La presidenta y Pío Escudero coinciden en criticar el muro de Trump en México

Andalucía asume por primera vez la Presidencia de la Conferencia de Asambleas Legislativas de las Regiones de Europa (Calre). Lo hace en su nombre el presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán, que recibió ayer el bastón de mando o makila de su antecesor, Raffaele Cattaneo, presidente del parlamento de la región italiana de Lombardía.

Durán, que se comprometió a tender puentes entre los ciudadanos y la Unión Europea, dirigirá este órgano durante 2017. Este año el Parlamento andaluz celebra el 35 aniversario de su constitución tras las primeras elecciones de junio de 1982 y el décimo aniversario de la reforma del Estatuto de Autonomía.

La makila o bastón de mando simboliza la presidencia de la Calre desde el año 2008, cuando fue instaurado por la entonces presidenta de dicho organismo y del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao.

En el marco de la ceremonia protocolaria, al que asistió el presidente del Senado, Pío García-Escudero, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, mostró su solidaridad con México tras el anuncio de Donald Trump de terminar el muro fronterizo en su frontera con Estados Unidos. Díaz manifestó reproches no solo para el presidente norteamericano, sino también para las autoridades de la Unión Europea, a las que pidió «un cambio de rumbo» tras criticar su «insensibilidad y egoísmo» en la crisis de refugiados y en las políticas de austeridad con los países del sur, en alusión a España, Portugal y Grecia.

Para Díaz, la Unión Europea no ha estado a la altura del un viejo continente que tiene que ser «ejemplo de solidaridad, libertad y tolerancia». Considera que el cometido de Andalucía al mando del órgano de los parlamentos europeos debe ser hacer que estos «sean un instrumento de cercanía para que los ciudadanos vuelvan a recuperar la confianza y credibilidad en las instituciones».

El presidente del Senado también aludió al muro de Trump sin mencionarlo. «La historia nos ha enseñado que los «parapetos proteccionistas jamás sirven para generar riqueza, sino todo lo contrario, tampoco las exaltaciones nacionalistas que estamos viendo, como están creciendo, conducen nunca a nada bueno».

Para Pío García Escudero, la UE tiene que tener capacidad de respuesta ante problemas nuevos «como los efectos de la crisis financiera, la defensa contra las amenazas del terrorismo yihadista, o la imperiosa obligación de dar la talla ante la descarnada crisis de los refugiados». «Atravesamos un periodo de incertidumbres y de inseguridades, que tienen el efecto de abonar aún más el malestar ciudadano con sus representantes políticos», aseveró.

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