura», afirmó Bescansa.
Izquierda Unida no cuenta con número suficiente de representantes para por sí misma o sumando a Podemos vetar o permitir la investidura de la presidenta.
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