Rosa Díez: “El modelo del PP es China: sueldos bajos y precariedad”

A la líder de UpyD, Rosa Díez, no le valen los datos del paro en febrero que esta mañana se publicaban calentitos justo a la hora en la que arrancaba su intervención en el 'Fórum Europa. Tribuna Andalucía'. No le importa que desde el Gobierno se insista en que son las mejores cifras si se comparan con las de los últimos 14 años, porque a su juicio el modelo del Partido Popular es el de China: sueldos bajos y precariedad. Y todo ello en un escenario que, a su juicio, está marcado por una terrible corrupción para que sólo ganen unos pocos especuladores y corruptos mientras pierde la inmensa mayoría de los ciudadanos.

Con esta denuncia, Díez ha querido dibujar la realidad de un país que según su partido agoniza y que necesita nuevas recetas y oportunidades para salir adelante. La primera de ellas la tienen la dirigente y los suyos en las elecciones autonómicas del próximo 22 de marzo, y para ello Díez ha presentado ante una nutrida representación de la empresa y la sociedad malagueña al candidato con el que quieren romper la fórmula del bipartidismo: Martín de la Herrán. Y la misma dureza que la que la líder de la formación magenta ha aplicado a las políticas de Rajoy la han extendido ambos al gobierno de Susana Díaz en San Telmo: Lo que necesitamos es rigor, equipos, seriedad y solvencia. Ni aventurerismo ni maquillaje.

De la Herrán ha criticado duramente la última promesa de la presidenta de la Junta de poner en marcha una oficina contra la corrupción y el fraude porque a su juicio sólo servirá para seguir colocando a los suyos. La mejor oficina anti fraude que tiene el ciudadano es ir a votar y mandarla ya a casa. A su juicio, un 34% de paro, 28.000 millones de euros de deuda y las causas abiertas en los tribunales son razones más que suficientes para dar paso a una España limpia, porque la gente honrada está en todas partes, tanto a la derecha como a la izquierda.

Díez y De la Herrán no han esquivado el debate posterior en torno a asuntos de la actualidad, por ejemplo en torno a un pacto virtual con algún partido en el caso de que no existan mayorías suficientes para gobernar. En este sentido, Díez ha confirmado que están abiertos a sentarse con otras formaciones aunque siempre con unas líneas rojas por las que no vamos a pasar y, por supuesto, publicando antes el documento sobre los asuntos que se van a tratar para que la gente sepa por dónde van a ir los encuentros. En este punto, la líder de UpyD ha insistido: Para nosotros la transparencia no es un postureo. Por contra, ve factible que en la estrategia de los dos grandes partidos, PP y PSOE, se incluya sentarse con quien sea y pactar con quien sea para mantenerse en el poder.

El asunto de la convergencia con partidos con Ciudadanos también se ha abordado en la cita de esta mañana, y aquí también ambos dirigentes han marcado claramente las distancias con el partido de Albert Rivera. En primer lugar, y a juicio de Díez, porque no tenemos nada que ver y en todas las veces que nos hemos reunido con ellos nunca nos han mostrado con qué contaban. Así no podemos arriesgarnos a converger y que el día después de las elecciones metan a un miembro de Ciudadanos en la cárcel. Eso sería un desastre. Como ejemplos, ha puesto los casos de los dirigentes del partido en el municipio madrileño de Serranillos del Valle o en Almería, envueltos en sendos casos de corrupción. Con respecto al programa económico que Rivera presentó la semana pasada de la mano del economista y profesor Luis Garicano, Díez tampoco ha ahorrado dardos: ¿Se puede hacer un programa en diez folios?, se ha preguntado. Nosotros no subcontratamos los programas, nosotros tenemos equipos que trabajan en ellos, ha concluido la líder del partido magenta, que a pesar de que ha cargado su intervención de datos económicos, sí ha destacado cuáles son sus grandes apuestas desde el punto de vista político: devolver competencias como la de la Sanidad al estado para blindar la salud de todos, agrupar municipios, reformar de una forma sensata la Constitución o implantar un modelo federal con techo competencial común.