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Juan Cornejo y Susana Díaz en la reunión ayer con la dirección del PSOE andaluz. :: efe
Susana Díaz recibe el apoyo unánime del PSOE andaluz antes de lanzar su candidatura

Susana Díaz recibe el apoyo unánime del PSOE andaluz antes de lanzar su candidatura

Los cuadros socialistas se conjuran para no hablar de sucesión en la Junta y en el partido hasta que la presidenta esté instalada en Ferraz

MARÍA DOLORES TORTOSA

Sábado, 25 de marzo 2017, 00:31

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Susana Díaz recibió ayer el apoyo unánime de la dirección del PSOE andaluz y de los secretarios provinciales a su candidatura para liderar el PSOE. En una reunión en la que por primera vez confirmó de manera oficial su salto a Madrid, la presidenta de la Junta afirmó sentirse «con ganas y con mucha ilusión» para pelear por el liderazgo del PSOE. «Salgo con más fuerzas», dijo después de dos horas en las que secretarios provinciales y miembros de la ejecutiva regional aplaudieron su decisión (de forma literal) con la promesa implícita de empujar para que gane las primarias a Pedro Sánchez y Patxi López.

Díaz coge así el AVE a Madrid donde hará pública este domingo su candidatura en un multitudinario acto con la tranquilidad de verse arropada por los cuadros de la federación más poderosa y numerosa del PSOE, que no serán neutrales en esta contienda, como dejó claro hace días su número dos, el secretario de Organización, Juan Cornejo, aunque deban facilitar medios y locales a los otros candidatos.

Díaz también subrayó a su ejecutiva que seguirá ocupándose de Andalucía, un mensaje que deja por sentado que no abandonará la Presidencia de la Junta si gana las primarias y es elegida secretaria general del PSOE. Díaz pretende así evitar que se abra por ahora el melón de la sucesión en Andalucía y el ruido contamine su carrera a Ferraz. Todos en su entorno lo entienden de este modo. Incluso Juan Cornejo respondió a los periodistas que tampoco toca ahora hablar de quién podría sustituirle al frente del PSOE andaluz hasta que no se despeje el panorama de la dirección nacional, es decir, hasta que Díaz esté instalada en Ferraz.

El PSOE andaluz se conjura así para cerrar filas con Díaz y también evitar fisuras internas ante el acoso previsible de la oposición en Andalucía que podría debilitar las aspiraciones futuras del partido en esta comunidad. Los cuatro partidos de la oposición, incluido su aliado Ciudadanos, se han expresado en contra de que Díaz haga compatible los dos cargos y no dejarán de clamar por ello durante toda la larga campaña hasta la votación de las primarias. PP y C's se han comprometido incluso a favorecer la estabilidad en el Gobierno autonómico si Díaz dimite como presidenta, pero esta no quiere que se hable de ello.

Sin cambios en la Junta

La consigna reiterada es que no habrá cambios en la Junta y tampoco en el PSOE andaluz y ella seguirá como hasta ahora, solo que con una responsabilidad más. «Trabajaré el doble», le dijo a un usuario de un centro de mayores la pasada semana. En el PSOE se señala el caso de Dolores de Cospedal, con triplete de cargos orgánicos e institucionales como ministra, secretaria general del PP y presidenta de su partido en Castilla la Mancha, para intentar acallar a los populares.

El gesto de reunirse con la dirección regional dos días antes de proclamar su candidatura en un acto en Madrid que se prevé multitudinario recuerda otros momentos de su singladura política. En víspera de anunciar en Antequera su candidatura a la Junta en las primarias de julio de 2013 y ganarse así la sucesión a José Antonio Griñán, la entonces consejera de Presidencia se reunió con la ejecutiva provincial del PSOE de Sevilla, de la que era secretaria general, para transmitir su decisión. Ahora ha tenido también el detalle de informar a la agrupación socialista de Triana, de la que es militante.

En aquellas primarias Díaz acabó sin contrincantes, al eliminar a sus dos adversarios, el exconsejero Luis Planas y el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez, antes del día de la votación al no reunir ambos los avales necesarios. Ella obtuvo 22.800 firmas, la mitad de la militancia andaluza, cifrada entonces en 45.733 afiliados.

Ahora no es probable que Díaz deje atrás a Sánchez y López por la captación de avales (9.000 como mínimo), pero sí que repita la misma estrategia de arrasar con cuántos más mejor con el propósito de animar a su favor a la militancia más reticente y desmoralizar a los adversarios. El equipo de Sánchez ha sugerido que se ponga tope a la recogida de avales para evitar ese efecto y que muchos militantes no le firmen por presiones de sus dirigentes locales.

La política sevillana repite esquemas también en su afán de verse rodeada de pesos pesados de su partido con los que exhibir poderío orgánico. Lo hizo cuando fue elegida presidenta de la Junta la primera vez en septiembre de 2013. Quiso que en el acto en el que prometía su cargo estuvieran todos los expresidentes andaluces, desde Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla hasta Manuel Chaves y su antecesor José Antonio Griñán. La foto no fue fácil, pues entonces la enemistad entre Chaves y Griñán, ahora fuera del PSOE por el 'caso ERE', era de alta tensión.

Para el acto de mañana domingo en el Ifema de Madrid con el reclamo de '100x100PSOE', Díaz estará arropada por parejas de rivales históricos del PSOE. Díaz reunirá en torno a su proyecto a Felipe González y Alfonso Guerra, a José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono, a Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón. Todos protagonizaron enconadas batallas internas. Con su presencia, Díaz hará valer su gran promesa de unir y coser al partido para convencer a la militancia de que ella, como sugirió ayer Juan Cornejo, es la dirigente que necesita el PSOE «para volver a ser un partido fuerte, útil y capaz de cambiar la vida a la gente».

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