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Martes, 25 de abril 2017, 00:38
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Andalucía acogió ayer por primera vez a los tres candidatos a las primarias socialistas: Susana Díaz en un mitin en Jerez, Pedro Sánchez en otro en Huelva, y Patxi López en una reunión con una veintena de militantes en Jaén. «Hasta el día 21 vamos a coincidir todos los candidatos y es lo normal», respondió Díaz sobre esta circunstancia. En las tres intervenciones -casi a la misma hora de la tarde- hubo alusiones a la dimisión de Esperanza Aguirre por la supuesta corrupción en el PP de Madrid y al desastre de los socialistas en las elecciones de este domingo en Francia.
Cada uno arrimó el ascua a su sardina: Sánchez utilizó el caso Lezo para darse la razón en su no es no a Rajoy. Díaz señaló a Francia como ejemplo de lo que puede pasar al PSOE si este se arroja en manos del populismo, en clara alusión a Sánchez. Patxi López se ofreció como la tercera vía que evite una debacle como la de los socialistas franceses, que achaca a su división, en referencia también al enconamiento entre los seguidores de Díaz y Sánchez.
Ni para el candidato vasco ni para el madrileño era su primera vez en Andalucía, un territorio que será crucial en la victoria de las primarias a la secretaría general del 21 de mayo pues aporta 45.000 de los casi 180.000 militantes del PSOE. En el feudo de Susana Díaz ambos saben que tienen más difícil obtener avales y también votos, pero no van a desistir. En las primarias de 2014 solo votaron en Andalucía 30.986 militantes, casi el 70% de ellos a Pedro Sánchez, entonces avalado por la presidenta andaluza. El restante se repartió entre Eduardo Madina, ahora a favor de Díaz, y el granadino José Antonio Pérez Tapias, ahora con Sánchez. Los adversarios de la presidenta confían en pescar entre los que votaron a estos dos.
Eduardo Madina, que ayer allanaba con José Luis Rodríguez Zapatero el camino a la andaluza en Cataluña, donde mañana tiene su primer acto importante, tuvo sus mayores apoyos en Jaén en las anteriores primarias. Patxi López tanteaba el terreno con un grupo de militantes en esta provincia. Allí se presentó como el integrador de las familias peleadas del PSOE y se mostró esperanzado en convencer a «una mayoría más silenciosa, que meten menos ruido y que quieren lo que yo estoy proponiendo, unirnos entorno a un socialismo exigente».
En Huelva, ante unas 500 personas, Pedro Sánchez obvió a López por completo. Las primarias, sostuvo, son cosa de dos modelos: «el PSOE que es alternativa al PP o el de la abstención; el del siglo XXI o el de la nostalgia de siglo XX», en clara alusión a Díaz. La presidenta andaluza le respondió desde Jerez ante otro millar de personas: «Cuando nos entregamos a posiciones radicales la gente no nos vota», dijo avisando de que en las primarias de Francia ganó el más radical, Benoit Hamon, que ha dejado al PSF en quinta posición.
Sánchez insistió en señalar a Díaz como la promotora de la abstención a Rajoy y para ahondar en la herida reclamó a la Gestora que exija la comparecencia de Rajoy «tan salpicado de corrupción como Aguirre».
La presidenta eligió otro titular: el de «romper el techo de cristal de 140 años de historia en este partido» y ser la primera mujer secretaria general del PSOE. Un mensaje en sintonía con el zasca de Zapatero al PSC avisándole de no poner palos en las ruedas de este objetivo por prejuicios contra Díaz por ser andaluza y mujer.
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