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Maria Dolores Tortosa
Jueves, 25 de mayo 2017, 00:51
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Susana Díaz ha trasladado a dirigentes del PSOE que le han respaldado en las primarias que su repliegue en Andalucía no es ninguna pose, sino una decisión firme. Por ello ha hecho saber a los suyos de su renuncia a plantar batalla al secretario general electo del PSOE desde el minuto uno. Para que no haya ningún resquicio a la suspicacia, Díaz ha comunicado que votará a Pedro Sánchez en el congreso federal de junio y le dejará manos libres para conformar su ejecutiva. «No voy a pedir cuotas», ha subrayado a su entorno.
Esto no solo la implica a ella, sino a todo el PSOE andaluz, con 255 delegados en el congreso federal. Sean cuales sean las listas de delegados, con más sanchistas o menos, todos votarán al secretario general y a la ejecutiva que decida. Díaz no pleiteará por nombres ni por número de personas, una actitud totalmente novedosa en un congreso federal, en el que siempre cada territorio pelea hasta altas horas de la madrugada por ganar el mayor peso orgánico posible.
Además la andaluza tampoco quiere que otros territorios hagan susanismo para lograr cuotas en la futura dirección. «No quiero ninguna batalla en mi nombre», han sido sus instrucciones. Para ella el susanismo acabó la noche del domingo, cuando perdió las primarias frente a Pedro Sánchez. «Pedro ha ganado, se acabaron los bandos», suele remarcar.
Al trasladar que ella y el PSOE andaluz votarán a Sánchez y a la ejecutiva que decida sin interferencias, Susana Díaz trata de desactivar la polémica fomentada por los sanchistas en Andalucía de que no es verdad que vaya a trabajar por la unidad del partido al negarse a negociar en los congresillos provinciales de este fin de semana listas únicas de delegados al congreso federal, según la proporción de votos de cada uno de los candidatos en las primarias.
La dirección regional ha rechazado negociar de forma global y dice haber dado dado carta libre a las agrupaciones para que elijan a los delegados con una o con las listas que se presenten. Desde esta se refiere que la agrupación de Triana en Sevilla, a la que pertenece la presidenta andaluza y que la apoyó de forma abrumadora, ha optado por una lista consensuada, en la que se incluye a sanchistas. También se apunta que Quico Toscano en Dos Hermanas, donde ganó Sánchez el domingo, no ha cogido el teléfono a los que votaron a Díaz.
La decisión de Susana Díaz de centrarse en Andalucía, echarse a un lado y no interferir en las decisiones de Pedro Sánchez sobre el rumbo del partido o la política nacional no es inocua. Díaz ha asumido que ha perdido frente a Pedro Sánchez y no quiere que se le siga enfocando como en los dos últimos años con el hacha entre las manos a la espera de otra oportunidad, algo que perjudicaría aún más su imagen de por sí deteriorada tras el comité del 1 de octubre y el batacazo del 21 de mayo. Díaz busca recomponer un perfil de gestora y para ello intensificará su agenda de presidenta de Andalucía, la comunidad más importante en la que gobierna el PSOE.
Querida en Andalucía
Tampoco quiere que se le vea como alguien amilanada. Suele recordar que las primarias han dejado claro el respaldo que tiene en Andalucía de la militancia, al haber obtenido un 63% de votos frente al 31% de Pedro Sánchez y el 5% de Patxi López. Esto le hace afrontar con cierta tranquilidad el congreso regional, que ha adelantado de septiembre a julio, y al que se presentará para la reelección como secretaria general de los socialistas andaluces. No solo no teme otra candidatura de ese sector crítico emergente tras años dormido, sino que confía en que del mismo modo que ella no interferirá en el congreso federal, tampoco habrá injerencias o exigencia de cuotas en el regional.
Díaz quiere también manos libres en Andalucía si gana las primarias a la secretaría regional. De alguna forma la andaluza le ha devuelto a Sánchez la frase que este le largó en un mitin en Vícar (Almería) en la campaña de las andaluzas en 2015. Entonces Sánchez le espetó: «Susana, tú a San Telmo y yo a Moncloa». Ahora Díaz parece decirle: «Pedro, tú a Ferraz y yo a San Telmo y a San Vicente (sede de la dirección regional)».
Otra cuestión será si hay adelanto de las generales. Entonces se conocerá si el repliegue de Díaz implicará una actitud de brazos caídos en la candidatura de Sánchez o si, como en las dos que este ha perdido, Díaz volverá a dejarse la piel para que Andalucía sea la que más votos le dé.
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