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Susana Díaz se reunió ayer con representantes de personas con discapacidad. :: julio muñoz. efe
Díaz muestra su satisfacción porque Rajoy acepte incluir la dependencia en la nueva financiación

Díaz muestra su satisfacción porque Rajoy acepte incluir la dependencia en la nueva financiación

El acuerdo político de Sáenz de Santamaría con los consejeros socialistas tuvo la oposición del ministro Montoro

MARÍA DOLORES TORTOSA

Viernes, 13 de enero 2017, 00:55

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La presidenta de la Junta, Susana Díaz, mostró ayer su satisfacción porque el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya aceptado la propuesta de los consejeros socialistas, entre ellos el de la Junta andaluza , de incluir los gastos de la cobertura de la dependencia en el nuevo modelo de financiación autonómica y que incluso esté dispuesto a poner fecha a la negociación de este último en el transcurso de la Conferencia de Presidentes. Díaz calificó de «un paso considerable» el acuerdo sobre dependencia alcanzado en la tarde del miércoles entre representantes del Gobierno y los consejeros autonómicos, donde cerraron gran parte de la agenda de la reunión que se celebrará este próximo martes en el Senado.

Será la sexta Conferencia de Presidentes autonómicos y la primera a la que acude Susana Díaz. Aunque la negociación de las propuestas de los consejeros socialistas con el Gobierno de Rajoy las ha llevado el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, la presidenta andaluza puede atribuirse parte del mérito del consenso alcanzado. Díaz fue la primera en solicitar una Conferencia de Presidentes tras la investidura de Mariano Rajoy en octubre en el que debatir sobre la financiación de las comunidades y también ha sido la más insistente en demandar al ejecutivo central que se cumpla la Ley de Dependencia, que fija que el gasto debe ser compartido al 50% entre las comunidades y el Estado.

Andalucía y los consejeros socialistas no han estado solos en esta demanda. En la decisión política de Rajoy también ha pesado que comunidades del PP como Galicia y Madrid se quejen de llevar el peso del coste de las ayudas a la dependencia, reconocidas por ley como un derecho. Si Andalucía apechuga con el 78% de su financiación, mientras el Gobierno central aporta el 22%, hay comunidades como Galicia, gobernada por el 'popular' Alberto Núñez Feijóo, en las que el ejecutivo central apenas aporta el 15% del coste.

El acuerdo alcanzado la tarde del miércoles supone que el futuro modelo de financiación autonómica deberá tener en cuenta el mantenimiento de la dependencia, como tiene el de la sanidad y la educación, para fijar el sistema de reparto del dinero a las comunidades. Esa inclusión «debe ser singular y adicional y no desviando fondos de otras partidas destinadas a servicios sociales, sino cumpliendo lo que la ley establece», afirmó Susana Díaz en alusión a que el Estado deberá aportar el 50% de su coste.

La presidenta hizo esta valoración antes de reunirse con la junta directiva del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi Andalucía), a la que prometió un plan de choque este año para incrementar en más de 50.000 personas la atención a dependientes hasta llegar a 230.000 andaluces.

Voluntad política

La presidenta andaluza valoró ante los representantes de Cermi la decisión de Rajoy como el reconocimiento a que la dependencia «sí es sostenible, necesaria y un derecho ya reconocido». Para Díaz, poner en valor este derecho con una financiación acorde solo se trata de «voluntad política». «Su coste está a años luz que otras cosas accesorias», dijo sin aclarar a qué se refería. Fuentes de su ejecutivo recordaron que la dependencia cuesta menos que la liberalización de las autopistas radiales de peaje, una propuesta sobre la mesa de Montoro.

Las mismas fuentes reconocieron que el triunfo socialista sobre la dependencia se ha debido a la voluntad política de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, no sin bastantes reticencias por parte de Montoro. El ministro de Hacienda era contrario a ceder en esta petición alegando que su coste es alto.

El grado de conseso en las reuniones preparatorias hace prever que la Conferencia de Presidentes transcurrirá con tranquilidad pese a la ausencia de los presidentes de Cataluña y Euskadi.

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