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Mariano Rajoy, flanqueado por Juanma Moreno y Javier Arenas, ayer en el municipio sevillano de Tomares. :: reuters
Rajoy asegura en Sevilla que el PP «seguirá apostando por Andalucía»

Rajoy asegura en Sevilla que el PP «seguirá apostando por Andalucía»

El presidente del Gobierno afirma que «no es momento de experimentos» sino de mantener el rumbo, porque «los años que vienen no van a ser fáciles»

LALIA GONZÁLEZ-SANTIAGO

Miércoles, 25 de noviembre 2015, 00:42

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Andalucía seguirá contando con el apoyo del Gobierno de la nación, como hasta ahora, dijo Mariano Rajoy ayer durante un nuevo acto de precampaña en la comunidad, esta vez en el municipio sevillano de Tomares. Con el viento de las encuestas a favor, y el de la coyuntura de la actualidad, el PP no va a descuidar el poderoso 'granero' andaluz, el 20% del censo electoral, para asegurarse la victoria el 20-D y el calendario demuestra que el presidente se va a emplear a fondo. En Andalucía, en Málaga en concreto, será también el arranque de campaña.

El acto de ayer en Tomares, el municipio con mayor renta per cápita de Andalucía, tuvo un aliciente añadido: es el feudo de José Luis Sanz, que volvió a renovar por mayoría absoluta su alcaldía, en medio de un desastre generalizado de otros alcaldes populares de la provincia, y nunca se ha terminado de aplacar en el PP sevillano el resquemor por que el dedo de Rajoy no le designara como presidente del partido en sucesión de Zoido y prefiriera a Juanma Moreno. Aunque la procesión pueda ir por dentro, ayer el auditorio, apretado en el reducido patio de una hacienda especializada en bodas finas, dispensó al presidente del PP-A una cálida ovación, mientras Mariano Rajoy hacía compartir plano a los dos y paseaba con ambos por la población para el preceptivo baño de masas.

El presidente del Gobierno y del PP recordó que en estos últimos meses ha viajado «muchísimo» por Andalucía y visitado las ocho provincias, con inauguraciones importantes, como el puente de Cádiz, la autovía del Mediterráneo o la de Jaén. «Hemos apostado por Andalucía y seguiremos haciéndolo», dijo, tras recordar como antes había hecho Juanma Moreno la ayuda dispensada a la Junta de Andalucía para el pago a proveedores y la deuda. La ayuda continuará «porque necesitamos a Andalucía y queremos que las cosas le vayan bien porque será bueno para España».

Sin Susana Díaz

Una vez más, en su discurso andaluz Rajoy obvió cualquier referencia a la presidenta Susana Díaz, sobre la cual sí se explayó el líder andaluz, Juanma Moreno, quien criticó que Pedro Sánchez, el secretario general socialista, haya dicho que su modelo para España es el de Susana Díaz en Andalucía: «La región de Europa con mayor tasa de paro, la que menos gasta en Sanidad y Educación y con un director general de Políticas Activas de Empleo condenado por tres veces»,dijo.

El presidente del PP andaluz animó a los asistentes a salir a ganar y a difundir el éxito del trabajo realizado por el Gobierno de Rajoy para superar la crisis: «Perdíamos por goleada y ahora vamos ganando, pero queda la segunda parte», dijo.

Moreno no paró en elogios a Rajoy, a quien calificó como «el presidente más comprometido con Andalucía», con «hechos y no palabras huecas», que cifró en 28 mil millones de ayuda financiera extraordinaria, mientras que otros «vienen de paseo, a buenos restaurantes o a perderse por ahí». «¿Cuántos servicios públicos se habrían cerrado, cuántas pequeñas y medianas empleo han sobrevivido gracias a ese plan de empleo que ha sido el plan de pago a proveedores?», se preguntó.

Rajoy recibió de sus hombres en Andalucía una buena inyección de autoestima. José Luis Sanz le calificó de «gran hombre de Estado» y «la única garantía de futuro que tiene este país», mientras Juan Bueno, presidente sevillano, le dijo que «estamos orgullosos de ti». Moreno le llamó «gran patriota». En primera fila le acompañaban la ministra Báñez y dirigentes cono Martínez Maíllo, Arenas, López, o Tarno, con quienes luego recorrería las calles de la población, en una jornada que había comenzado con una visita a las instalaciones de Heineken.

El discurso del presidente del Gobierno fue al grano de los problemas nacionales. Respecto de la lucha contra el terrorismo yihadista, se comprometió a que cualquier decisión sobre intervención española será consultada con los líderes de los grandes partidos y sometida al Parlamento, «como he hecho desde que soy presidente del Gobierno». Enfatizó en la necesidad de unidad de todas las fuerzas políticas y de lealtad entre partidos. «El mayor error sería tener diferencias entre nosotros», dijo, y prometió que por su parte no las habría.

Cataluña

También abordó la crisis con Cataluña para insistir en que mantendrá el cumplimiento de la Ley, «hasta ahí podríamos llegar». En cuanto al reparto del FLA condicionado a Cataluña, el presidente dijo que «ciudadanos y proveedores estén tranquilos, cobrarán, pese a la inoperancia del gobierno autonómico, porque este es un país solidario, que en unos momentos ayuda a uso y en otros, a otro. Pero no aceptará gastos contrarios a la ley», precisó.

Por último, el presidente avanzó algunos puntos del programa electoral que aprobará en Valencia el próximo sábado: una nueva rebaja fiscal, creación de medio millón de empleos, avanzar en las reformas estructurales emprendidas, apuesta por la formación profesional, por la I+D+i, por el mundo digital, por los autónomos y emprendedores.

Con la idea, repetida, de que «no es el momento de experimentos», porque «los años que vienen no van a ser fáciles». «Que nadie venga al Gobierno a aprender», porque ya conocemos los efectos, dijo en alusión a la «España de 2015 no tiene nada que ver con la que recibimos», pues «hoy nos pagan por los préstamos a 9 meses». Se trata, pues, de continuar «el rumbo marcado, que es el que conviene a España».

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